El gobierno se ha comprado otro lío con el decreto 751 firmado por el Presidente el 21 de mayo pasado; producto de la consulta popular de febrero del año pasado. En ella, el país votó por ampliar la zona intangible en el Yasuní. El lío no está en esa zona (cuya extensión se habría ampliado de 60 mil hectáreas), sino en lo que ocurrirá en la zona aledaña: el corredor de amortiguamiento que tiene diez kilometros de ancho. Este espacio está concebido para proteger a los pueblos no contactados que habitan en la Amazonía. Pues bien: el decreto, según los ecologistas, permitirá el ingreso de plataformas en ese corredor para perforar y explotar hidrocarburos. No había autorización del Ministerio del Ambiente. Ahora es un hecho. Esto faculta la explotación de Ishpingo que faltaba del bloque 43-ITT (Ishpingo-Tambococha-Tiputini). El gobierno no renuncia así a explotar ese petróleo en época de vacas flacas.
Chamorro, experto en pueblos no contactados, muestra cómo se cocinó este decreto que vuelve a poner el Yasuní en el centro de la conversación nacional
Caricatura Marcelo Chamorro
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