El observador

 SE VIENE UN BEST SELLER

Por Jaime Cedillo F.

Sí sabían ustedes apreciados observadores que el señor presidente saliente de los ecuatorianos, Guillermo Lasso Mendoza, está preparando un libro con una reseña de las obras "maravillosas" que hizo durante su corto gobierno. Los mal pensados dicen que la obra literaria será de ciencia ficción, y que cuando esté lista será presentada en Palacio, horas antes de abandonar la casa presidencial. Sin duda, será un best seller, digno del premio Nobel de Literatura. Estamos contando los días, para que se vaya, y también para que llegue la obra a nuestras manos. Será de lectura sobrecogedora, recordar cómo, en tan corto tiempo, cumplió a rajatabla lo que prometió en campaña.

En cien días, decía, que cambiaría el país, que la transformación sería de 180 grados, que será un gobierno de todos y para todos, menos para su círculo íntimo de amigos, ni de cuñados, ni de correístas enquistados. Y, cumplió: En cien días limpió la casa , sacó de la burocracia dorada a los "robolucionarios" que terminaron complotando en su contra, que lo traicionaron descaradamente, como los Saqui, que hicieron de todo para destronarle, el uno desde la Asamblea y el otro desde la Corte de Justicia. Esos Saqui sí que han sido unas fichas de la componenda, de la traición, de las puñaladas por la espalda, y arribismo. Que conste que le advirtieron, una y otra vez, que se cuide de los sepulcros blanqueados. Pero nada, el muy necio.

En el gobierno del "Encuentro" hubo de todo, menos las obras prometidas, aunque el señor Lasso, con su equipo de incomunicación, se haya empeñado en convencer al pueblo, que las obras están pero que no las quieren ver, por malos, envidiosos. Hay tantas y tantas obras que es imposible enumerar en pocas lineas, pero en la obra literaria que se cocina a fuego intenso, se van a desmenuzar una por una, con santo y seña. Ya verán.

Nos preguntamos si el señor de los "zapatitos rojos" hará constar la venta del avión presidencial, promesa de campaña, ese avión que durante el correísmo viajó sin parar a destinos sospechados, con y sin pasajeros. En ese mismo avión que tanto detestó, y que juró no se subiría nunca, pero con el paso del tiempo, logró viajando con sus agnados y cognados, con la gallada de amigos y parientes, que disfrutaron hasta el cansancio de las delicias del poder.

Los ecuatorianos decepcionados por un gobierno inútil, con un presidente que no gobernó, sino le gobernaron, por unos ministros que hicieron de todo, menos trabajar por los más necesitados, que se encogieron de hombros frente al desastre. Al final de la jornada, el balance es para llorar. Pero en el libro dirá que su gobierno pasa a la historia como el que más obras hizo y el que más cumplió las promesas de campaña. Ya me muero de ganas por leer la obra maestra, que dicen que llevará por título: LAS MIL Y UNA OBRAS.

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