Más de 2 millones de personas viven en Gaza y casi el 50% son menores de 18 años. El bloqueo los ha dejado en gran medida sin agua potable, sin alimentos y sin combustible, lo que es ilegal según las leyes internacionales. Los hospitales están operando a civiles heridos sin anestesia. Imagina a niños heridos, gritando, sin analgésicos que los ayuden a calmar el dolor.
Esto no es un ataque dirigido a Hamás: es un castigo colectivo a un pueblo entero.
La población israelí también está en peligro. A raíz de los horrores cometidos por Hamás, su primer ministro, un político de ultraderecha al estilo de Trump, los está conduciendo a una guerra que podría durar años y arrebatar miles de vidas más. Defender a la ciudadanía israelí no significa apoyar al primer ministro Netanyahu o una guerra cruel que traerá menos seguridad.
Puesto que algunos gobiernos clave, como el de Estados Unidos, están dando luz verde a Netanyahu para lanzarse a la guerra, se oye mucho más a los partidarios de la violencia que a las voces por la paz. Y eso es algo que podemos cambiar si nos movilizamos y pedimos a nuestros mandatarios un cambio de rumbo para llevar la seguridad y la justicia a ambas partes.
Únete a esta petición masiva para PARAR esta barbarie antes de que sea demasiado tarde. Suma tu voz a continuación y publicaremos nuestro mensaje en anuncios por todo el mundo y se lo entregaremos directamente a los jefes de Estado claves. |
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