Publicado en febrero 4, 2016 en Columnistas/Las Ideas por Rosa María Torres
Dicen que el ejemplo es no solo la mejor sino la única manera de educar en valores.
El recordatorio viene a propósito de El Libro de Todos los Niños publicado por el gobierno ecuatoriano en enero de 2016 por iniciativa de la Secretaría del Buen Vivir y el Ministerio de Educación. A través de historias de hombres y mujeres del Ecuador y del mundo, así como de fábulas y cuentos, se busca enseñar “12 valores y virtudes que todo ser humano debe cultivar”: honestidad, respeto, gratitud, perseverancia, humildad, bondad, generosidad, responsabilidad, innovación, amistad, perdón y solidaridad.
El libro se presentó durante la IV cumbre de la CELAC, en Quito, y se distribuyó a los mandatarios y cancilleres presentes. Los 300.000 ejemplares se repartirán en las escuelas públicas y llegarán a todos los niños de cuarto año de educación básica.
“Si los valores no se practican cada día no llegan a ser virtudes”, explicó el Presidente Rafael Correa. “La idea es que los padres antes de dormir les lean el libro a los más pequeños”, explicó el ministro de Educación, Augusto Espinosa. “En el país hay un gran cambio: en la salud, la educación y la vialidad, pero falta el cambio de la gente”, explicó el ministro del Buen Vivir, Freddy Ehlers.
Lastimosamente, el mismo gobierno que publica el libro, lo boicotea. La escuela de los sábados que son los enlaces ciudadanos (oficialmente actos de rendición de cuentas, conocidos como sabatinas) niega semanalmente, en televisión y por todos los medios, varios de esos 12 valores. Durante cuatro horas, el presidente de la república despliega insultos, descalificaciones, burlas y amenazas contra todos quienes discrepan, critican, protestan o se oponen a su gobierno.
Esta lección semanal de intolerancia -que se complementa y refuerza durante la semana con diversas entrevistas y conversatorios con medios- tiene enorme impacto sobre los valores y las actitudes de los ecuatorianos, mucho más que 300.000 mil ejemplares de un libro de historias, cuentos y fábulas. Varias veces he preguntado a las instancias pertinentes por qué la sabatina sigue transmitiéndose en horario familiar (van 460 hasta la fecha) mientras otros programas considerados violentos o inadecuados para audiencias infantiles han sido multados e incluso cerrados.
A respetar se enseña respetando. ¿Qué lección de respeto da un jefe de estado que llama públicamente siki ñawi (cara de culo, en kichwa) al dirigente de una organización indígena y pide que le llamen así a los indígenas que le escuchan en la plaza?. Cómo aprender a respetar a los demás cuando día y noche se escucha al líder de la nación denostar a intelectuales, activistas sociales, indígenas, políticos, periodistas, ambientalistas a quienes considera y trata como a enemigos. Los actos y expresiones de machismo, racismo y homofobia de personajes del gobierno a distintos niveles, y en general la violencia de la cultura política en el Ecuador, contribuyen a reforzar, antes que a superar, los peores prejuicios y las peores prácticas sociales.
La humildad se aprende de quienes la practican. ¿Cómo aprender humildad de un presidente que hace gala de prepotencia, que cultiva la autoalabanza, que no reconoce errores, que no acepta la crítica ni practica la autocrítica, que usa ‘limitaditos’ y ‘mediocres’ como descalificativos favoritos?
La honestidad se enseña con comportamientos honestos. ¿Qué lección de honestidad pueden dar políticos y funcionarios que recurren al fraude académico o que callan y encubren a quienes lo practican? ¿Cómo hablar de excelencia y de meritocracia, con qué autoridad moral enseñar a niños y jóvenes que está mal copiar y engañar? ¿Cómo aprender honestidad de quien denuncia permanentemente como mentirosos a los medios privados pero no dice nada de la desinformación y las mentiras en que incurren, también cotidianamente, los medios del gobierno?
En la misma semana en que se distribuyó el libro, el presidente amenazó con renunciar al cargo y con expulsar del país a la Universidad Andina Simón Bolívar (14 amenazas de renuncia en 9 años de gobierno); se refirió a Bonil como ‘malqueriente’ y pidió a la ciudadanía abordarle cuando le vean en la calle y reclamarle por sus caricaturas; llamó ‘maquiavelito de corbatín’ a Enrique Ayala Mora, reconocido intelectual y político de izquierda ecuatoriano; acusó de ‘vanidosos’ a dos asambleístas que se desafiliaron del movimiento gobernante, Alianza País (AP), y llamó ‘estrellita de navidad’ a uno de ellos, Fernando Bustamente. En esa misma semana, 4 de 7 activistas sociales de la provincia de Pastaza acusados de terroristas fueron condenados a seis meses de cárcel por protestar el 13 de agosto de 2015 sumándose al levantamiento indígena y al paro nacional.
¿Acaso el Ministerio de Educación y la Secretaría del Buen Vivir creen que los valores se aprenden en los libros y no en la convivencia social? ¿Acaso piensan que la política es mundo aparte, reino del todo vale que no se rige por los valores que predica El Libro de Todos los Niños?
Qué bueno que nuestros niños de 8 años reciban un libro de historias y fábulas para leer en la familia y en la escuela. Pero si el objetivo es reforzar valores positivos en la sociedad ecuatoriana, sería mucho más efectivo y productivo el ejemplo virtuoso de un presidente de la república que, en el ejercicio cotidiano de sus funciones y en sus comparecencias públicas, se comprometiera a poner en práctica los 12 valores de El Libro de Todos los Niños.
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