jueves, 18 de febrero de 2016

POR:
 Marco Robles López

Entre fulgores y sombras
Lugar y año de nacimiento del poeta.
Prácticamente ha trascurrido un año (XII-2013 y I-2014, hasta la presente fecha), desde el último artículo, Nº 84, de El Observador, publicado sobre este tema. Ello obedecía a que teníamos algunas conjeturas y aproximaciones sobre la fecha de nacimiento del poeta Ernesto López Diez, que en notable medida coincidían con la verdad, pero que carecían de la indispensable precisión. Nos referimos sobre todo al lugar y a la fecha de nacimiento de nuestro poeta.
Concretamente, el recordado coterráneo, Dr. Eugenio Cabrera Merchán en la valiosa obra “Apuntes para la Historia del Cañar” (Instituto Andino de Artes Populares del Convenio Andrés Bello, Quito,10-1992), en su original estudio “El Censo de Azogues de 1871” (pp. 15-56), da a conocer que, a la fecha del referido Censo, Don Ramón Aparicio López, progenitor de Ernesto López Diez, tiene 26 años de edad; la Sra. Ana Díaz (propiamente Ana Diez), 25 años y Ernesto López D., tres años. Por esta razón, y en virtud de que no disponíamos de una copia del certificado de nacimiento o del bautizo de nuestro poeta, deducimos que nació en 1868, considerando los tres años de edad que tenía al momento del referido Censo de 1871.

Un investigador y su descubrimiento.

Sin embargo, quien descubre el documento original en las oficinas de la curia de Azogues, es el Dr. César H. Izquierdo Pinos, conocido profesional del Derecho, poeta e investigador del campo de la historia. Debo destacar que se trata de una tarea en la que el estimado coterráneo y amigo ha revelado una agudeza intelectual indiscutible que le permitió llegar a la esencia del arcano y revelarlo. ¿Cómo así? En virtud de que, al leer la partida bautismal y la fecha de nacimiento, Ernesto López Diez consta exclusivamente con el apellido de su progenitora, la Sra. Ana Diez, lo que dificultó enormemente todos estos años conocer cuándo mismo vino al mundo el poeta.
César Izquierdo P., con envidiable agudeza y perspicacia ha despejado finalmente el enigma. Y la autenticidad de este valioso aporte se confirma plenamente, resulta irrefutable, gracias también al documento del finado coterráneo y amigo, Dr. Eugenio Cabrera, ya mencionado, por cuanto en su estudio “Censo de la Población (de Azogues) Formada en 1871”, ya hace constar con el apellido paterno, a Ernesto López Diez, -! y la partida de matrimonio de los esposos López - Diez, es de 27 de noviembre de 1869!-, así como con la edad que tiene para esa fecha, igual con relación a sus progenitores, como ya señalamos, y a la menor, Aurora López, de 5 años (probablemente su pariente).
En la parte sustancial el documento descubierto por el Dr. César Izquierdo P., cuya reproducción facsimilar insertamos, dice así:
En esta santa Iglesia de san Francisco de Azogues, en veinte de octubre de mil ochocientos sesenta y siete yo el Dr. Manuel de la Cruz Hurtado, bauticé solemnemente, puse óleo y crisma según el Ritual Romano a Ernesto, Palermo, Fricson, Juan, hijo ilegítimo de Ana Diez. Fue su padrino Víctor González, a quien advertí su obligación y parentesco que contraía. (F) Manuel de la Cruz Hurtado”.
Además, César Izquierdo P., avanza un peldaño más en su valiosa tarea investigativa, pues encuentra una fotografía de los años juveniles -podríamos decir de sus tiempos de adulto joven- de Ernesto López Diez, en una escuelita del campo, la Escuela Fiscal Mixta “Ernesto López” de la parroquia Cutchil, cantón Sígsig, Provincia del Azuay.
 También insertamos en el presente artículo este documento inédito, y reconocemos y agradecemos públicamente por esta singular labor investigativa al dilecto coterráneo y amigo.
Por último, considero un deber hacer conocer unas líneas sobre el contenido de una interesante tesis de las universitarias Señoritas Fanny Eulalia Chalco Cuenca y Elsa Cumandá Illescas Ochoa, (“La asignatura de Estudios Sociales en los VI y VII años de Educación Básica en la Escuela del Cantón Sígsig, en el período 2009-2010”-100 pp.) (Cortesía del Dr. C. Izquierdo e Ing. V. Robles B.), quienes cursaron sus estudios superiores en la Universidad Politécnica Salesiana. En dicha tesis consta algo digno de destacar:
Como filántropo ayudó a la clase desposeída de la sociedad, fundando la “Casa López”, cuya edificación proporcionaba albergue a muchas personas que carecían de viviendas; proporcionó valiosas contribuciones a instituciones benéficas como la Conferencia San Vicente de Paúl. Don Ernesto López Diez siempre tuvo convicciones de amor a tres cosas importantes: Dios, sus Padres y los niños. (P. 1 de la Tesis).
Las disertantes dan a conocer que el 15 de enero de 1957, en unión del sacerdote Humberto Esquivel, Ernesto López D. visitó el cantón Sígsig y la parroquia Cutchil, constatando la necesidad de dotar de un centro de educación primaria a la parroquia, por lo cual el poeta-filántropo contribuyó en aquel tiempo con la suma de 50 sucres para la construcción de una casita que se convertiría en la primera escuela de dicha parroquia. Ese mismo año se crea la escuela, cuando se desempeñaba como Director Provincial de Educación, el Sr. Justo Amable abad; el 26 de marzo de 1993 se oficializaría su funcionamiento con los grados respectivos y el 13 de noviembre del año 2009, mediante Acuerdo N. 01959 de la Dirección del Azuay, se legaliza el Funcionamiento de la Escuela Fiscal Mixta Ernesto López.  
Una enigmática fotografía.
Algunas personas que han leído el magnífico estudio del ensayista y erudito crítico, Cristóbal Zapata, sobre Ernesto López diez, “El Palacio de Cristal”, así como los artículos sobre el poeta, publicados en la Rev. “Avance”, particularmente el correspondiente al Nº 256, p. 10, se han preguntado por qué se encuentra una fotografía de la sala  de la casa de E. López D., que contiene un cuadro con la representación de dos esvásticas, mientras el poeta ejecuta alguna pieza musical al piano.
Francamente no he tenido una respuesta convincente para ello. ¿La persona que facilitó la publicación de esa fotografía, conocía la orientación política de E. López Diez? ¿Se podría conjeturar, por alguno de los documentos inéditos que reposan en poder de uno de los sobrinos-nietos del poeta, si E. López D. simpatizaba con aquel régimen de la esvástica?
No podemos llegar a ninguna deducción categórica al respecto, en virtud de que no disponemos de los indispensables testimonios y pruebas documentales, pero en cambio sí podemos afirmar que Ernesto López Diez no fue un político militante, menos un teórico de la política, sino un personaje dedicado exclusivamente a la literatura.
Y de la lectura de su estupenda obra poética que conocemos, no se deduce ni la mínima simpatía a posiciones racistas o totalitarias (eso es lo que podría manifestar, como respuesta, a quienes se han preguntado sobre esa extraña ilustración). Todo lo contrario, su inspirado y conmovedor poema Chozas y Nidos, que me permití reproducir hace 16 años, en “Cañar: su Historia y su Cultura” (2 volúmenes, Publicación del H. Consejo Provincial del Cañar, Peleusí de Azogues, 2000, Volumen II, p. 192), dice sobre su condición humanista y la honda preocupación que le suscitaba la injusta situación que en esos tiempos todavía sufrían nuestros hermanos indígenas. Un racista o un totalitarista, jamás puede pensar así, ni peocuparse de la suerte de los niños campesinos. Veamos algo de ese poema:

“CHOZAS Y NIDOS” (Fragmento).
“Amar al indio es ley, Americanos: / Librarle de su eclipse será amarlo. // Flor morena en la tumba de una Raza:/Señor glebario. //Él tiene su calvario/ en prestada heredad y seudo casa. // En triste paz -si de paz hay clases-/ Bocina el indio a dúo con el mirlo;/ Y es su presencia un ay! en las montañas…”.                      

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