jueves, 18 de febrero de 2016

POR: Rodrigo Pesántez R.


Una seudo antología ecuatoriana de literatura
La Comunidad cultural dentro de los diversos espacios de la literatura Nacional está atravesando por uno de los momentos más críticos, irresponsables y vulnerables con la aparición de un Proyecto auspiciado por la Universidad Técnica Particular de Loja y distribuido en pequeños volúmenes semanalmente los domingos por diario El Comercio de Quito.
Se trata –según se anuncia en la contraportada de cada volumen- de “la Biblioteca Básica de Autores Ecuatorianos cuya finalidad es presentar una antología de la literatura ecuatoriana en la que se hallen presentes los autores más representativos del pensamiento literario del Ecuador a partir del siglo XVII” Y continúa…”Esta magna tarea fue encomendada a un equipo de reconocidos críticos y estudiosos de la historia de las letras ecuatorianas…”. Desde estas premisas expuestas surge la primera interrogante:   ¿Quiénes son los integrantes de esta Magna tarea antológica?; pues, sobre ellos recae y recaerá todos los cuestionamientos que se den a nivel de selección y análisis, de lo contrario los escritores y académicos de la Lengua, Juan Valdano Morejón y Francisco Proaño Arandi tendrán que asumir esas responsabilidades en su condición de Director y Coordinador, respectivamente, del Proyecto.
La primera sonada de alarma la dio no un ilustre académico ni un crítico o estudioso del acontecer literario nacional, sino como él mismo lo aclara ser “un viejo profesor de literatura siempre actualizado” Se trata pues, del señor Juan Pablo Rodríguez, (cédula 170086919-4) quien en un manifiesto de 4 fojas distribuido a nivel nacional a todos los escritores, puntualiza algunos de los grandes vacíos y errores garrafales en los que se sustenta este Proyecto de 28 textos, cuestionamientos  que nos lleva a una clásica conclusión tomada de nuestro refranero popular: “el diablo más sabe por viejo que por diablo”. Nosotros, sin ser tan viejo ni tan diablo estamos totalmente de acuerdo con las refutaciones del profesor Rodríguez. Sin embargo, creo que estamos en la obligación de complementar esa visión errática de fondo y forma desde donde se pueden percibir tres codificadores de esos ominosos propósitos: (a) Un desconocimiento significativo del proceso histórico-estético de la literatura y sus representantes, (b) Las voluntarias omisiones, (pecado grave de conciencia) con parámetros de un subconsciente alterado; y, (c) las reciprocidades (mutuos adulos), propias de cofradías o de grupúsculos efímeros que manipulan medios y espacio, como lo manifiesta el notable escritor Marco Antonio Rodríguez.
Y ya entrando en los espacios a que  nos  hemos convocado, tenemos la primera omisión de gravísimas consecuencias histórico-literarias dentro de la Colonia, (siglo XVII desde donde -según ellos- parte el Proyecto). Nos referimos al Ramillete de varias flores poéticas…. compuesto por el sacerdote guayaquileño Xacinto de Evia y publicado en Madrid en 1675. Si la antología susodicha es Básica (como lo aseguran sus responsables y co-responsables) entonces, estamos frente a un silencio imperdonable, pues este Ramillete es compendio fundacional  no solo de la lírica barroca en Ecuador sino en Hispanoamérica .
Por tres siglos permaneció esta obra cobijada de polvo y olvidos sin que ninguna Institución Cultural y/o Académica de nuestro país se encargara de reeditarla. Nosotros lo intentamos y conseguimos luchando y esgrimiendo argumentos ante organismos culturales de México, España y USA. Y así fue, en el 2009 lució con nuevos atuendos en su moderna edición con transcripciones actualizadas al ojo lector contemporáneo y con un estudio introductorio de 13 páginas de nuestra autoría y por venturosa coincidencia editada también  en Madrid. Su presentación se hizo en Potes- España en la sede del Frente de Afirmación Hispanista ante un selecto auditorio integrado en su mayoría por catedráticos universitarios y filólogos.
El Ramillete circuló por toda América y España, y por supuesto en su país de origen. Se obsequió y fue difundido a través de las principales librerías de Quito y Guayaquil. A doña Susana Cordero fue grato hacerle llegar un ejemplar. No han faltado los estudios y comentarios venidos desde USA y otros países  como España y Argentina, para muestra, transcribimos en fotocopia parte de un artículo publicado por la Revista Hispania dentro del Proyecto MUSE, volumen 93, N° 3, setiembre. 2010 pp. 506-507.  Y he aquí la paradoja cruel: mientras lejos de nuestras fronteras con criterios académicos realzan y ponderan la importancia de este obra a nivel internacional, aquí los autores de la Magna tarea ni siquiera la menciona como ave de paso por nuestros horizontes literarios.
Estas limitaciones domésticas ya están tocando las puertas de la ignorancia; pues, así no se escribe ni reinscribe la historia de la literatura de la patria.
Por lo tanto el volumen 2 (literatura de la Colonia) debía iniciarse con el nombre del  jesuita guayaquileño Antonio Bastidas (l615-1681) en razón de ser el autor del mayor número  de composiciones literarias de este libro. Indispensable su nombre en la apertura de nuestra lírica colonial, tanto más, si a pesar de estar la mayoría de sus versales enzarzados en acontecimientos circunstanciales propios de su época, logra en algunas estrofas a través de la afortunada disposición de la rima, las fulgurantes alegorías tropológicas, la unicidad de los períodos sintácticos, trascender hacia las más hondas percepciones de la vida y sus gratos y fugaces engaños como en su poema Silva a la rosa, erguido en los tallos de una amplia paráfrasis de los dísticos del notable poeta latino Ausonio, muestra codiciada de su auténtica vibración poética.
Y de ninguna manera debemos prescindir del autor del Ramillete, Xacinto de Evia, sacerdote secular, no jesuita, cuyas fechas de nacimiento y muerte se ignoran, se dice que podría ser entre 1620-23 para el de su natalicio, y para el de su óbito las apreciaciones o suposiciones son más inciertas. Lo único comprobado es que fue guayaquileño, alumno de Antonio Bastidas y que se doctoró en Artes en la Universidad de San Gregorio el 20 de marzo de 1657.
Si algo debemos rescatar y con enorme satisfacción de este guayaquileño son tres referente: (1) El de haber traído por primero vez a Cupido a nuestros espacios versales con audacia y gracia y no menos ingeniosos malabares tropológicos; (2) El habernos dado en su texto en prosa y verso ,el Sueño de Celio, la impronta del cuento como género independiente en el Ecuador; (esta visión esclarecedora nos llega desde otras percepciones analíticas fuera del país);y, (3) El haber conseguido incorporar con su Ramillete el nombre del Ecuador y el suyo  dentro del proceso histórico-literario de los Cancioneros en español a nivel internacional como la afirma el notable investigador, catedrático universitario y reconocido filólogo español, Dr. Maximiano Trapero en su último libro publicado por la Universidad de las Palmas de Gran Canaria,2015, Origen y Triunfo de la Décima, de la siguiente manera: “El segundo propiamente cancionero de América es el Ramillete de varias flores poéticas publicado por el hispano-ecuatoriano Xacinto de Evia en 1675. En él se contiene bastantes poemas en décima con el explícito título de “Dézimas” incluso una glosa titulada, Nace Jesús, encendida flor, cuyo cantarcillo y primera décima dicen así…”pág. 98.
Era imprescindible cuestionar estos vacíos perjudiciales tratándose como lo es de una obra fundacional en nuestra lírica colonial y de dos de sus autores más importantes. De esta manera se podrán  ir sincronizando estos esguinces literarios que se dan en cada uno de los tomos de este Proyecto que han circulado y al que debemos de añadir uno más: no llevan ninguna cronología sistemática en cuanto a autores tiempos y espacios en su publicación y más bien obedecen a arbitrariedades por conveniencias personales  muy cercanas a la egolatría ( tomo V) o a las condescendencias mutuas
Las normas en cuanto a límites no nos permiten proseguir como hubiésemos deseado en esta tarea por “desfacer entuertos” que  vienen dándose  en los volúmenes ya salidos a la luz; sin embargo, como muestra de esas aberrantes limitaciones o de mala fe de parte de los “reconocidos críticos y estudiosos de las letras ecuatorianas” vamos a tomar como ejemplo a un grupo de escritores de significativas calidades poéticas. Nos referimos a cuatro postmodernistas: Mary Corylé, Aurora Estrada, Miguel Angel León y César Andrade y Cordero, bardos de vuelo y garra donde los telares tropológicos consubstanciaron las altas cimas de una poesía de percepciones múltiples. Su ausencia es un atentado a la soberana esencia de la poesía.
Luego Ignorar a Galo René Pérez y Euler Granda es inconcebible dentro de toda evaluación, honesta, digna y responsable. El primero, un intelectual y escritor de cepa y copa a tiempo completo. Estilo y lenguaje codifican la singularidad en la obra de este autor que nos dejó en el ensayo, la investigación, la biografía y la cátedra universitaria desde tribunas foráneas, la majestad de su lenguaje y la sabiduría de sus conocimientos. Y si esto fuera poco llegó con soberana dignidad y méritos a ocupar como Director el sillón de la Academia Ecuatoriana de la Lengua.
Euler Granda, el médico y escritor que inició una etapa ruptural  dentro de las significaciones sintagmáticas en la poesía a partir de los años 60. El que encontró en la palabra callejera las esencialidades de un yo-social llevándola con telares irónicos o chispeante elocuencia tropológica hacia la consumación de un verbo poético trascendente. Los dos fueron además, galardonados ( y sin palanqueo) con la máxima Presea Nacional de Cultura que otorga el Gobierno Nacional, el Eugenio Espejo. Silenciar a estas dos grandes cúspides de nuestras letras, no es por desconocimiento, ahí hay otras connotaciones vergonzosas y de baja calaña.
Y las omisiones inexcusables continúan, esta vez, con uno de nuestros escritores (no hace falta el femenino) de mayor prestigio continental, Lupe Rumazo. Su permanencia en Caracas-Venezuela desde muy joven ha sido leve razón por la que su nombre no haya sonado con la persistencia obligada de su señorío intelectual. Mas, eso no justifica de ninguna manera que los autores de esta magna tarea la hayan invalidado de este Proyecto Básico Sus ensayos, sus novelas rompen los convencionalismos, de ahí la incapacidad de la que están dotados estos “críticos” y “académicos” para asumirla. El poder de su lenguaje no tiene límites y experimenta con él, como lo hicieron Virginia Woolf o Joyce la lucidez de la creatividad tanto en el terreno filosófico, histórico como en el existencial. Por estas y otras razones su obra fue valorada, elogiada y reconocida por figuras grandes de nuestra literatura continental como Ernesto Sábato y Juana de Ibarbourou- Y qué pasó con la poeta-poeta Ana María Iza?. Dejemos que hablen de ella desde otras latitudes. En Fojas de Poesía Iberoamericana, Lisboa, Portugal N° 108, 15 December,2009 se dice: “Ana María Iza (Quito 1941) es una de las poetas más reconocidas e importantes del Ecuador”. Y para Uds. qué….?
Y a qué limbo los confinaron a esa tetrarquía de reconocidos investigadores y ensayistas que, aunque radicados en el exterior nunca han dejado de poner su ojo y su pluma con responsabilidad crítica-histórica en temas y autores de nuestra literatura como son: Humberto Robles, Antonio Sacoto, Enrique Ojeda y Wilfrido Corral, a más de su reconocido aval académico como profesores de prestigiosas universidades norteamericanas.
Creemos con sano y juicioso criterio que si bien todos los ungidos por los críticos y estudiosos de esta magna tarea son escritores, no todos son BASICOS en su representatividad nacional, pues complementan este deleznable panorama los semibásicos y los no básicos, aunque todos unidos por una misma pasión: la literatura, restringiendo de esta manera los espacios que por derecho  les corresponde a los valiosísimos excluidos por los sabiondos seleccionadores. Solo así se puede asegurar el cauce ético y estético de un programa verdaderamente crítico, analítico, histórico y académico, donde el conocimiento funde la premisa del objetivo; mas, como van y se ven las cosas este Proyecto más que cumplir esos caros objetivos culturales  más bien parece el de una planificación comercial.
EL patrimonio… un recurso trascendental para regenerar territorios

A lo largo del año 2015, se realizaron múltiples eventos y congresos sobre Ordenamiento Territorial –OT– y Diseño Urbano, en Medellín-Colombia, siendo escogida como sede principalmente por su característica de Ciudad Innovadora, pues varios sectores vulnerables de la misma han sido intervenidos de manera sostenible, logrando una transformación holística y de interés colectivo, dirigida hacia la construcción de equipamientos y espacios públicos multidisciplinarios y turísticos, tal es el caso del conjunto de las Casas Carré y Vásquez, y el Parque de las Luces. Este artículo trata acerca del Congreso Nacional de Ordenamiento Territorial y Ecológico organizado por la Universidad Nacional de Colombia y la SIOTE (Sociedad Internacional de Ordenamiento Territorial y Ecológico) –conformada en Cuernavaca (2013) y ratificada en Cusco (2014)– evento que se realizó conjuntamente en México y Perú como preparatorio para el Encuentro Internacional que se llevará a cabo en Agosto de 2016. 
El Ministerio del Ambiente de Perú, por ejemplo, participó recalcando la importancia de no hablar de “divisiones” territoriales, sino más bien de “integraciones”, ya que se requiere un trabajo conjunto y articulado entre lo nacional y lo local, en donde el Estado tiene la obligación de promover un ambiente sustentable para sus habitantes, pues los recursos naturales son patrimonio de la Nación. Por otro lado México indicó que analiza por separado el Ordenamiento Territorial del Ordenamiento Ecológico.
En cuanto a la Planeación en Medellín, se tiene claro que el OT es un proceso, en donde los retos son la descentralización, el fortalecimiento institucional, el desarrollo sostenible (promover el uso eficiente del suelo y los recursos naturales), todo ello con el apoyo de las diferentes instituciones, y fundamentalmente con la participación ciudadana, “la ciudadanía es una ley de la sociedad” (Milton Santos). Dicho proceso para que sea óptimo debe tener actualización y seguimiento constantemente.
Los Planes de OT (POT) al ser macro-herramientas técnicas que sirven para concebir y proyectar el territorio, orientado al desarrollo de los asentamientos humanos, contienen Planes Parciales o Especiales que particularizan los lineamientos generales hacia sectores concretos según sean sus necesidades. En este marco, se dieron a conocer varias actuaciones urbanísticas en diversos lugares de Colombia que parten de diagnósticos y estudios exhaustivos para la toma de decisiones, en donde finalmente más que construir proyectos, lo importante es construir procesos, siempre con la colaboración de los habitantes. 
Dichos Planes tienen principios comunes de equidad, inclusión social y seguridad como tener un modelo de crecimiento de ciudad, reciclar el suelo, reubicar el comercio ambulante, considerar la movilidad alternativa y accesibilidad sin barreras, recuperar la vivienda en el centro, desmotivar la construcción informal, dotar de equipamientos e infraestructura de manera descentralizada, proteger el paisaje y medioambiente, recuperar e incentivar la conservación patrimonial.
Luego de conocer aspectos generales de la Planificación Territorial en Perú, México y Colombia, sus regulaciones y evaluaciones, y con el fin de obtener algunas propuestas de ajuste a la normatividad y aplicación de los POT, se hicieron sesiones de debate en torno a 5 grandes temas:  Determinantes ambientales; Instrumentos de gestión; Participación ciudadana; Provisión de vivienda, espacio público e infraestructuras, y Ley Orgánica.  
Siendo éste un espacio de enriquecimiento en conocimientos científicos y técnicos relacionados a la intervención en el territorio  a nivel latinoamericano, representando a Cuenca-Ecuador tuve la oportunidad de formar parte de este Encuentro como Ponente dentro de la sesión temática “Provisión de vivienda, espacio público e infraestructuras”, compartiendo una experiencia personal: La rehabilitación de una edificación patrimonial, para fomentar el uso habitacional en el Centro Histórico, aplicando la Ordenanza vigente en la ciudad:
Como bien sabemos Cuenca es Patrimonio Cultural de la Humanidad, urbe eminentemente turística, pues cada año recibe centenas de extranjeros, no sólo como visitantes eventuales sino como residentes permanentes, de tal manera que aprovechando estas características, se intervino en la Casa Serrano Vega, la misma que perteneció a inicios del siglo XX, época en donde, por el crecimiento físico lento de la ciudad, el centro continuaba poblándose y concentrando la vida social, religiosa, cultural y económica (exportación de sombreros de paja toquilla). Se sustituía la influencia cultural y artística de la Colonia (España) por lo Neoclásico de Francia. La edificación perteneció a Monseñor Manuel Serrano Abad, era una vivienda con habitaciones emplazadas alrededor de patios y huertas; y además con una capilla; cuya arquitectura y mobiliario reflejaban distinción y alto nivel social; posteriormente pasó a ser de un sobrino y su familia, transformándose casi en un inquilinato. En la actualidad pertenece a la familia Saquinaula – Vallejo, quienes como buenos emprendedores lo recuperaron convirtiéndolo en el atractivo Hotel W.    
La edificación consta de dos bloques arquitectónicos, que previamente fueron objeto de un diagnóstico por ambientes  (materiales, estado, color, bienes muebles, memorias, patrimonio) estudiados minuciosamente para ser recuperados y luego darles el uso habitacional, pero cada uno con características propias por tener diferentes catalogaciones: 
El primero, cuya fachada da a la calle Juan Jaramillo, al ser de Valor Arquitectónico A (VAR A)   –cumple un rol constitutivo en la morfología del área en la que se inserta por sus características estéticas, históricas, o por su significación social, cuenta con valores sobresalientes– fue conservado y restaurado; se mantiene la distribución alrededor de patios, cuyas alcobas fueron habilitadas con baños y mezanines, al igual que los dos locales comerciales. Contiene las áreas de recepción, lobby y administración. Se restauraron todos los elementos de madera como columnas, vigas, puertas, ventanas, pasamanos, cubiertas, así como los cielorasos de latón, inventariados como bienes patrimoniales. 
El segundo bloque se encuentra hacia la parte posterior del edificio antiguo, que al no tener ningún valor arquitectónico y estar en mal estado, fue rehabilitado en su totalidad con un toque  más moderno. Se crearon habitaciones grandes, incluyendo algunas para personas con discapacidad, y suites para quienes deseen hospedarse por largas temporadas. Dispone de una zona de Spa y tres patios como áreas de descanso, en uno de ellos se conserva un Olivo de más de 100 años. 
Los dos bloques quedan conectados por un espacio de cafetería y circulación, con ascensor panorámico, pasarelas, balcones y áreas verdes, formando un amasijo colonial y contemporáneo que evidencia el paso del tiempo, pero en ambos se manejan acabados similares –mármol, madera, teja–  integrando un mismo equipamiento. 
De esta manera la Ponencia aportó con un granito de arena al Congreso Nacional en Colombia, siendo la arquitectura patrimonial un recurso trascendental para regenerar territorios; pues su conservación y restauración puede servir no sólo como un fin turístico y cultural, es decir alojamiento para extranjeros con locales artesanales, sino también podría aplicarse a Instituciones de carácter social como fundaciones para albergar por ejemplo a los habitantes de calle en la ciudad paisa, como una manera de revitalizar el Centro de Medellín y controlar la mendicidad en los espacios públicos, sería, en palabras de Joseph Bohigas, “llegar al espacio público pero desde la vivienda”.

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