martes, 23 de febrero de 2016

“Mira que eres canalla”

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La juventud ecuatoriana una vez más ha sido ofendida. No tiene derecho a protestar porque inmediatamente es reprimida con violencia; según las autoridades del Gobierno no piensa con su propia cabeza, es manipulada. Los cambios introducidos en ese plantel por parte del Gobierno responden a intereses políticos.
por Guido Proaño A. | EcuadorLibreRed
Entre los abogados existe un axioma jurídico: a confesión de parte, relevo de pruebas; en términos menos académicos eso equivale a decir “el pez muere por su propia boca”. El ex rector del colegio Montúfar, Segundo Viveros, puede escoger la máxima que más entienda para darse cuenta que con su comunicación del pasado 15 de febrero se “colgó”.
Como testimonio para la historia emitió un “mensaje a sus Compañeros” (la mayúscula la pone él), y lo hace en la condición de “rector y coordinador de la Red de Maestros”, es decir, exponiendo el pensamiento del ministerio y el Gobierno que la engendró. La carta inicia así: “Cuando nos posicionamos como Coordinadores Zonales juramos defender los derechos de los docentes y garantizar la Calidad Educativa” (nuevamente las mayúsculas son de él) y líneas abajo reivindica haber “puesto a disposición del Distrito, a 14 docentes del M.P.D. corruptos y sinvergüenzas con notas inferiores a 600 puntos en la Evaluación Docente y con una nota de 3.18 según la Auditoría Educativa de la Institución”. La comunicación de Viveros contiene tantas faltas en su redacción que seguramente no aprobó las pruebas de Gramática, y si lo hizo seguro fue gracias a su “militancia revolucionaria”.
Estudiantes y padres de familia aseguran que los docentes separados del plantel tienen las más altas calificaciones y por ello se han ganado el aprecio y respeto. Viveros deberá demostrar que son “corruptos y sinvergüenzas”, podría ser llamado a brindar testimonio judicial y hasta enjuiciado por calumnia, pero seguramente se siente amparado por un aparto de justicia que responde al Gobierno. Al poner en primer lugar que se trata de militantes del MPD, implícitamente reconoce que se trata de una medida política. Conclusión  a la que también llega el presidente del consejo estudiantil del colegio Montúfar, Gonzalo Criollo. “Me atrevo a decir que es una persecución política simplemente porque los docentes no son afines al Gobierno….” dijo Criollo al diario La Hora. No faltará quien asegure que el dirigente estudiantil también es del MPD, pero entre sus compañeros se conoce que tenía nexos con el Gobierno; inclusive el ministro de Educación, Augusto Espinosa, dijo en Ecuavisa que durante dos años ha venido conversando con él sobre temas educativos. Quién más, entonces, que el dirigente estudiantil para entender las motivaciones del Ministerio de Educación al separar así a esos docentes.
“La revolución la hacemos peleando con ideas innovadoras de cambio buscando mejorar el sistema educativo” dice Viveros en su carta, y no puede haber idea más innovadora que soldar la puerta principal del colegio para evitar que los estudiantes salgan a protestar. Esa es la visión carcelaria implementada desde el Ministerio de Educación en los distintos establecimientos, está a la par con la ubicación de cámaras de vigilancia interna y externa en los colegios, supuestamente para control del micro tráfico de drogas, pero utilizadas también para identificar a los estudiantes cuando realizan manifestaciones de protesta. Para qué hacer mención a la serie de medidas, reglamentos, instrucciones emitidas todo el tiempo desde el escritorio del ministro Espinosa, desde las direcciones provinciales de educación y los distritos que buscan reprimir la acción de docentes y estudiantes.
La juventud ecuatoriana una vez más ha sido ofendida, brutalmente ofendida. No tiene derecho a protestar porque inmediatamente es reprimida con una violencia digna de los gladiadores que se jugaban la vida y buscaban el aprecio de sus amos. No solo (ese solo entre comillas) son los 26 estudiantes del Montúfar detenidos en estos días y las decenas de maltratados y heridos. ¿Cuántos estudiantes secundarios han sido encarcelados, heridos, golpeados, torturados, separados de sus colegios en estos tres últimos años por salir a protestar? La lista supera los 400 jóvenes. Un récord para el régimen, tanto que le gusta reivindicar los primeros lugares en todo. ¿Recuerdan a los estudiantes del Central Técnico? ¿Y que hay con los  del Mejía que también fueron juzgados y encarcelados por rebelión? ¿Y los del mismo Montúfar reprimidos meses atrás? A esos jóvenes valientes que hacen escuchar su voz el presiente Correa los califica de cobardes, como lo dijo en la sabatina última, el 20 de febrero.
Los estudiantes son manipulados, dice el ministro con una simpleza asombrosa. No se confunda simpleza como equivalente a sencillez. El diccionario define a la simpleza como falta de inteligencia y rapidez mental; sinónimo de bobería, necedad, mentecatez. Es una necedad –y maldad a la vez- decir que los estudiantes no tienen capacidad de pensar, de discernir, de tomar decisiones por sus propias capacidades.
Cuando se escuchan cosas como esas inevitablemente viene a la mente la canción de Luis Eduardo Aute: Mira que eres canalla.

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