Por: Elizabeth López Romero
Ayer recibimos todos los ecuatorianos, la triste noticia de que el petróleo volvía a bajar y en forma drástica a 42 dólares el barril.
Con la baja del Petróleo, el panorama se torna gris pues con su principal acreedor que es China, las cosas se ponen tristes si tomamos en cuenta que además Ecuador le debe pagar a China un interés por pago anticipado.
En el presupuesto para el 2015 se fijó el promedio de 79,7 dólares por barril y cada dólar de disminución en el precio de venta del crudo tiene un impacto de 80 millones de dólares.
Si solo tomamos en cuenta que hace un mes el valor del crudo estaba en 52 dólares y ahora en 42, tenemos que estos diez puntos de baja representa una hecatombe financiera para el Ecuador, toda vez que está prácticamente a la par el costo de producción y el valor del mercado.; por lo tanto, no hay ganancia.
Muchos analistas insisten que es indispensable que se adopte una política de drástica austeridad, que contemple, por ejemplo, la supresión de viajes innecesarios, el dispendio en propaganda excesiva de la obra pública (autobombo), etc. Con cierta ironía se comenta que para comenzar el año del 2016 y la economía rigurosa, en la nómina de acompañantes al Presidente en su viaje a China, donde, probablemente, se gestionarán nuevos créditos, constan 12 ministros, la Presidenta y cuatro miembros de la Asamblea, los secretarios de Comunicación y del Agua, los directores de la Senescyt y de Seteci, el Gerente de Yachay, los alcaldes de El Carmen y de Morona, los presidentes del Movimiento Huancavilca y de la Organización Juvenil Latin King, cuya presencia en Pekín debe ser de mucho beneficio para nuestro país…
Nada de esto traerá buenas noticias en lo financiero. Realmente el pueblo ecuatoriano, ya está cansado de ser quien solvente los excesos y derroches de este gobierno que lejos de saber administrar sus recursos parece burlarse de la ciudadanía; al gastar excesivamente el dinero producido por los ecuatorianos en “gastos personales del presidente” que no benefician al país.
Otro cantar fuera, si Correa hubiera invertido en la producción agrícola, ganadera, pesquera, manufacturera y artesanal por un lado y si por otro hubiera atraído inversión para desarrollar otros rubros como son la construcción o industria por ejemplo.
A todas estas, y en medio de este oscuro panorama solo quedará como ecuatorianos, cruzar los dedos o hacer algo.
Con la baja del Petróleo, el panorama se torna gris pues con su principal acreedor que es China, las cosas se ponen tristes si tomamos en cuenta que además Ecuador le debe pagar a China un interés por pago anticipado.
En el presupuesto para el 2015 se fijó el promedio de 79,7 dólares por barril y cada dólar de disminución en el precio de venta del crudo tiene un impacto de 80 millones de dólares.
Si solo tomamos en cuenta que hace un mes el valor del crudo estaba en 52 dólares y ahora en 42, tenemos que estos diez puntos de baja representa una hecatombe financiera para el Ecuador, toda vez que está prácticamente a la par el costo de producción y el valor del mercado.; por lo tanto, no hay ganancia.
Muchos analistas insisten que es indispensable que se adopte una política de drástica austeridad, que contemple, por ejemplo, la supresión de viajes innecesarios, el dispendio en propaganda excesiva de la obra pública (autobombo), etc. Con cierta ironía se comenta que para comenzar el año del 2016 y la economía rigurosa, en la nómina de acompañantes al Presidente en su viaje a China, donde, probablemente, se gestionarán nuevos créditos, constan 12 ministros, la Presidenta y cuatro miembros de la Asamblea, los secretarios de Comunicación y del Agua, los directores de la Senescyt y de Seteci, el Gerente de Yachay, los alcaldes de El Carmen y de Morona, los presidentes del Movimiento Huancavilca y de la Organización Juvenil Latin King, cuya presencia en Pekín debe ser de mucho beneficio para nuestro país…
Nada de esto traerá buenas noticias en lo financiero. Realmente el pueblo ecuatoriano, ya está cansado de ser quien solvente los excesos y derroches de este gobierno que lejos de saber administrar sus recursos parece burlarse de la ciudadanía; al gastar excesivamente el dinero producido por los ecuatorianos en “gastos personales del presidente” que no benefician al país.
Otro cantar fuera, si Correa hubiera invertido en la producción agrícola, ganadera, pesquera, manufacturera y artesanal por un lado y si por otro hubiera atraído inversión para desarrollar otros rubros como son la construcción o industria por ejemplo.
A todas estas, y en medio de este oscuro panorama solo quedará como ecuatorianos, cruzar los dedos o hacer algo.
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