martes, 3 de septiembre de 2024

 


Destrucción de la CCE

Sep 2, 2024

Por Simón Zavala

La Casa de la Cultura Ecuatoriana “Benjamín Carrión” desde su creación en 1944, ha sido en la cultura ecuatoriana la Institución más representativa del país. Su prestigio le generó también un gran reconocimiento nacional e internacional y siempre fue el punto de convocatoria y reunión de la intelectualidad quiteña y del Ecuador hasta el 2016 año en que se expidió la Ley Orgánica de Cultura en cuyo capítulo 8 se la destruye. Por la presidencia de la Casa pasaron importantes hombres de cultura, como Benjamín Carrión, Pío Jaramillo Alvarado, Luis Verdesoto Salgado, Gonzalo Abad Grijalva, Oswaldo Guayasamín, Galo René Pérez, Edmundo Rivadeneira, Stalin Alvear y Marco Antonio Rodríguez, que han dejado una huella indeleble por la gran gestión que llevaron a cabo y la proyección paradigmática que le dieron a la Casa. Pero, lo más recordable de sus ejecutorias es la honestidad, la probidad y verticalidad con que manejaron los recursos económicos institucionales. Jamás, ninguno de ellos, tomó un centavo de los dineros de la Casa. Jamás permitieron que se diera un acto de corrupción por más ínfimo que fuera. Jamás utilizaron los bienes materiales y las instalaciones de la Casa para favorecerse a si mismo o a sus familiares o a sus amigos. Por esto y en honor a estos ecuatorianos ilustres, tiene que hacerse una investigación a fondo desde el 2012, en todos los aspectos, de esta noble Institución tan venida a menos bajo la dirección de mentecatos analfabetos, que llegaron a la Casa fraudulentamente para simplemente tener un puesto y recibir un sueldo para no hacer lo que la Constitución y la Ley les imponía y les impone estafando al erario nacional.

La Casa de la Cultura Ecuatoriana Benjamín Carrión se regía por la Ley Orgánica de la Casa de la Cultura Ecuatoriana “Benjamín Carrión” (Ley 23 expedida por el Congreso Nacional el 14 de diciembre de 2005). En este instrumento jurídico, en el artículo 22 se estableció la “obligatoriedad de entregársele un presupuesto anual  a través de las asignaciones que obligatoriamente debía puntualizarse en favor de la Institución dentro del Presupuesto General del Estado”, Y se le entregaba además “la participación del dos por ciento del ingreso anual bruto de las autoridades portuarias que operaban en el país o sus concesionarias de conformidad con la Ley de Régimen Administrativo Portuario Nacional y de las que se crearen posteriormente”. Estas eran las obligaciones del Estado. Y el artículo 23 de la citada Ley 23, señalaba expresamente que la Casa de la Cultura Ecuatoriana Benjamín Carrión tendrá un presupuesto anual. También, la Ley 23, en su Sección 5, titulado De las Secciones Académicas, art. 19, señalaba que tanto “la Matriz como los Núcleos Provinciales deberán establecer las Secciones Académicas que prevea el Estatuto Orgánico, que tendrán como funciones específicas de fomentar el desarrollo de las actividades culturales, artísticas y científicas”. Quiénes tenían que elegir mediante voto secreto a los dignatarios de la Matriz y de los Núcleos Provinciales?.  Nosotros, los que éramos Miembros legalmente aceptados en las respectivas Secciones Académicas de la Casa.

El 30 de diciembre de 2016, en el Registro Oficial Sexto Suplemento No. 913 se expidió la Ley Orgánica de Cultura que en forma expresa derogó la Ley Orgánica de la Casa de la Cultura “Benjamín Carrión”, en la cual, en el Capítulo 8, artículos 151 hasta el 167, se habla de la Casa de la Cultura Ecuatoriana Benjamín Carrión. En la ley anterior, se establecía que el presupuesto institucional debía ser entregado directamente en sus correspondientes partidas y asignaciones a la Matriz y a los Núcleos, en función de los planes, programas y proyectos presentados por éstos. En esta nueva ley, se suprime ese dos por ciento de las Autoridades Portuarias y establece una sui géneris forma de distribución presupuestaria que incita a la lucha entre Núcleos Provinciales, a situaciones discriminatorias, a formas denigratorias de la importancia de las Provincias y a favorecimientos de algunos Núcleos en detrimento y negación de otros. Se señala “como criterios para entregar los recursos a los Núcleos: a) Importancia demográfica de la Provincia, b) Infraestructura, c) Eficiencia administrativa; y d) Calidad de gestión, que deberá comprender el acceso, la participación, interculturalidad, fomento, circulación, educación, entre otros. Esta misma Ley le da la facultad al Ministerio de Cultura de puntualizar los criterios de evaluación y la fórmula de distribución de los recursos”. Como se puede apreciar, todo orientado a la obsecuencia y al alineamiento político administrativo, al gobierno de turno, como ha ocurrido desde el 2017.

En esta nueva ley, se eliminó dentro de la estructura orgánica de la Casa, lo referente a las Secciones Académicas. Desaparecieron dichas Secciones. Y dejaron de existir los Miembros, por ejemplo, de la Sección Académica de Literatura. Igual de las otras Secciones. Quedaron sólo Miembros de la Casa, que no requieren cumplir ningún requisito para ser considerados como tales, bajo el demagógico criterio de “democratizar” la Casa, porque ésta era “muy elitista”. Y se inventó un artificio mañoso, incluyendo en esta Ley la obligatoriedad que para votar en las elecciones de la Casa, se debe ser parte de un registro de artistas y gestores culturales en el Ministerio de Cultura (art. 10), en orden a constituir el Sistema Integral de Información Cultural. En este “Registro (RUAC) Único de Artistas y Gestores Culturales”, debían y deben inscribirse y constar “los profesionales de la cultura y el arte, ya sean creadores, productores, gestores, técnicos o trabajadores que ejerzan diversos oficios en el sector, que se encuentran dentro del territorio nacional, migrantes o en situaciones de movilidad humana, y que deseen ser registrados; y las agrupaciones, colectivos, empresas y entidades cuya actividad principal se inscribe en el ámbito de la cultura y de las artes. (y lo más risible) Además, de quienes se registren voluntariamente en el RUAC, el registro incluirá a quienes hayan hecho o hagan uso de las distintas herramientas y mecanismos de apoyo, acreditación, patrocinio, subvención o fomento ya existentes y de los que establezca esta ley”. Puro realismo mágico. Y quienes pueden votar en las elecciones para nombrar a los Directores Provinciales: la Asamblea Provincial del Núcleo. ¿Quiénes integran la Asamblea Provincial? El art. 159 de esta Ley dice: “De la Asamblea Provincial. Habrá una Asamblea Provincial de cada Núcleo de la Casa de la Cultura Ecuatoriana “Benjamín Carrión”, conformada por los Miembros de la Casa de la Cultura Ecuatoriana “Benjamín Carrión” y por los artistas y gestores culturales de las circunscripciones territoriales inscritas (así dice el texto) en el Registro Único de Artistas y Gestores Culturales que quieran participar en la Asamblea Provincial”. Más super realismo mágico. Para ganar las elecciones del 2017, la delincuencia cultural inscribió en el RUAC a un buen número de vendedores de películas y de libros usados, vendedores de revistas, vendedores ambulantes de cualquier cosa y, vendedores de artesanías que ni siquiera eran artísticas; a quiénes con la connivencia de funcionarios del Ministerio de Cultura, ésta cartera de Estado les otorgó la calidad de Gestores Culturales. En las elecciones de Pichincha para elegir Director del Núcleo de Pichincha, creación totalmente discutible porque en Quito está la Sede Nacional, participaron todos estos “gestores culturales” y lógicamente ganaron las elecciones. En la editorial de la Casa de la Cultura Benjamín Carrión, se imprimieron diplomas de membresías que señalaban que el portador de ese Diploma era Miembro de la Institución desde hace ocho, diez, seis y cinco años. Todos los diplomados votaron. Trajeron en buses a estos portadores pagados para que voten en las elecciones desde Ambato y Latacunga. Eso lo denunciaron empleados de la Imprenta de la Casa. Y se dieron una serie de ilegalidades e irregularidades que fueron denunciadas públicamente por quien suscribe este artículo.

Por lo expuesto, se requiere urgentemente una reestructuración total y a fondo de la Casa de la Cultura Ecuatoriana “Benjamín Carrión”, bajo un enfoque integral y estratégico que tenga en cuenta algunas de las siguientes premisas: a) Realizar una evaluación de la situación actual de la Casa para tener un diagnóstico de la misma, incluyendo la estructura organizativa, los procesos internos, y el rendimiento de directivos y empleados. b) Definición de objetivos concretos señalando metas y objetivos generales y  específicos que alineen la misión de la Casa de la Cultura con las necesidades actuales de la sociedad ecuatoriana y del país. c) Revisión de la Estructura Organizativa institucional, analizando si la estructura jerárquica actual es la más adecuada y proponer cambios y reformas legales que permitan una mayor eficiencia y responsabilidad. d) Evaluación del desempeño de Directivos, Sede Nacional y Direcciones Provinciales, implementando un sistema de evaluación del desempeño que incluya reglas claras y objetivas para medir la efectividad de los directivos. e) Formación y Capacitación, proporcionando entrenamiento y desarrollo profesional para el personal administrativo, que permita a los funcionarios estar preparados permanentemente para cumplir con sus responsabilidades de manera efectiva. f) Fomento de la participación de la comunidad de artistas, escritores, científicos y gestores culturales, involucrándolos para la toma de decisiones y en el diseño de programas culturales y artísticos. g) capacitación de los enunciados en el punto anterior en el campo legal, para que conozcan y sepan los derechos culturales que les asisten. g) Revisar la legislación específica que regula el funcionamiento de la Casa de la Cultura y las obligaciones de sus directivos. h) Analizary evaluar las actuaciones de los directivos de la Casa, desde el 2012, para determinar si realmente han recibido sus remuneraciones y han cumplido o no las funciones asignadas por la Constitución y las leyes en su obligación de rendir cuentas. i)  Hacer un llamado e invitar a los creadores y gestores culturales, a fin de que, aporten con sus ideas y propuestas para esta profunda reestructuración de la Casa de la Cultura Ecuatoriana Benjamín Carrión.

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