¿QUIÉN FRENA LOS ABUSOS EN EL REGISTRO CIVIL?
POR JAIME CEDILLO FEIJÓO
“Si lograste engañar a una persona, no quiere decir que sea tonta, quiere decir que confió en ti más de lo que te merecías”.
El Gobernador del Azuay es incapaz de poner orden en el desorden y abusos que se cometen a diario en las oficinas de la Coordinación Zonal 6 del Registro Civil, a cargo del ciudadano José Pesántez Ochoa, el mismo que convirtió su despacho en perrera, el mismo que auspicia el nepotismo, para contentar a sus más “íntimos”” colaboradores; el mismo que fue denunciado por acoso laboral, cuya demanda está tramitándose en el Ministerio de Trabajo.
“El 6 de agosto del presente año, fui objeto de gritos y humillaciones por parte del Coordinador. Dr. José Pesántez, frente a colegas y usuarios de nuestra organización. Esta conducta no solo me hizo sentir avergonzada y humillada, sino que también creó un ambiente de trabajo hostil e intimidante. He sido mal vista, humillada. Pido de todo corazón paz y no acoso”. Presentar la denuncia por acoso laboral le costó una sanción disciplinaria y la amenaza de cancelación.
Este mal funcionario es el que obliga al personal a trabajar horas extras, incluso los fines de semana, sin remuneración, porque según su infame argumento, “tienen que ponerse la camiseta y sacrificarse, pero él y su circulo sí cobran horas extras, abandonando permanentemente su puesto de trabajo para ir bien acompañado a las brigadas, y a fin de mes recibir un pago extra, de tanto sudar la camiseta.
( El Ministerio del Trabajo realiza el seguimiento y monitoreo de las denuncias referentes al Acuerdo Ministerial Nro. MDT-2020-244 emitido el 25 de noviembre del 2020 y del Protocolo de prevención y atención de casos de discriminación, acoso laboral y/o toda forma de violencia contra la mujer en los espacios de trabajo, es así que; la servidora Delfa Olanda Sánchez Ambrosi ha presentado la denuncia por presunto discriminación, acoso laboral y/o toda forma de violencia ejercida en su contra)
El mismo Coordinador que encubrió al que fue detenido por conducir en estado etílico, disponiendo que se le haga constar en la bitácora como si estuviera de brigadas, cuando en realidad estaba preso, cumpliendo la sentencia que le impuso el juez (veinte días de pena privativa de libertad, misma que cumplió en el Centro de Privación de Libertad de Infractores de Tránsito (expediente 01U03-2023-81188).
El mismo que agrede verbalmente al personal honesto que dice: “lo siento, pero eso no puedo hacer porque es ilegal (Poder para emitir un pasaporte para un menor de edad, a través de una tercera persona no autorizada).
Para que la institución pueda entregar un pasaporte para un menor de edad, tiene que tener un Poder en regla, notarizado, sin intermediarios, es decir, una tercera persona no está autorizada, ni así sea amigo del “mandamás”, que a punta de groserías pretendió que la abogada Mónica Amoroso Cordero, Operativa de Servicios, extienda el documento. No obedecer la ilegalidad le costó el puesto, pues llana y sencillamente fue echada, se dio por terminado el contrato, así de simple. La profesional presentó la denuncia verbal al Gobernador del Azuay, pero recibió como respuesta el despido.
La política es: O te sometes a mis caprichos o te quedas sin trabajo. Y, la funcionaria que obró correctamente fue dejada en el desempleo. Toda esta cadena de abusos y arbitrariedades forman parte de la dolosa red de corrupción que se ha denunciado públicamente a través de los medios de comunicación y las redes sociales, sin recibir atención de las autoridades nacionales del Registro Civil. ¿Por qué será?
“Las Unidades de Administración de Talento Humano institucionales tienen la responsabilidad de garantizar el cumplimiento de las disposiciones emitidas en el Acuerdo Ministerial Nro. MDT- 2020 – 244 y en el Protocolo de Prevención y Atención de Casos de Discriminación, Acoso Laboral y/o Toda Forma de Violencia Contra la Mujer en los Espacios de Trabajo”.
Será este el Nuevo Ecuador que tanto ofrece el Presidente Noboa en sus costosas campañas publicitarias para la reelección.
El Observador
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