miércoles, 18 de septiembre de 2024

 

Violencia contra periodistas en Venezuela llega a niveles nunca antes vistos

Por Luis Fernando Cascante S
“Creo que el periodismo que estoy haciendo, telemático, a distancia, sin contacto humano directo, no es tan distinto al que estaría haciendo allá (en Venezuela) con la diferencia de que yo estaría mucho más nervioso de lo que ya estoy, y estaría teniendo peores pesadillas de las que ya tengo en las noches”.
Esas palabras son de Rafael Osío Cabrices, periodista venezolano exiliado en Canadá y editor de Caracas Chronicles, un medio en inglés que reporta la situación de Venezuela. Osío Cabrices compartió su relato en el Foro Pamela Howard de IJNet sobre Cobertura de Crisis, junto al periodista independiente y escritor Joaquín Sánchez Mariño, quien cubrió las últimas elecciones presidenciales de ese país.
Ambos coinciden en que los niveles de hostilidad y violencia contra los periodistas están en el punto más alto de la historia de Venezuela, luego de unas elecciones señaladas por la oposición como fraudulentas, y una serie de protestas masivas que ocasionaron la muerte de unas 24 personas.
Osío afirma que el miedo entre el gremio periodístico está más alto que nunca, y que dos periodistas de su equipo tuvieron que dejar el país y pasar a la clandestinidad. “La historia es que ha habido pocos periodistas presos o asesinados en comparación con países como México. Ahora se siente más la alianza (del régimen) con el crimen organizado y fuerzas militares, y esta fuerza actúa contra los periodistas. Nunca habíamos visto este nivel de hostilidad contra los periodistas. Nunca ha habido niveles de censura en Venezuela como los hay ahora”, comentó.
Desde el inicio de la campaña electoral, 10 periodistas han sido detenidos y ocho de ellos aún siguen encerrados, bajo acusaciones de “terrorismo”, “asociación para delinquir” e “incitación al odio”, de acuerdo con datos de Reporteros Sin Fronteras al 2 de septiembre.
Sánchez estructura el nivel de violencia del régimen hacia los reporteros en cuatro ejes: señalamientos y demonización de los periodistas de parte de Nicolás Maduro; cierre de medios y persecución judicial; intimidación física por medio de grupos de choque así como de militares; y el terror psicológico, que ocasiona la autocensura en los periodistas.
“Hice un reportaje con una amiga de un medio independiente en Venezuela y me pidió que no publicáramos el reportaje, esto es parte de la intimidación que hay (...). Se construye un miedo muy lógico a la hora de hacer el trabajo. El peligro de ser señalado por el presidente como enemigo, el peligro de que te hagan un juicio o el peligro de que te detengan, torturen y te hagan preguntas las fuerzas de seguridad. Eso hace que no se firmen las notas, ni se muestren sus lugares de trabajo”, relató.
El periodista agrega que el terror no solo se está aplicando a medios y reporteros, sino que se ha expandido por las redes sociales en contra de “influencers” y artistas venezolanos.
Ese es el caso de la influencer Lele Pons, quien tuvo un intercambio con Maduro y recibió una advertencia: “Decídanse si quieren seguir haciendo sus carreras, en primer lugar, con sus familias en Venezuela. Los usan, les pagan y después los abandonan”, dijo Maduro.
De acuerdo con su experiencia, Sánchez considera que los periodistas en Venezuela deben seguir una serie de cuidados extra para proteger su integridad.
“Yo generalmente intentaba publicar las notas una vez que me había movido del lugar de los hechos. Trataba de no dar pistas de mi ubicación o de mi hotel. Me movía mucho con la cédula de un amigo, para no aparecer en las listas de registros de hoteles en caso de que las pidieran. No aparecer en esas listas es un cortafuegos”, relató.

No hay comentarios:

Publicar un comentario