El observador

 DE TAL PALO TAL ASTILLA

La justicia gringa anunciará en los próximos días, la condena penal para uno de los más avezados delincuentes de cuello blanco del correísmo: Carlos Pólit, el que hizo de las glosas un negocio millonario. Su hijo, que también está siendo procesado, era uno de sus testaferros, al igual que otros familiares. Con el dinero que recibieron a cambio de desvanecer glosas, adquirieron propiedades y montaron negocios, en lugares exclusivos de Miami.

Pagaron millones a la justicia norteamericana para defenderse en libertad. Y, el prófugo de la justicia, jefe de la mafia, decía que no tiene ni para pagar un simple y triste abogado, porque estaban chiros. Aquí, en nuestro desdichado país, la justicia no le ha quitado ni un esfero.

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