domingo, 20 de septiembre de 2020

 

POR: Manuel Vallejo Chávez

 Publicado en la revista El Observador,edición 116)

 


Aniversario
Ejemplos a seguir en la actividad del periodismo comarcano son entre otros Fray Vicente Solano, que fue luz de la idea política, literaria, crítica, periodística; Manuel J. Calle, verdadero dictador de la opinión y de la prensa en el Ecuador, quien, según algunos críticos, fue leído con más gusto que el mismo Juan Montalvo, que condenó el servilismo de quienes hacen de la pluma una “cuchara”.



Cuenca cumple en el mes de abril 463 aniversario de fundación, hecho acaecido el 12 de abril de 1557, sobre las ruinas de la ciudad incaica de Tomebamba y de la ciudad Cañari de Guapondelig, por Gil Ramírez  Dávalos, cumpliendo  órdenes del virrey del Perú, Andrés Hurtado de Mendoza. Desde los remotos días de la historia aborigen, Cuenca ya se perfilaba como la brillante   cuna predestinada de hombres y mujeres que han hecho eco en los anales de su historia, por las cualidades de su valor y espíritu, virtudes que le han permitido a esta hidalga cuidad su desarrollo y grandeza, constituyéndose en orgullo para la Patria Ecuatoriana.
Con esta brevísima introducción, en el marco de esta magna fecha, cuyas memorias han sido puestas en valor con mayor amplitud y conocimiento por múltiples historiadores, creo justo y oportuno referirme a otro acontecimiento relacionado con el ejercicio del periodismo en nuestra comarca, el 22 aniversario de fundación de la revista “El Observador”, cuya primera publicación circuló en abril del año 1998, bajo la dirección de su fundador el destacado periodista Jaime Cedillo Feijóo. En la portada se destacó la imagen del distinguido sacerdote Luis Alberto Luna Tobar, quien también fue articulista de este prestigioso medio de comunicación, mismo que nace entendiendo que la función periodística tiene como enunciados básicos el servicio a la sociedad, el renunciamiento del yo personal y mezquino, para servir a los anhelos, aspiraciones y exigencias de la colectividad, sobre todo de la más vulnerable.
Justicia, libertad, honestidad, han sido, entre otros, los principios que han guiado y tutelan el ejercicio del periodismo a todos cuantos han colaborado y contribuimos en la revista “El Observador”, medio de comunicación independiente y pluralista, su único compromiso es con la verdad, y con las justas causas del hombre y de su territorio; sin embargo de lo cual, cuando el ejercicio del periodismo está inspirado en los principios de libertad e  independencia, y su meta es el bien común, los periodistas no están exentos de ciertos riesgos, como el de ser vejados, amenazados, enjuiciados, privados de su libertad, y hasta asesinados. Jaime Cedillo Feijóo, en su apasionada labor periodística, ha tenido que enfrentar algunas vicisitudes, como el juicio penal instaurado por el doctor Caupolicán Ochoa Neira, en su momento abogado del ex presidente Rafael Correa Delgado, por el solo hecho de haber compartido un reportaje publicado en la Revista Digital “VérticeNews”, bajo el título:  “La Ruta Criminal del Oro Ecuatoriano”, la jueza que conoció la causa, con buen criterio, resolvió ratificar su estado de inocencia.
Los 22 años de vida de la revista “El Observador”, constituyen un acontecimiento de trascendental importancia para el ejercicio del periodismo en nuestra ciudad y provincia, puesto que, representa un gran esfuerzo y responsabilidad por parte de su director-fundador, y de su equipo de redacción, diseño y diagramación. Lograr su circulación bimestral, y satisfacer los requerimientos de información y opinión de un público que es el mejor juez, y que cada vez es mayor, reconociendo a este medio de comunicación como parte de su vida diaria y de la historia de nuestra región, que hoy, además, a tono con los avances de la tecnología ofrece su servicio periodístico a través de una radio online identificada con el mismo nombre: www.radioelobservador.com
Ejemplos a seguir en la actividad del periodismo comarcano, son entre otros: Fray Vicente Solano, que fue luz de la idea política, literaria, crítica, periodística; Manuel J. Calle, verdadero dictador de la opinión y de la prensa en el Ecuador, quien, según algunos críticos, fue leído con más gusto que el mismo Juan Montalvo, que condenó el servilismo de quienes hacen de la pluma una “cuchara”.
La encomiable trayectoria de “El Observador” y principalmente de su director-fundador, han merecido el reconocimiento ciudadano y de notables historiadores, como el del doctor César Augusto Alarcón Costa, quien ha hecho constar en su obra “Diccionario Biográfico Ecuatoriano” una reseña del periodista Jaime Cedillo Feijóo; y, del doctor Juan Cordero Iñiguez, destacado Cronista Vitalicia de Cuenca, que ha reconocido a Jaime Cedillo como una de las personalidades más notables en el devenir histórico de los últimos 50 años de Cuenca, razón por la cual ha destacado su nombre en el volumen X de la “Historia de Cuenca y su Región” .
Concluyo, felicitando al amigo y compañero de batallas, por hacer posible la publicación de nuestros modestos aportes periodísticos en la revista de su dirección, que hoy está de plácemes; y destacando una opinión del periodista Roberto Aguilar, quien a   propósito de la crisis mundial provocada por el denominado corona virus,  ha publicado un diario relacionado con la cuarentena en nuestro país, y con relación a los días 12 y 13, bajo el título: “Un periodista no da sermones”, introduce su opinión con el texto: “Dicen que el coronavirus lo cambiará todo. ¿También el periodismo? Hay cosas que debemos mantener a toda costa”; y concluye manifestando: “El coronavirus podrá cambiar al mundo todo lo que quiera, pero hay cosas que debemos conservar a toda costa. Una de ellas, la idea de un periodismo que reivindica la duda, que no se sitúa por fuera, mucho menos por encima de su comunidad ni le da sermones. En fin, el buen periodismo de toda la vida” 

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