miércoles, 10 de junio de 2015

La gallina de los huevos de oro y las herencias (Intercalación)



Erase un país tan pobre, tan pobre, que ni siquiera poseía una vaca. En lugar de casas de cita tenía chozas de paja. Era el más pobre de la región y resulta que un día, su Presidente. Trabajando en Carondelet y lamentándose de su suerte, apareció un enanito verde que le dijo:
Señor Pdte. he oído tus lamentaciones y voy a hacer que la mala fortuna de tu patria cambie. Toma estas gallinas; son tan maravillosas que todos los días ponen huevos de oro y toma además la riqueza de la gente que la produce mediante impuestos. Pide prestado a los chinos y págales con petróleo.
El enanito desapareció sin más ni más y el Dictador llevó las gallinas a su oficina y endeudó al país y cobró impuestos. Al día siguiente, ¡oh sorpresa!, encontró muchos huevos de oro. Los puso en canastas, la plata de los impuestos cayó y cayó como tormenta, los créditos también llegaron y el Estado se llenó de plata. A los siguientes días el Dictador fue con las gallinas de oro a los mercados internacionales, donde vendió los huevos de oro a precio de huevos podridos.
Al día siguiente, loco de alegría, encontró más huevos de oro. ¡Por fin la buena fortuna había entrado a su pais! Todos los días tenía más huevos de oro y más impuestos de la gente que producía la riqueza.
Fue así que poco a poco, con el producto de la venta de los huevos, fue convirtiéndose en el Presidente más popular del sub continente, empero una insensata avaricia hizo presa su corazón y pensó:
¿Por qué esperar a que cada día las gallinas pongan huevos de oro? Porque esperar que la gente productiva pague sus impuestos si es mejor quitarles sus herencias, tanto las que heredaran cuanto las que dejaran a sus hijos.
Pensó mejor : mato la gallinas de los huevos de oro y descubiré la mina dee oro que las bipedas plumes llevan dentro. Tomaré tambien las herencias y descubriré las mina de oro que los contribuyentes llevan dentro.
Y así lo hizo pero en el interior de la gallina no encontró ningunas minas. Tampoco encontró herencias de los ricos pues éstos con sus dineros huyerón a los países vecinos. A causa de la avaricia tan desmedida que tuvo el Dictador, este tonto proceder malogró la fortuna que el pais tenía.
( Intercalacion)
Pablo Guerrero Martínez
10 de junio-2015
Praga desde el exilio

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