miércoles, 24 de junio de 2015

¿Los pueblos tienen los gobernantes que se le parecen?
¿Habrán tomado conciencia aquellos que escribían y gritaban: “Prefiero ser cachorro del León que borrego del maricón”?. Solo en esta pequeña frase una serie de conceptos anacrónicos y degradantes: “León”, el más conspicuo representante de la derecha ecuatoriana. “Maricón”: pensamiento xenofóbico y homofóbico. “Borrego”, utilización de los animales para denigrar a los seres humanos. Y así otros animales: rata, vaca, burro, mula, gallinazo, sapo, perro...
22 de junio del 2015
POR: Atawallpa Oviedo Freire
Investigador del pensamiento y episteme indígenas. Fundador de la Multiversidad Yachay Wasi. Impulsor del "indianismo".
Esos son los demócratas que critican la dictadura de Correa y que reclaman por la libertad de expresión, que antes aplaudían la dictadura de León y que ahora la rememoran".
“El efecto de quitarles a los que trabajan para regalar a los que no trabajan y enriquecer a los que gobiernan”. Mensaje en Facebook.
Me ha indignado lo que ha hecho el correismo en estos 8 años, y últimamente la improvisada, demagógica, inoportuna y parcial ley de las herencias y de la plusvalía.
Sin embargo, no me olvido de lo que ha hecho también la extrema derecha en estos 500 años y muy particularmente la indignación que me causó lo que hicieron recientemente sus hijos: León Febres Cordero, Sixto Durán Ballén (Alberto Dahik) y Jamil Mahuad.
Pero, asimismo, me ha indignado la reacción virulenta y rabiosa del pensamiento conservador contra el pueblo ecuatoriano -a pretexto de hacerlo contra Correa-, y que se resume en una de las frases expuestas en la av. de los Shyris: “Correa robas a los que han trabajado toda la vida para regalarles a los vagos que nunca han trabajado”.
Hay, y hay anticorreistas. Hay los que quieren regresar a la época febres-borjista (desde la social- democracia hasta la extrema-derecha pasando por el populismo), hay los que quieren llegar al poder o tomarse el poder, hay los que quieren una toma de conciencia para rebasar los 500 años de invasión permanente del pueblo y muy especialmente los últimos 30 años de neoliberalismo y neodesarrollismo. De estos grupos, en su gran mayoría los anticorreistas que estuvieron en las manifestaciones de la avenida de los “Shyris”, pertenecen a sectores medios y populares, que con un pensamiento oficial o de defensa del establishment se identifican con la ideología dominante de tipo empresarial: la propiedad privada, la competencia, la excelencia, el emprendimiento individual, el consumismo, la rentabilidad, la concentración de la riqueza, etc.
Por eso resulta extraño leer a Roberto Aguilar, en referencia particular a lo sucedido en la avenida de los Shyris, cuando dice: “Así que sigan no más, la gente ya estalló. Ante eso no hay retorno. Y no lo hay porque el estallido de la multitud es una toma de conciencia”. ¿Hay una toma de conciencia? Pues no lo creo. Si fuera así otros hubieran sido los carteles, las expresiones y los epítetos lanzados por correistas y anticorreístas, muchos de los cuales han sido recogidas por el mismo Roberto Aguilar o José Hernández, y que no reflejan que haya un cambio o toma de conciencia. Lo que se puede visualizar, es el mismo tipo de pensamiento que ha conducido al mundo a una grave crisis ecológica, sanitaria, alimentaria, ética, económica, espiritual, tanto por privatistas como por estatistas, las dos caras de la misma moneda.
¿Habrán tomado conciencia aquellos que escribían y gritaban: “Prefiero ser cachorro del León que borrego del maricón”?. Solo en esta pequeña frase una serie de conceptos anacrónicos y degradantes: “León”, el más conspicuo representante de la derecha ecuatoriana. “Maricón”: pensamiento xenofóbico y homofóbico. “Borrego”, utilización de los animales para denigrar a los seres humanos. Y así otros animales: rata, vaca, burro, mula, gallinazo, sapo, perro...

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