martes, 8 de abril de 2014

Sin prensa no hay libertad



La libertad de prensa está siendo vulnerada en Venezuela por las decisiones arbitrarias del Gobierno y las sanciones administrativas y judiciales que pesan sobre directivos y periodistas de medios que se apartan de las versiones oficiales sobre lo que está sucediendo en ese país.
La prensa ha sido sometida a un acoso pertinaz por el gobierno del presidente Nicolás Maduro. Una suma de hechos, entre los que se destaca la restricción de divisas para la importación de papel, arroja el cierre de 13 diarios y la reducción del paginaje de 17. La prensa escrita no afín al Gobierno está en riesgo de desaparecer.

Silenciar o amordazar a la prensa suele ser el primer paso que dan los gobiernos que desbordan los linderos democráticos. Desconocerlos, mediante cualquier acción u omisión, da origen a obstáculos para el ejercicio de las libertades que un Estado de derecho debe garantizar a sus ciudadanos.
De ahí que la libertad de prensa o de información adquiera una dimensión tan importante como fundamento de los derechos ciudadanos. En la Declaración de Chapultepec quedó claramente establecido que el ejercicio democrático no puede existir ni reproducirse sin la libertad de expresión.
En esa declaración adoptada en la Conferencia Hemisférica sobre Libertad de Expresión celebrada en México, D.F., en marzo de 1994, se establece que "sin libertad no puede haber verdadero orden, estabilidad y justicia. Y sin libertad de expresión no puede haber libertad".
Tal declaración, acogida por las naciones democráticas del continente, consigna que la libertad de prensa es un "derecho inalienable del pueblo" y no una concesión de las autoridades, pues sin ella "no hay personas ni sociedades libres".
Por eso, para los diarios del continente la libertad de prensa en Venezuela, además de ser una bandera de solidaridad se erige como una lucha en defensa de un bastión de la libertad.
La Relatoría Especial para la Libertad de Expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) considera que "la situación de la libertad de expresión en Venezuela (…) es grave porque el marco jurídico es de enorme ambigüedad y el Gobierno tiene facultades muy fuertes para sancionar a los medios o incluso sacar a los medios del aire".
Así mismo, el Instituto Prensa y Sociedad de Venezuela lleva un registro de 65 casos de violaciones a la libertad de expresión y el derecho a la información, en un mes y medio de protestas ciudadanas en varias ciudades venezolanas.
Ante las violaciones y arbitrariedades que hablan de un uso abusivo del poder, que somete por asfixia a la prensa escrita, al negarle las divisas necesarias para abastecerse del papel, un insumo esencial en su labor, la prensa colombiana y latinoamericana han reaccionado con una campaña de aliento al pueblo venezolano y de respaldo a sus medios.
A los comunicados de estos últimos que instan a respetar los cauces democráticos, que rechazan la represión y uso de la fuerza y la restauración de libertades, se suma la publicación de una página diaria, "Todos somos Venezuela" con noticias sobre ese país.
Y como una acción simbólica, pero que, de hecho, hace palpable esa solidaridad, ayer salieron desde Cartagena 52 toneladas de papel para diarios venezolanos, en calidad de préstamo, de periódicos afiliados a la Asociación Colombiana de Editores de Diarios y Medios Informativos (Andiarios).
Ojalá no haya problemas para que estos 75 rollos de papel lleguen a sus destinatarios y se produzcan nuevas ediciones que den cuenta del interés que la defensa de la libertad despierta entre los diarios colombianos, bajo el convencimiento de que "sin libertad de prensa no hay democracia".

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