martes, 22 de abril de 2014

Informe pone fin a “denuncia”



Por Jaime Cedillo Feijóo
 Ante la presión de ciertos “personajes” que se dedicaron a lanzar lodo con ventilador, con respecto a la donación de un terreno para el Colegio de Periodistas del Azuay, gestión que se realizó durante la presidencia del licenciado Manuel Vallejo Chávez; la administración municipal de Cuenca, ratificó, una vez más, los pronunciamientos dados  sobre este caso, con abundante documentación de sustento. Con fecha 28 de marzo del presente año, los funcionarios municipales Pablo Peñafiel Tenorio, Director de Avalúos, Catastros y Estadísticas; Boris Xavier Landívar Villagomez, Director de Control Municipal; y, Carlos Chávez Rodríguez, Director de Planificación, le informan al Secretario del Concejo Cantonal, Ricardo Darquea Córdova (oficio DP-0629-2014), que ante el pedido del Síndico Municipal, Jorge Moreno Yánez,  para que se amplíen los reportes técnicos, concluyen que el terreno motivo de la polémica y del escándalo, no es municipal (las negritas son de la revista).

En la parte pertinente, el informe señala textualmente lo siguiente: “Se ha procedido a revisar copia digital del plano Director de la ciudad de 1974, en el que se puede apreciar que el sector comprendido dentro de las calles Juan de Velasco, avenida González Suárez y una línea imaginaria paralela a la avenida Paseo de los Cañaris, consta dentro de una zona marcada en la simbología de dicho plano como “futuras áreas de uso comunal”. Toda esta zona en la actualidad se encuentra consolidada con edificaciones y vías”.
“En la copia digital del plano Director de la ciudad aprobado mediante ordenanza el 5 de octubre de 1983 y publicado por el IGM en abril de 1984, el predio en referencia NO CONSTA COMO AREA VERDE DE LA CIUDAD” (las mayúsculas son de la revista).
“De acuerdo al plano Director de la ciudad aprobado por el I. Concejo Cantonal el 30 de julio de 1992 y publicado en el registro oficial número 244 el 30 de julio de 1993, el predio en referencia NO SE ENCUENTRA CATALOGADO COMO AREA VERDE DE LA CIUDAD” (las mayúsculas son de la revista).
“ Finalmente, existe en circulación, un plano de la ciudad, en el cual el predio en referencia se encuentra marcado como área verde. Dicho plano no registra aprobación del I. Concejo Cantonal” (las negritas son de la revista).
Este caso infame, inició en octubre de 2011, cuando como consecuencia de una carta con términos injuriosos en contra del ex Presidente del Colegio de Periodistas del Azuay, dirigida al Alcalde de Cuenca, Paúl Granda, los firmantes en respaldo  a la Señora Bertha Jara Peña, quien es propietaria de un inmueble junto al predio del gremio, cuyo cerramiento frontal se encuentra fuera de línea de fábrica, ocupando espacio público, solicitaban: “…una investigación sobre la donación de un terreno supuestamente de propiedad del señor Jorge Vélez Berrezueta, realizada hace varios años a favor del Colegio de Periodistas.”, fueron sentenciados en primera instancia a cumplir una pena de tres meses de prisión por las injurias proferidas en dicho documento.  
En segunda instancia, por las presiones políticas,  lograron revocar la sentencia, misma que por el recurso de casación interpuesto por las partes, quedó en firme, por cuanto a  petición del querellante, sus abogados no asistieron a la audiencia de sustentación del recurso de casación, misma que fue declarada en abandono. Vallejo consultado sobre este punto, aclaró que la no comparecencia de sus abogados, se debió a un pedido verbal, del abogado Juan Carlos Salazar, defensor de dos de los querellados.
Indicó además que aún sigue pendiente que las autoridades municipales (obras públicas y control urbano), den cumplimiento a la resolución  Nº SG-037-2013, dictada por el Alcalde Paúl Granda, en fecha 11 de abril de 2013, mediante la cual resuelve: “RATIFICAR la resolución emitida por el señor Comisario de Ornato y Construcciones, declarando con lugar el juzgamiento en contra de la señora Bertha Leticia Jara Peña, cónyuge sobreviviente del señor Jaime Berrezueta Martínez y su heredero Diego Fernando Berrezueta Jara, por la comisión de la infracción en referencia, debiendo al efecto, contando con el ejecutorial correspondiente, según el avalúo practicado en el informe técnico, no se le impone multa, por el cerramiento frontal y parte de los cerramientos laterales que se encuentran fuera de línea de fábrica, desplazados hacia la vía pública ocupando la calle de retorno en 1,26 metros cada uno y el cerramiento frontal en una longitud de 11 metros”. Además, a la parte infractora, se ordena demoler y el retiro de la parte afectada, previo a ello, tramitar una nueva licencia urbanística (línea de fábrica) en la Dirección de Control Municipal y colocar el nuevo cerramiento tanto frontal como lateral norte donde se fije la misma, es decir, deberá dejar libre el área ocupada del espacio público, para lo cual se le concede el plazo de treinta días para cumplir lo ordenado una vez se encuentre ejecutoriada la presente resolución. La  resolución se encuentra ejecutoriada y en firme, sin embargo, y pese haber  transcurrido un año aproximadamente de lo resuelto, hasta la presente fecha, no se da cumplimiento con la demolición total del cerramiento levantado en espacio público, pues en agosto del 2013, se procedió con la demolición parcial de dicho cerramiento, pero abusivamente y en total desacato a la autoridad, los infractores volvieron a levantar otro cerramiento en el mismo espacio público que fue parcialmente recuperado.
Lo paradójico de este asunto es, que quienes pidieron una exhaustiva investigación sobre el predio donado al Colegio de Periodistas del Azuay, pretendieron, sin fundamento, que el municipio recupere el terreno en mención, con el argumento de que es un espacio público, respaldando a la señora Bertha Jara Peña, quien sí probadamente es propietaria de un bien inmueble, cuyo cerramiento se encuentra fuera de línea de fábrica y, por lo tanto, ocupando espacio público.
Así termina una de los casos más infames que se han dado en la ciudad, por el simple “delito” de haber trabajado incansablemente, hasta conseguir que el gremio de periodistas del Azuay, tenga en calidad de donación, un terreno para que algún día pueda construir su propia sede. Lo reprochable también fue que el Alcalde saliente, permitió que se manche el honor de los ciudadanos Manuel Vallejo Chávez, ex Presidente del Colegio de Periodistas, y de Jorge Vélez Berrezueta, que fue quien donó desinteresadamente el terreno de su propiedad; y el de sus familias, cediendo a las presiones de “personajes” cuestionados.

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