martes, 8 de abril de 2014

Los asambleístas oficialistas no firmaron por el Yasuní



Los Yasunidos tuvieron dificultades para acceder a las oficinas de la asamblea
El colectivo entregó ayer una petición a la Presidenta de la Asamblea para que investiguen la presencia de pueblos no contactados en el Parque Nacional Yasuní. Virgilio Hernández, de AP, dijo que no firmaba y ya.
Con carteles y formularios llegaron ayer cerca de 20 jóvenes del colectivo Yasunidos a la Asamblea Nacional.
Su ingreso fue obstaculizado, pese a que la asambleísta de Pachakútik Magali Orellana hizo la gestión para el uso de la sala.

Recién a las 10:10, los chicos pudieron ingresar. El objetivo fue denunciar “el avistamiento de pueblos no contactados, en el bloque 31 del Parque Nacional Yasuní” y recolectar firmas para impulsar la consulta popular que evite la explotación.
Con los formularios en las manos y las consignas de “firma por la vida, firma por el Yasuní”, los jóvenes quisieron recorrer la Asamblea. Sin embargo, ni siquiera lograron salir del pasillo del segundo piso del Aula 1. Un cerco de seis miembros de seguridad impidió su paso.
En ese momento, Gastón Gagliardo, de Alianza País, apareció en escena y dio su no rotundo a los jóvenes. No firmó el formulario. “Si ustedes tienen una posición, yo la respeto -dijo-, pero no la comparto”. El asambleísta se comprometió a recibirlos la próxima semana para una reunión con la Comisión de Biodiversidad, presidida por Carlos Viteri, y luego a una exposición en el Pleno sobre el Yasuní.
Pese a no haber obtenido la firma, el entusiasmo de los chicos continuaba en la Asamblea. “¡Virgilio, firma por el Yasuní! ¡Gabriela, firma por el Yasuní!”, eran las consignas que gritaban los jóvenes.
Detrás del cinturón de seguridad, los oficinistas adelantaban el paso sin mirar a los Yasunidos. Atrás del cordón de seguridad salió Virgilio Hernández, que tampoco firmó. “No voy a firmar, no lo voy hacer”, fue la respuesta del legislador frente al acaparamiento de los jóvenes que le insistían con los formularios.
“Creo que la resolución de la Asamblea concilia las necesidades de preservar un patrimonio como el Yasuní -dijo Hernández- pero también las necesidades de recursos para poder enfrentar los problemas del país”.
Su respuesta no resolvió las inquietudes de los chicos, entre los que había sociólogos, universitarios y activistas ambientales. Ellos demandaban que la Asamblea interfiera y cese la actividad extractivista en el bloque 31 del parque.
Tanto los jóvenes como Hernández presentaron sus argumentos en el pasillo de la Asamblea. Los pueblos no contactados, el desarrollo, la vida, la democracia, los derechos..., fueron algunos de los planteamientos.
Mientras el asambleísta oficialista respondía los cuestionamientos de los Yasunidos, su asesor Fernando Buendía comentaba en susurros que él ya firmó por el Yasuní y que hace 30 años ya se lo esta explotando.
Diez minutos duró el ir venir de argumentos. Hernández, finalmente, abandonó el pasillo. Su argumento para escapar de los Yasunidos fue solo que no firmará y ya. Luego de su salida, los guardias del Legislativo desalojaron a los jóvenes. Los fotógrafos y periodistas también salieron.
A la salida, cerca de las 11:30, no lograron recolectar una firma más. La guardia también se negó a firmar. (Red. HOY)
Los pueblos no contactados a la Asamblea
Los miembros del colectivo Yasunidos denunciaron ayer en la Asamblea Nacional la presencia de pueblos en aislamiento voluntario en el bloque 31 del Yasuní.
Su denuncia se basa en el testimonio del sacerdote capuchino José Miguel Goldáraz, del Aguarico. En una entrevista con El Comercio, el sacerdote relata que los obreros salieron asustados al ver indígenas desnudos en esa área.
Eduardo Pichilingue, miembro del Observatorio de Derechos Colectivos del Ecuador, dijo que, ante la presencia de estos pueblos, se debe parar de inmediato la actividad extractivista. Él basa su argumento en el inciso 21 del artículo 57 de la Constitución, que señala que los territorios que habitan los pueblos no contactados son intangibles y que queda vedado el extractivismo.
En la rueda de prensa ocho Yasunidos llevaban carteles en defensa de los pueblos Taromenane y Tagaeri. Su solicitud de cese de la actividad en el bloque 31 fue entregada a la asambleísta de Pachakútik Magali Orellana. la que entregó la misma a la Presidencia de la Asamblea. Otro de los pedidos fue que la Fiscalía haga un peritaje antropológico en el lugar.

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