El dictador Maduro quiere influir en el país
El pedido de la dictadura venezolana para intercambiar salvoconductos con Ecuador y Argentina, incluido el del exvicepresidente Jorge Glas, es una muestra de que el socialismo del siglo XXI está dispuesto a influir en la región.
La canciller Gabriela Sommerfeld confirmó el pedido de Venezuela –muy similar al que ya hizo México-. A cambio de seis opositores refugiados en la Embajada de Argentina, pedían liberar a un venezolano chavista en Argentina y a Jorge Glas en Ecuador.
Este hecho de hace tres meses demuestra que la agenda de este grupo político está encaminada a la impunidad de sus miembros. Hay que recordar que en Venezuela, con total protección del chavismo, hay ecuatorianos con órdenes de captura vigentes y que han encontrado en Nicolás Maduro el mejor aliado para burlar a nuestra Justicia.
Por eso, las conveniencias políticas no pueden ser las que manden o influyan en los temas judiciales, ni en el país ni en la región.
Maduro se ha convertido en un dictador de la izquierda, buscado por Estados Unidos luego de ser acusado de narcoterrorismo y tráfico de cocaína. Hay una recompensa de $15 millones. Pero se ha mantenido gracias al terror en la población.
Los venezolanos, que han llegado incluso a Ecuador huyendo del régimen, han dado las alertas del alto grado de cinismo que tienen los chavistas y sus aliados para justificar las violentas acciones para seguir en el poder.
En la próxima campaña electoral, políticos y ciudadanos deben estar atentos para que este régimen no intervenga en la elección, ni por un mal aplicado pragmatismo ni por compadrazgo ideológico.
No hay comentarios:
Publicar un comentario