lunes, 9 de diciembre de 2024

 

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NO HAY PLAZO QUE NO SE CUMPLA, NI DEUDA QUE NO SE PAGUE

Público



POR JAIME CEDILLO F.
“Se entiende por violencia de género cualquier acto violento o agresión, basados en una situación de desigualdad en el marco de un sistema de relaciones de dominación de los hombres sobre las mujeres que tenga o pueda tener como consecuencia un daño físico, sexual o psicológico, incluidas las amenazas”.
No es una, no son dos, son varias denuncias que se han presentado en contra del alcalde de Cuenca, Cristian Zamora Matute, por violencia política de género. Las mujeres ofendidas no se han atrevido a decir públicamente: “YO HE SIDO UNA VÍCTIMA MÁS”, por temor a represalias. Eso no ocurrió con la señora Teresita Bermeo, activista política y candidata a asambleísta, que presentó la acusación ante el Tribunal Contencioso Electoral, con la ayuda de su abogado Leonardo Morales. Ella, en declaraciones a los medios de comunicación, en la Glorieta del Parque Calderón, cuestionó los casos de nepotismo en la administración municipal de Zamora. Enseguida Zamora, le respondió amenazante: “Esta recadera política tendrá que responderle a Cuenca”. Le enjuició penalmente por calumnia.
El proceso legal está en marcha, en manos del juez ponente Álvaro Lucero Espinoza, quien con sus expresiones ha demostrado tener afinidad y admiración por el alcalde: Al respecto, el abogado Morales en un escrito presentado, señala: “mostrando en todo el transcurso de la audiencia así como en su sentencia que tiene UNA GRAN AFINIDAD Y ADMIRACIÓN por el señor Alcalde de Cuenca CRISTIAN EDUARDO ZAMORA MATUTE, y no un apego a las leyes y a la Jurisprudencia, así como a nuestro criterio para usted es más importante el “HONOR” del funcionario público alcalde de Cuenca, y desprecia el derecho en su sentido de hacer JUSTICIA y equiparar los poderes públicos a los simples ciudadanos, solicito conforme lo determina el Art. 572 del COIP que se EXCUSE DE SEGUIR CONOCIENDO LA CAUSA”.
Y, concluye el escrito manifestando: “De igual manera consideramos que usted no es un Juez que pueda impartir Justicia como corresponde al haber sido trasladado a la ciudad de Cuenca, durante la administración del Consejo de la Judicatura del hoy sentenciado Director Wilman Terán, alias “El Diablo”.
Volviendo al caso de la denuncia aceptada a trámite en el TCE, el 16 del presente mes a las 10h30, se llevará a cabo la audiencia única de pruebas y alegatos, para que rindan su testimonio la acusadora y el acusado de infracción electoral muy grave.
Por su parte, la concejal Diana González, presidente de la Comisión de Fiscalización del Concejo Cantonal de Cuenca, también víctima de agresión verbal por parte del burgomaestre Zamora Matute, declaró que con su abogado, está preparando la respectiva querella, misma que será entregada en los próximos días.
Hay otro lamentable caso de violencia política de género, que el alcalde cometió en contra de una ciudadana de la tercera edad, durante un recorrido de obras, en presencia de funcionarios municipales, cuando la ofendida le consultó la posibilidad de construir unas gradas en un espacio verde que viene siendo utilizado por los peatones durante años. La respuesta del Zamora fue la agresividad verbal y física en contra de la señora, que quedó sorprendida, aturdida, conmocionada, por la furia del representante de la ciudad patrimonial.
Luego, Zamora, para lavarse las manos, se hizo la víctima, asegurando que le están chantajeando, que tiene las evidencias, el video, pero hasta la fecha no ha hecho público la tal prueba, a pesar de que se le solicitó mediante oficio demostrar su afirmación. Así ha quedado exhibido ante la opinión pública que miente, que su conducta no es la correcta, que intimida, que amenaza, que una pertinaz mediocridad ahoga a la paupérrima administración municipal, “liderada” por un “personaje” que usa y abusa de la paciencia del pueblo, que ha roto los límites, que ha ido más allá de lo posible, convertido en un político gárrulo, hipócrita y ridículo”.
Que el Tribunal Contencioso Electoral, sancione al insolente con la máxima pena que determina el Código de la Democracia.
“A veces prefiero hablar con obreros y albañiles, que con esa gente estúpida que se hace llamar culta”.
El Observador

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