sábado, 3 de marzo de 2018

Las cinco familias y el Ecuador de hoy




Alberto Dahik Garzozi

Nombres famosos: Lucchese, Bonanno, Gambino, Genovese y Colombo. Cinco familias mafiosas que operan desde Nueva York.
Actividades: casinos y juegos ilegales, drogas, prostitución, lavado, chantaje, usura, contrabando, secuestro, extorsión. Llevaron a Nueva York a un punto crítico: en los 70 incumplió sus deudas. Una de las más extraordinarias ciudades del mundo, estaba mortalmente herida.
Estas familias con sus actividades mafiosas habían logrado lo imposible: daba miedo ir o pánico vivir ahí.
Hubo sin embargo un sorprendente punto de inflexión: el asesinato del gran capo Paul Castellano, gestado por John Gotti, el cual se convertiría en el más famoso gánster de los Estados Unidos. Ocurrió en el restaurante Sparks, a cuya fantástica comida la acompaña una de las mejores cartas de vinos del mundo.
Los expertos consideran que con este episodio se inicia el gran decaimiento de las cinco familias, y el inicio de la recuperación de la ciudad.
Gotti traspasó todo límite, incluyendo el de los mafiosos, pues hasta ellos tienen un código. Phil Scala, agente del FBI experto en la mafia, así lo afirmó. Salvatore Gravano, lugarteniente de Gotti, se volvió colaborador del gobierno y su testimonio puso a Gotti y a otros mafiosos tras las rejas para siempre. Gotti murió en la cárcel. Sus tres compinches, Frank DeCicco, Eddie Lino y Bartolomeo Borriello, fueron ajusticiados por orden de las familias Lucchese y Genovese.
El esfuerzo de Nueva York, a través de la confluencia de hechos felices dio frutos para convertirla en la ciudad más segura, y en la renovada “capital del mundo”. Un comisionado de policía de excepción, Bill Bratton; un alcalde que cuando fue fiscal persiguió a la mafia, Rudy Giuliani; y una acción efectiva del FBI, dieron finalmente sus frutos.
La conversación en la cual un presidente de la Asamblea dice que “el fiscal no quiere cumplir los acuerdos” es similar al asesinato de Paul Castellano en el Sparks. Está fuera de todo protocolo, aun mafioso, el que un presidente de la Asamblea haga un pacto con un fiscal y un contralor. Este debe ser el punto de inflexión para que la peor mafia de la historia ecuatoriana, que tiene al país en una situación de quiebra como estaba Nueva York en los años 70, sea destruida, y comience entonces a renacer el Ecuador, que jamás imaginó que tanta putrefacción se hubiera podido juntar en tan poco tiempo.
Está fuera de todo protocolo, aun mafioso, el que un presidente de la Asamblea haga un pacto con un fiscal y un contralor. Este debe ser el punto de inflexión para que la peor mafia de la historia ecuatoriana sea destruida y comience entonces a renacer el Ecuador, que jamás imaginó que tanta putrefacción se hubiera podido juntar en tan poco tiempo.
Ahora preguntamos si inocentes policías y militares están presos, y si otros murieron innecesariamente en un hecho que podría ser un crimen de lesa humanidad. Ahora nos preguntamos si un fiscal sin alma, quien no puede quedar en la impunidad por toda su gestión fatídica, fabricó pruebas para encarcelar a Galo Lara. Ahora se nos hace meditar si Quinto Pazmiño y su esposa, Fausto Valdivieso, el general Gabela, un paracaidista del Ejército, un posible delator de la valija diplomática y otros desaparecidos pueden tener un Gotti atrás. Todo esto demanda ser investigado profundamente.
Las cinco familias tenían un menú de crímenes y delitos. La familia Revolución Ciudadana lo tuvo más amplio: saqueo: Banco Central, Fondo de los Maestros, utilidades de los trabajadores, IESS, Issfa, Ispol, Fondo de estabilización del petróleo. Aumento ilegal de la deuda con tasas de usura. Falseamiento de los datos: deuda, empleo, crecimiento. Ataque mortal a la Universidad, especialmente a las privadas. Mordaza a la prensa. Politización de la justicia. Obra pública con sobreprecios impresentables. Destrucción de la institucionalidad del Estado. Quiebra de los medios de comunicación públicos, quiebra de TAME. Elevación del cinismo a la categoría de virtud cívica. Fomento del odio de clases y la división entre los ecuatorianos. Asfixia regulatoria que impide producir y avanzar. Ataque a la institucionalidad de las Fuerzas Armadas y debilitamiento de sus unidades de Inteligencia. Fomento de la subversión interna en FF.AA., promoviendo que tropa y suboficiales se rebelen contra los oficiales. Desmantelamiento de nuestra capacidad militar que genera sospechas de favorecer al narcotráfico. Acercamiento y fondos de campaña de las FARC. Sistema electoral que garantizaba a un solo partido para siempre. Creación del Estado candidato, del Estado todopoderoso. Sistema educativo de adoctrinamiento político, para envenenar al tesoro de los niños y jóvenes. Permisividad en el uso de drogas que ha puesto a nuestra niñez y juventud en situación crítica. La lista no la continúo, porque los artículos de prensa tienen límites, no porque no existan más delitos.
Esa cinta grabada debe ser el punto de inflexión como lo fue el asesinato de Paul Castellano, para acabar con los Lucchese, Bonanno, Gambino, Genovese y Colombo que gobernaron el Ecuador, y para hacer resucitar a la patria. (O)

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