jueves, 29 de marzo de 2018

Lenín Moreno planea desconectar a Asssange (y lo hace)

  en La Info  por 
72 horas después de que Julian Assange violó el compromiso firmado, el gobierno de Lenín Moreno nada ha dicho ni hecho sobre el particular. ¿Puede un Presidente anunciar una decisión y exponerse a no cumplirla, devaluando por entero su palabra?
Lenín Moreno, en el viaje que empezó el 17 de diciembre pasado a España, dijo al diario El País, en una entrevista: “Le hemos recordado al señor Assange que no tiene por qué intervenir en la política ecuatoriana porque su estatus no se lo permite. Intervenir en la política ecuatoriana ni en la política de nuestros países amigos. No tiene derecho a hacerlo y se ha comprometido a eso”. María Fernanda Espinosa precisó que ese acuerdo había sido puesto por escrito con el hacker australiano, refugiado en la embajada de Ecuador en Londres, desde junio de 2012.
El fundador de WikiLeaks no cumplió. En un tuit, posteado este 26 de marzo, defendió de nuevo al líder catalán Carles Puigdemont. Y comparó su detención en Alemania, pedida por el estado español tras el intento de separación de Cataluña, con una acción de la policía nazi hace 80 años. El presidente Moreno expresamente había pedido a Assange no intervenir en los asuntos de España y, en esos términos, se comprometió con el gobierno español y con su opinión pública. “El ha firmado un compromiso de que no lo va a volver a hacer –dijo Moreno al diario ABC–. Le pedimos que no hable sobre el tema de Cataluña. Si lo hace, sabremos actuar”. Assange lo hizo y el Presidente ahora, siguiendo sus palabras, tiene que actuar. Su problema es ahora mayor porque Assange fue nacionalizado por su gobierno el 12 de diciembre pasado; lo cual le otorga privilegios complementarios.
El margen de maniobra del gobierno es escaso. La Cancillería ha dicho que busca una salida con Inglaterra, donde Assange tiene una deuda pendiente con la Justicia por haber violado las condiciones del arresto domiciliario: no cumplió con los requisitos de la fianza que lo obligaban a entregarse a la justicia inglesa el 29 de junio de 2012. En realidad, María Fernanda Espinosa ha venido dorando la píldora a la opinión. Inglaterra jamás ha dejado dudas sobre su posición: Assange debe ir ante sus cortes y apenas ponga un pie en la acera de la embajada ecuatoriana será detenido. Además, en Londres no olvidan que Ecuador naturalizó a Assange y quiso integrarlo a la plantilla de diplomáticos de la embajada. Una jugada infantil que buscaba sacar diplomáticamente a Assange ante la mirada asombrada de la policía londinense.
La calificación poco diplomática que dio a Assange el subsecretario de Relaciones Exteriores, Alan Duncan, este 27 de marzo, no deja dudas sobre la forma de ver este asunto por parte del Foreign Office: “Ya es tiempo es que este pequeño miserable gusano salga de la embajada y se entregue a la justicia británica”. En claro, Inglaterra nada arreglará con Ecuador por fuera de la entrega de Assange a la Justicia.
Fuentes gubernamentales dijeron a 4P. que ya existe la decisión de suspender el sistema de comunicaciones que tiene Assange en la embajada. No se pudo comprobar si esa medida estaba contemplada en el acuerdo firmado entre él y la Cancillería, pero esa sería la respuesta que anunció el Presidente en caso de que el hacker lo violara. Sin embargo, ni en la Cancillería ni en la Secom hay información sobre el caso Assange. Se antoja, no obstante, que el gobierno debe asumir alguna posición para evitar que la palabra del Presidente se devalúe y que Assange, desde la embajada ecuatoriana en Londres, siga creando problemas con amigos y socios del país.
La molestia que él representa, según las palabras de Moreno, sigue presente.
UNA PRECISIÓN:
Veinte minutos después de publicada esta nota, el gobierno anunció la suspensión de las comunicaciones de Julian Assange. Se confirma así plenamente la noticia de 4P. El único cambio hay que leerlo en el titular. Lo que se dio como una decisión en proceso, ahora es un hecho.

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