CRISIS MIGRATORIA EN EUROPA
El Mediterráneo ha sido el escenario de tragedias recientes donde cientos de inmigrantes venidos de
África intentan llegar a Europa en busca de un mejor futuro, pero la muerte los pone a prueba. Un
mar que se ha convertido en un gran cementerio.
El Canal de Sicilia, situado en el Mediterráneo central, es la ruta que conecta a Libia con Italia.
Según los datos de la Organización Internacional para los Migrantes (OIM), es la ruta “más mortal
para los inmigrantes que buscan una vida mejor”.
Las buenas condiciones meteorológicas favorecen el flujo de inmigración procedente de las costas
norteafricanas hacia Italia.
En lo que va de año han muerto ahí 2.000 personas, mientras que en el mismo periodo del año
pasado lo hicieron 1.607 inmigrantes.
Italia sigue recibiendo centenares de inmigrantes cada día, que son trasladados a territorio italiano
después de ser socorridos en las aguas del Canal de Sicilia cuando se encuentran a bordo de
lanchas neumáticas o barcazas inestables que les llevan a sufrir situaciones de peligro e incluso en algunos casos a naufragar.
CRUCE POR EL EUROTUNEL
Pero no solo por mar se intenta entrar a Europa, también las fronteras terrestres han sido forzadas.
Cientos de inmigrantes intentan entrar a diario en el eurotúnel para llegar clandestinamente a Inglaterra. Recientemente en Calais, en las instalaciones del túnel bajo el canal de la Mancha que
une Francia con el Reino Unido, hubo tentativas de intrusión que alcanzaron las 2.000.
A finales de julio estalló una crisis migratoria atribuida en parte a la parálisis desde junio del puerto
francés de Calais, donde un conflicto laboral en la empresa de ferris MyFerryLink ha llevado a
muchos camiones a tener que esperar frente a las instalaciones del eurotúnel para poder pasar
al Reino Unido.
Las autoridades del condado de Kent, donde se encuentra la salida británica del túnel, han alertado
de que ya no cuentan con más camas para alojar a los menores no acompañados que logran cruzar
desde Francia.
Al menos nueve personas han muerto en las últimas semanas cuando trataban de acceder al Reino
Unido a través de esa vía.
En torno a 5.000 inmigrantes, en su mayoría procedentes de África y Oriente Medio -muchos de ellos
desplazados de los conflictos en Siria y Libia-, esperan en un campamento provisional en Calais a
que se decida su estatus migratorio.
El Ejecutivo francés envió refuerzos policiales para atajar la situación, que provoca retrasos y afecta
a la economía, mientras que Londres ha destinado agentes de seguridad y perros y construye una
nueva valla para dificultar el acceso.
El primer ministro, David Cameron, prometió proteger las fronteras de la “plaga” de inmigrantes que
busca cruzar a suelo británico.
INMIGRACIÓN PONE A PRUEBA A EUROPA
La mayoría de las autoridades insisten que la solución a esta crisis se ubica en primer lugar en los
países de origen de esos inmigrantes con la resolución de los conflictos internos.
En abril ya se convocó una crisis extraordinaria por la inmigración, a la que siguió una segunda de
urgencia a finales de junio en la que los Veintiocho se comprometieron a acoger 40.000 refugiados
aunque con cuotas voluntarias de los países miembros.
La Comisión Europea pidió una respuesta global y conjunta con los países de origen y tránsito a la
crisis migratoria del Mediterráneo y valentía para llevar a la práctica las medidas que ya se han
acordado a escala comunitaria.
El comunicado conjunto los firman el vicepresidente primero de la CE, Frans Timmermans; la Alta
Representante de la UE, Federica Mogherini, y el comisario europeo de inmigración, Dimitris
Avramopulos.
Avramopulos había solicitado previamente en la red social Twitter “una respuesta global con los
países de origen y tránsito” y “soluciones concretas” en la cumbre que se celebrará en La Valeta
los próximos 11 y 12 de noviembre con los países africanos.
El comisario consideró “inaceptable” que se ponga en riesgo la vida de “personas
desesperadas” que se suben a barcazas abarrotadas para intentar llegar hasta Europa.
En el comunicado conjunto de los tres representantes de la CE, se han hincapié en que la UE ya
trabaja firmemente para prevenir estas tragedias, y se recuerda que Bruselas propuso en
mayo una estrategia europea para hacer frente a la inmigración que ya se empieza a aplicar.
Entre las líneas de actuación que también quiere impulsar la CE, figuran también la lucha contra
las mafias que trafican con personas que quieren cruzar el Mediterráneo para llegar a Europea,
hacer más efectivas las devoluciones de inmigrantes irregulares, y mostrar solidaridad con
los países más expuestos a este fenómeno.
EFE
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