miércoles, 24 de julio de 2024

 La ineptitud de las "autoridades" del Consejo de la Judicatura del Azuay, es monumental. Los funcionarios judiciales no pueden hacer sus necesidades biológicas porque los servicios higiénicos no sirven, están dañados, y la brillante idea de los brillantes irresponsables, ha sido tapar con fundas de plástico.

Los inspectores del Ministerio de Salud, deberían realizar una revisión para que ordenen corregir los daños en el Complejo Judicial, a los "administradores". También, están solicitando una reconocimiento al Cuerpo de Bomberos, para que puedan constatar la carencia de seguridades en casos de emergencia. Funcionario que se queja es puesto el ojo, sancionado por la tristemente célebre Unidad de Talento Humano.
Si pensaron que solo en el Hospital del Seguro Social, hacen de las suyas los clanes familiares, los agnados y cognados, se equivocan, pues lo que padecen los servidores judiciales (la gran mayoría) es de pesadilla.
Solo con la reestructuración integral de la Unidad de Talento Humano, y con la salida de los directores, cuotas políticas de los vocales, la Función Judicial del Azuay, podrá recuperar su imagen y prestigio.
Hay una luz al final del túnel. Claro que sí, juntos están en la obligación de reconquistar la confianza perdida por los usuarios y la ciudadanía en general.
Aquí no echamos flores. Aquí lanzamos dardos.
EL OBSERVADOR
Puede ser una imagen de toallero

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