jueves, 18 de julio de 2024

 El “Diablo” Terán, salvado de la censura por los correístas

Por Jaime Cedillo F.
“El populismo juega con la ignorancia, la falta de educación, el desconocimiento, aprovechando los aspectos más oscuros y torpes de la naturaleza humana. Se apropia de nuestras debilidades y las utiliza como armas contra nosotros mismos”.
Faltaron votos en la Asamblea del descrédito para censurar políticamente a uno de los delincuentes de cuello blanco que vino de las estrellas para enriquecerse amarrando sentencias y vendiendo puestos en el Consejo de la Judicatura. Este personaje responde a los nombres de Wilman Terán, procesado penalmente por delincuencia organizada, tráfico de influencias, obstrucción a la justicia, integrante de una estructura criminal, y unos cuántos delitos más.
La mafia correísta salvó a su protegido, y demostró, una vez más, que no le interesa los principios éticos ni los valores morales, o lo que piense el pueblo, que clama a los cuatro vientos, que se vayan todos, porque ya no es posible seguir manteniendo a una sarta de sinvergüenzas (con pocas excepciones) que negocian votos, que se reparten los poderes del Estado, que se abrazan y besan cuando les conviene, que se aman unos días y se odian otros, que engañan y mienten a diestra y siniestra; que tienen dos caras, doble moral, que hacen todo para que triunfe la impunidad, que los ladrones retornen al país, que sean declarados héroes, y que nos sigan gobernando al puro estilo de los bandoleros. Lo que más hay en la poliquería ecuatoriana, es la ambición por acumular dinero ajeno, la deshonestidad brilla con luz propia en el primer poder del Estado: La asquerosa Asamblea Nacional.
Al “Diablo” Terán, expresidente del Consejo de la Judicatura, y Maribel Barreno, exvocal, los correístas les dieron un voto de aplauso, avalando todas las fechorías que cometieron en el Consejo de la Judicatura. Pero de lo que no se pueden salvar es de la cárcel, por cuanto la Fiscalía están demostrando con pruebas, con documentos, con testigos, cómo se organizaron para hacer de la justicia el negocio de sus vidas, para vivir rodeados de lujos, con poco esfuerzo y mucha audacia y un mar de cinismo.
Los correístas entontecidos y enloquecidos, llevaron al “Diablo” que vino de las estrellas, dos veces a la Asamblea, despotricó en contra de la Fiscal, a quien tratan de acusar de una serie de actos, para ver si logran su objetivo final, que sea destituida para consumar su plan de impunidad.
Ya se tomaron el Consejo de Participación Ciudadana y Control Social, se acaban de tomar el Consejo de la Judicatura, lo que quiere decir, que volverán a hacer de la justicia una práctica diaria, con “manos limpias, mentes lúcidas y corazones ardientes”. El Consejo Nacional Electoral, tienen controlado, lo que significa que los procesos electorales y las elecciones, ellos deciden quién gana y quién pierde, porque los fraudes están a la orden día. Hecha la ley, hecha la trampa.
Volviendo al tema del juicio político al “Diablo”, su actuación en el pleno de la Asamblea, durante su comparecencia, fue una actuación espectacular, un show que debía haber sido trasmitido en cadena nacional, es que los actores y actrices del cine, del teatro, se quedaron cortos, no le llegan al “Diablo” ni a los talones, se merece una estatuilla, qué movimientos, qué gesticulación, que caras que ponía frente a los padres y madres de la Patria. El púbico (o sea los asambleístas correístas) se levantaban de sus curules para aplaudir, una y otra vez, esa magistral intervención. Hasta se dio el lujo de darse golpes de pecho, nos brindó una cátedra de honestidad, de manejo pulcro de la cosa pública. Y, volvían los aplausos, las señales del triunfo, del vamos por más, mucho más, hasta la victoria siempre.
Terminado el show, salvado por la campana, el “Diablo” salió de la casa de los amarres, digo de la “democracia”, custodiado por agentes de la policía, para regresarle a su nueva casa en el mero Guayas, La Roca, donde se hospedan la jorga que amasó fortuna malhabida, haciendo negocios entre privados. Otro sainete se mandó, al día siguiente, desde La Roca, trabando la audiencia, declarándose enemigo del juez de una de las causas, al que lo declaró su enemigo personal. Esta historia de forajidos continuará.
El Observador
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