domingo, 20 de diciembre de 2015

POR: Juan Cordero Iñiguez

Publicado en la Revista El Observador (Diciembre del 2015) 

San Francisco, historia
Hacia 1558 se destinaron unos solares para un mercado, lugar que hoy se conoce como plazoleta de San Francisco. Al morir Sebastián Palacios, que había recibido inicialmente este terreno como vecino fundador, no lo ocupó y por decisión de Gil Ramírez Dávalos, tomada junto con los miembros del Cabildo, se destinó para que los dos solares “se ocupen y quede y sea para la plaza que está adelante del monasterio del señor San Francisco, para siempre, atento a que en lo facer así esta ciudad recibe noblecimiento y utilidad y provecho”, como consta textualmente en el Libro Primero de Cabildos de Cuenca. 

Por medio de una ordenanza aprobada en 1930 se la llamó plazoleta Gil Ramírez Dávalos, por la importancia del fundador de la ciudad, que militaba entre los seguidores de la doctrina indigenista de Bartolomé de Las Casas. También se dispuso que allí se erija un monumento en su homenaje.

Por mucho tiempo fue el único lugar de comercialización pública de la ciudad, pues las ventas que se hacían en torno a la Plaza Mayor, fueron desplazadas junto al convento de San Francisco, sobre todo cuando se decidió, en 1712,  que se construyan los edificios con soportales y que se los mantenga expeditos para protección de la gente tanto de la lluvia como del sol.
Agricultores de regiones aledañas llegaban a la ciudad, hasta mediados del siglo XX,  con sus animales de carga, que los dejaban en establos cercanos a la plazoleta y después de vender sus productos y comprar otros para la semana, los recogían ya descansados y bien comidos, para su retorno.

Las crónicas de los viajeros ocasionalmente se han referido a esta plazoleta y la han descrito como descuidada y con barracas destartaladas. Después del triunfo del liberalismo, en 1895, se encargó la gobernación militar al general Guillermo Franco, de actitudes despóticas, quien con disposiciones drásticas, logró que los jóvenes cuencanos, de toda condición social, empedraran la plaza. Después se han hecho varias remodelaciones y por un buen lapso presidía la plazoleta el busto del sacerdote de los obreros, Víctor. J. Cuesta, que fue trasladado a otro lugar. (La adquisición de un terreno y la construcción del mercado Diez de Agosto es obra de mediados del siglo XX).

Cuando se conmemoraron los 450 años de fundación española-cañari de nuestra ciudad, el gran escultor Wolfran Palacio presentó la maqueta de un conjunto escultórico, con Gil Ramírez en el centro de un grupo de personas y hasta hubo la oferta inicial de financiamiento por parte de un banco, pero no prosperó la idea y aún solo hay hasta la fecha una avenida, un premio y centros educativos con su nombre.         V  una avenida y una parroquia con su nombre.

Recuperar las decisiones municipales y hacer obras urbanísticas que estén de acuerdo con una ciudad que tiene su centro histórico como patrimonio cultural de la humanidad y que acaba de ser considerada como integrante de la Liga de Ciudades Históricas, es tarea prioritaria de la Municipalidad de Cuenca.

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