lunes, 10 de marzo de 2014

Correa especula con el tabú de la reelección en Ecuador



Rafael Correa ha dicho en repetidas ocasiones que este será su último periodo presidencial y que en 2017, cuando cumplirá 10 años en el poder, dejará el Gobierno. "Yo estaré, si Dios lo permite, cuatro años más, pero la Revolución Ciudadana estará para siempre", decía el 24 de mayo del año pasado, en su discurso de investidura. Pero, paradójicamente, el presidente de Ecuador también ha dicho lo contrario y ha amenazado a la oposición con su reelección. En una de sus sabatinas (informe de labores de cada sábado) dijo: “Síganme molestando y me les lanzo para la reelección”.

El fantasma de la reelección ha vuelto a aparecer tras los resultados de las elecciones locales del pasado 23 de febrero, en los que el partido de Correa, Alianza País, perdió en las ciudades más pobladas del país. El legislador socialista Fabián Solano, cuyo partido tiene alianza con el partido oficialista, ha abierto el debate sobre la reelección presidencial. “Hemos planteado la importancia de enmendar la Constitución y dar paso a la reelección indefinida, como un mecanismo para consolidar el proyecto político de la Revolución Ciudadana”, dijo Solano a El PAÍS. “Estamos conscientes de que se ha cambiado mucho, pero las bases del neoliberalismo y la vieja política todavía están intactas y falta tiempo para implementar el socialismo del buen vivir”.
Correa se pronunció en su última sabatina sobre la propuesta del socialista. “Vemos nubarrones en el frente de la Revolución Ciudadana y todos deberemos estar en nuestras trincheras para defender lo logrado”, dijo y dejó abierta la puerta a aceptar la reelección: “Es mi deber revisar la sincera decisión de no lanzarme a la reelección".
La discusión para reformar los artículos de la Constitución que impiden la reelección inmediata del presidente y otras dignidades de elección popular podría darse en las próximas semanas toda vez que este mismo miércoles el asambleísta Solano se reunirá con el bloque de Alianza País para llegar a acuerdos. Pasado el primer debate en el pleno de la Asamblea Nacional habría que esperar un año para volver a discutir la reforma constitucional. “Prácticamente la enmienda se podría concretar en unos 14 meses”, explicó el asambleísta.
Ramiro Aguilar, del partido conservador Suma, ha expresado su contrariedad por la caducidad de la Constitución que apenas se aprobó en 2008. “La Constitución es como el ADN de una país y no se puede cambiar cada seis u ocho años”, dijo a este periódico y citó la historia republicana de Ecuador para demostrar cómo algunos presidentes han manipulado la Carta Magna para perpetuarse en el poder. “Hay presidentes que retuvieron el poder cambiando la Constitución está García Moreno, Flores, Velasco Ibarra… Pero no puede ser que en 2014 volvamos al pasado y que la ambición por el poder termine planteando una nueva reforma constitucional”.
Para Aguilar la reforma “es técnicamente una tontería” porque solo plantea cambiar un artículo de la Constitución. “Para mi, en lo personal, lo que hace Solano es un gesto de adulación impresentable y si en esa adulación caen los otros 100 asambleístas de Alianza País tienen los votos para hacer el cambio constitucional”, dijo el asambleísta.
La idea de perpetuarse en el poder es parte sustancial del llamado socialismo del siglo XXI. A Correa ya le precedieron Hugo Chávez, en Venezuela; Evo Morales, en Bolivia, y, últimamente, Daniel Ortega, que usaron su mayoría parlamentaria para reformular sus constituciones y conseguir la reelección indefinida.

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