jueves, 19 de diciembre de 2013

Lengua dulce, corazón malo



Por Jaime Cedillo Feijóo
Para el dignísimo señor Presidente de la República no hay ley que le impida decir todo lo que quiera. En cada sabatina sale de su lengua dulce una cantidad de ofensas a sus supuestos enemigos, que nos dejan completamente desconcertados. Las víctimas de ese corazón malo son desacreditadas en cadena de radio y televisión.  
El show dura más de tres horas. El dignísimo señor Presidente primero informa minuciosamente cada una de las actividades cumplidas en la semana,  todo eso lo hace con “infinito amor” hasta que llega a los segmentos más virulentos donde saca a relucir toda la artillería pesada: desfilan por las pantallas gigantes las fotografías de los mártires, el Douglas se encarga de leer el libreto, los sonidistas repiten las frases de las consignas revolucionarias,  vuelven  las escenas un por sí acaso alguien se perdió por despistado, para que se identifique bien al malo de la película, y los sumisos que están en primera fila, en coro, le dicen así es dignísimo señor Presidente.
Cada semana hay un cantinflas, un caretuco, un desinformado, un ignorante, un pobre hombre, un tipejo, un corrupto, un desadaptado, un resentido, un trasnochado, un politiquero, un amargado , un falto de criterio, un mediocre, un drogadicto, un hipócrita, el remedado del Nebot con su modelo exitoso, un mañoso, un matón a sueldo, un sepulturero, el que nos roba la esperanza, un prepotente, un sicario de tinta, el indígena que no es indígena, el pobre en argumentos, el pobre diablo y el pobre tipo , los tirapiedras, los garroteros, la Tibán y el Quishpe, el insolente  del  Oquendo, la miseria humana del Paco.  No pueden faltar los mal llamados medios libres e independientes como ese canal de televisión llamado Ecuavisa, que fue parte del show en la última sabatina, donde ordenó el dignísimo señor Presidente, que a esa prensa corrupta y decadente, sea sancionada por decir tantas maldades. Seguro que el super adulón dirá que eso es linchamiento mediático e inmediaticamente mandará a una turba de revolucionarios a protestar airadamente frente a las instalaciones del  medio perverso y caduco. Atrás quedaron los pitufos del Vera, del Palacio, del Ortiz, la gordita horrorosa, los de mente ratonil, el ecologista infantil del Alberto Acosta, los traidores de ruptura, el primo del Pedro que logró haciendo de las suyas con el título falso, el gran hermano con sus contratos millonarios con el despistado Estado,  el Duzac que todavía se estará matando de gusto por la gran jugada que nos dejó haciendo, en fin. Ahora está de moda la Pachamama, esa fiera falsa defensora de la naturaleza y de los derechos humanos. Esa pacha y esa USAID ya están fuera por disposición del dignísimo señor Presidente de la República, que no permite la más mínima ofensa a su majestuosidad. Prohibido olvidar.

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