domingo, 23 de julio de 2017

Aclaración



Publicado el 2017/07/22 por AGN 
ACLARACION
[José Chalco Salgado]
A raíz de mi última columna de opinión del sábado anterior en este espacio, he recibido una serie de manifestaciones con un estilo en común: defensa al ex presidente Rafael Correa, y radical apoyo al Régimen que gobernó los últimos diez años en el Ecuador.
Me han llegado correos electrónicos, comentarios y mensajes en redes sociales que, entre otras expresiones, dicen: “Correa es el mejor presidente que hemos tenido”, “qué te crees, desde que Correa asumió el mando nos sacó de la esclavitud”, “respeta a Correa que salvó al Ecuador”, “Nosotros no seguimos al presidente Rafael porque sí, lo hacemos porque cambió al país”, “No somos ovejunos, somos revolucionarios”, entre otros tantos que por buenas razones de respeto a los lectores no es pertinente reproducirlas aquí.
Ahora bien, mi columna de opinión que elevó las pasiones de quienes me escribieron señalaba: que el comportamiento ovejuno no tiene límites; que esta actuación desatiende el sentido de la coherencia, objetividad y búsqueda por la verdad; que lo único que hace es cumplir con su pastor, con su líder, importando exclusivamente quedar bien con él y nada más. Mencionaba también que con esta actuación ovejuna, se está a las pasiones y exclusivamente se mira intereses y convicciones personales, llevando incluso a que en muchos casos se vean los fines u objetivos de un grupo de camarillas endulzados con el poder y frustrados por la realidad que éste no es eterno.
Mi columna de opinión sostenía además que el comportamiento ovejuno reacciona en una suerte de defensa ciega a favor de su pastor o líder y que se exaltan por cualquier comentario en su contra. Que los que actúan en esta realidad se ponen molestos y se desesperan en las redes sociales.
Mi columna de opinión se inspiró y trató del libro: “Aventuras de Victorino Chang: El monasterio de la Bestia”, del literato Alejandro Roque Glez; que se trata de una obra de ficción que intenta incorporar el carácter humano sin renunciar a las creencias morales o religiosas de Victorino, quien además lucha en una serie de aventuras en el bosque en las cuales se enfrenta a seres extraños como los ovejunos. Así, mi columna jamás se refirió al ex mandatario Rafael Correa; de hecho, nunca mencionó su nombre o al Ecuador en mi artículo de opinión. Tampoco es que haya señalado que los afines del correísmo sigan ciegamente a su pastor o líder; nunca cité a partidarios de la revolución ciudadana o a los admiradores de Correa; aún menos hablé de quién es o fue, mejor o peor presidente en el país.
En todo caso, pensando en voz alta como dicen los jurisconsultos: a confesión de parte, relevo de prueba. (O)
josechalcosalgado@gmail.com

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