domingo, 14 de febrero de 2016

Mosquitos

Francisco Febres Cordero
Domingo, 14 de febrero, 2016 - 00h07


Los mosquitólogos estamos muy preocupados. ¿Se nos nota? No nos separamos del microscopio, tratando de entender la razón por la cual el Aedes aegypti cada cierto tiempo trae nuevas enfermedades, a pesar de que su morfología no ha variado. ¿Sí me entienden? Me da miedo que no, porque los científicos somos medio complicados en el léxico.
O sea cuando hablo de morfología me refiero a que, a pesar de que el insecto sigue teniendo seis patas y dos alas, inocula (con perdón de la expresión) nuevos venenos. ¿Y con qué?, me preguntarán ustedes. Y yo les diré que lo hace a través de su trompa, tan larga y tan afilada que puede ser confundida con la de un pez espada, al cual también estudiamos muy meticulosamente, porque a nosotros no se nos pasa detalle.
Cuando sentimos que pica, es menester cobrar la piola para que salga (¡ay no, qué bruto!, ese es el pez espada). Cuando pica, sale volando a Miami, con el pretexto de que tiene que asistir al matrimonio de su hijito (¡chuta!, ya creo que me confundí de nuevo con otro pez). El mosquito pica y sale volando, y ¡agárrenlo pues, si pueden! Deja al picado una pequeña señal cutánea de característica más bien violácea que parece de pulga, pero es de mosquito.
Hay científicos que creen que el virus inoculado tiene un periodo de incubación de cuatro a siete días, pero hay otros que creemos que la incubación puede durar hasta por un periodo de nueve años, más o menos. Basamos nuestra aseveración en el minucioso estudio de un caso, clínicamente probado, que hemos llevado al microscopio y presenta los siguientes síntomas, a saber:
Pérdida de pelo. Subida de temperatura. Irascibilidad creciente. Deseos incontenibles de volar como el mosquito, pero en sus aviones privados. Desvaríos constantes. Sudoración. Alucinaciones. Pérdida de masa monetaria. Insomnio. Subida de los índices del colesterol, los triglicéridos y el ego. Dicursuntivitis a la lengua y descenso de la pensión arterial. Mentirositis coleiforme. Total ausencia de liquidez a nivel de linfocitos. Transformación de las células T en células RC. Gastitis hemorrágica. Prestamitis al colon (¡ay no!, a la China, quise decir).
Ya con eso, los científicos podemos reconocer que al paciente le picó el mosquito y que está infectado. Lo que se recomienda en estos casos es aislar al paciente. ¡Qué buenas ideas que tenemos los científicos!, aunque, como somos científicos, nadie nos hace caso y se sigue permitiendo que el enfermo continúe deambulando y, en ausencia de medicación, desencadene la crisis.
¿No les parece horrible todo lo que puede hacer un simple mosquito? Los científicos hemos visto cómo el virus alcanza la categoría de epidemia y contagia a una parte de la población que también se vuelve frenética y no quiere que nadie le toque porque dicen que son más, muchísimos más y que por eso pueden hacer lo que les da la gana.
O sea mucha pendejada es ese mosquito, pues. Y lo peor es que no respeta a nadie y por más que aquel que escogió para picar esté bien rociado con guardaespaldas que liacen de repelente, vuela a su alrededor, zumba, se clava, le pica y le bota jodiendo, elé. (O)

No hay comentarios:

Publicar un comentario