viernes, 7 de febrero de 2025

 SILENCIO ELECTORAL.

POR JAIME CEDILLO FEIJÓO.
"Un hombre malo es capaz de quemar su propia nación hasta los cimientos para poder gobernar sobre sus cenizas".
Después de mucho ruido y pocas nueces, el país entró en un silencio electoral desde las doce de la noche de este jueves, para que los electores reflexionen, analicen, conversen, discutan, mediten, por quiénes votarán el próximo domingo. Que sea un voto responsable, pensando en el futuro del país azotado por una ola despiadada de crímenes, que va cobrando vidas sean culpables e inocentes.
Las estadísticas nos ubican como uno de los países más violentos a nivel mundial, en poco tiempo hemos subido de categoría. A nivel regional nos codeamos con Venezuela y El Salvador, este último, era uno de los más violentos.
De su voto depende el destino de más de 18 millones de ecuatorianos, más los extranjeros que residen aquí, ya sean legales o ilegales. Tenemos dos caminos: si elegimos mal, más pronto que tarde tendremos que huir de la violencia, del narcotráfico, de las bandas delincuenciales, del crimen organizado, que poco a poco se van apoderando de todas las instituciones; igual como sucede en Venezuela, aunque la candidata correísta Luisa González, tuvo la osadía de asegurar, en una de las entrevistas concedidas durante la campaña electoral, que los ecuatorianos están yendo a Venezuela, porque allá las condiciones de vida son mucho mejores.
Otra de sus grandes promesas de campaña, si gana las elecciones, es que regrese su amo Rafael, autorrefugiado en Bélgica, porque el cobarde no ha tenido la entereza de enfrentarse a la justicia por tantos delitos cometidos. El "angelito" tiene orden de prisión, mientras continúan las investigaciones por todas las atrocidades que cometieron los de manos limpias y mentes lúcidas, durante la década robada del correísmo.
El otro camino, es la paz, el bienestar, el trabajo, las oportunidades para todos, el estudio, la seguridad, poder caminar libremente por las calles sin el miedo de ser una estadística más de la criminalidad.
Los ecuatorianos anhelamos que se ponga punto final a los secuestros, a las muertes violentas, las extorsiones, las vacunas. Ya hemos sufrido demasiado, el pueblo ya no aguanta más, nos estamos desintegrando como nación; la democracia se está volviendo una utopía, vivimos una pesadilla, cuándo vamos a despertar de ese sueño maldito.
Estamos cansados de los atracos a los fondos públicos, falsos servidores que desmantelan todo, que se enriquecen a costillas del pueblo, cada vez más pobre y miserable. Queremos un gobierno que sume y no reste, queremos legisladores que pacten con los más necesitados y no con las mafias del narcotráfico. Queremos una Asamblea que destierre para siempre el irrespeto, la grosería, los camisetazos, la venta de conciencias, los pactos, la majadería, no queremos más Paolas Cabezas, que aplauden desde sus curules a los Colón Pico, a los Norero, a los Aleaga; a las bandas criminales de los Choneros, Fatales, R7, Aguilas, Gángster, Chone killer, Tiguerones, Lobos, Lagartos, Latin King.
Queremos que todos los que formaron parte de la despiadada banda de los de "Manos Limpias" estén en La Roca, para alcanzar esta vieja aspiración, hay que votar a pensando bien el próximo domingo.
En un nuevo artículo abordaré cómo el "famoso" Código de la Democracia", y el innombrable CNE, permite que sean candidatos sujetos involucrados en una serie de delitos, que tienen cuentas pendientes con la justicia, con juicios penales, incrementos desproporcionados de sus patrimonios, que son morosos con el SRI y con el Seguro Social. Muchos de esos inmorales nos representarán como Padres de la Patria, sin ser pesimista, pero no se ve una pequeña luz de esperanza al final del túnel.
"Cuando el saqueo se convierte en el modo de vida de un grupo de hombres en una sociedad, no tardarán en crear un sistema legal que lo autorice y un código moral que lo glorifique".
El Observador
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