PROCESO EN CONTRA DEL “ALCALDE” ZAMORA POR VIOLENCIA POLÍTICA DE GÉNERO
POR JAIME CEDILLO FEIJÓO
“Lo que más le indigna a un manipulador es encontrarse con una persona cuya inteligencia supere su astucia”.
El abogado en libre ejercicio Leonardo Morales, anunció públicamente que ha iniciado el proceso de destitución del “alcalde” de Cuenca, Cristian Zamora Matute, ante el Tribunal Contencioso Electoral, acusándolo de violencia política de género. De acuerdo al Código de la Democracia, de comprobarse el delito, puede llegar a ser sancionado con una multa de 21 hasta 70 salarios básicos (de USD 8.925 a USD 29.750); además, la destitución del cargo y la suspensión de derechos de participación, entre dos y cuatro años.
Cuenca no se merece un alcalde prepotente y fanfarrón, que ha demostrado con sus palabras y gestos que odia a las mujeres que han cuestionado sus actos administrativos al frente de la Municipalidad, tal como sucedió con la ciudadana Teresa Bermeo, que se atrevió a destapar sus desaciertos, cuando le llamó la atención por los casos de nepotismo que enumeró y que son de conocimiento público.
La respuesta de este “Siete Machos” a la mexicana, fue una andanada de ofensas, más un juicio penal que está en marcha en los Tribunales. La estrategia del victimario es hacerse la víctima, el atacado, el agraviado. La señora Bermeo se resguarda con la seguridad de no haber cometido infracción alguna, sino más bien, cumpliendo con un deber que le concede la Constitución de la República, alertar sobre actos de podredumbre. “En la vida no hay premios ni castigos, sino consecuencias”.
La justicia estará de lado de la ley, de la ultrajada, de la persona que ha sido amedrentada con un proceso penal, para que calle, que no diga nada, que se someta, tal como procede con todos los que se atreven a revelar con santo y seña, cada uno de los actos deshonestos que viene cometiendo su paupérrima administración con descaro y osadía, mismos que han sido reseñados por este medio de comunicación, por el Concejal Xavier Bermúdez, y recientemente por la señora concejal, presidente de la Comisión de Fiscalización del Concejo Cantonal, Diana González.
La señora González, en varios medios de comunicación, hizo saber sus justas preocupaciones por los últimos contratos artísticos para las fiestas en homenaje de la Independencia de la Cuenca Patrimonial. Se olvida Zamora que el deber de los concejales es fiscalizar y legislar; pues, en ninguna parte, dice que tienen que ser ciegos, sordos y mudos, peor cómplices de depravaciones ni cosas parecidas. Se olvida que cuando ejerció de concejal, se las daba del implacable fiscalizador, ahora es fiscalizado por sus artimañas.
La respuesta del “alcalde” que anda con guardaespaldas, con pistolas, y en blindado comprado al margen de la ley en 180 mil dólares, fue el ataque, aprovechando su condición de mujer: “Cuando el debate se pierde, el insulto se convierte en el arma del perdedor”. La dama dijo que analiza si presenta la demanda por violencia política de género; pero, dejó que la Contraloría General del Estado, sea la que determine si se cometieron irregularidades, y de ser afirmativo, que vengan las sanciones, administrativas, civiles y penales.
Pero lo que sucedió el jueves 10 de octubre del presente año, en el parque La Compañía, sector del Colegio Bilingüe, a donde llegó el cobarde-“alcalde” con su séquito de adulones y chupamedias, de lealtad perruna; no tiene perdón ni olvido.
Una dama de la tercera edad al percatarse de la presencia en el lugar, del susodicho, aprovechó para abordarle con el propósito de consultarle la posibilidad de que la administración municipal, construya una pequeña escalinata en un espacio verde que viene siendo ocupado por los transeúntes para trasladarse de un lugar a otro. La respuesta fue la violencia verbal y física. La agredida quedó conmocionada, sin palabras, lo único que atinó a decir fue: Qué le pasa señor “alcalde”, por qué me empuja, por qué me ataca. “Dale poder a un resentido y conocerás a un miserable”.
Las personas que en ese momento fueron testigos del ultraje, prefirieron hacerse los disimulados, es que son sus colaboradores, sus directores, sus coordinadores, sus asesores, sus ayudantes, sus secretarios, sus choferes, sus guardaespaldas, sus contratistas, sus suertudos y mimados.
Se pavoneó en su informe que tiene el vídeo para demostrar que él fue la víctima, por eso le pedimos (Art. 18.2 de la Constitución) mediante un oficio que haga público, que nos entregue una copia de la prueba, pero nada de nada, pura charlatanería.
El Observador se solidariza con todas las personas (hombres y mujeres) que han caído en las garras de este “personaje”, que ha demostrado con sus trafasías y artimañas, que no merece ser representante de la ciudad Atenas del Ecuador, de la Cuenca Culta, manejada a su antojo por un inculto.
Acompañamos este texto con fotografías: del “alcalde” en el momento de ser abordada por la ciudadana humillada, y la lesión que sufrió a la altura del antebrazo, por el fuerte agarrón; y de las señoras Diana González y Teresa Bermeo.
¿Qué dice el artículo 157 del COIP?
- Violencia contra la mujer o miembros del núcleo familiar. - La persona que hiera, lesione o golpee a la mujer o miembros del núcleo familiar, causándole lesiones o incapacidad que no pase de tres días, será sancionada con pena privativa de libertad de siete a treinta días.
El artículo 152, numeral 3, del Código Orgánico Integral Penal (COIP), determina que si una persona lesiona a otra, ocasionándole un daño, incapacidad o enfermedad de treinta y uno a noventa días, será sancionada con una pena privativa de libertad de uno a tres años.
EL OBSERVADOR
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