Así como demañanita Zenaida salía temprano del tugurio para ir a vender frutos maduros; doña Marianita, sale todos los días, empujando su carrito, con sus 80 años a cuestas, ya sin fuerzas, para recoger de casa en casa, lo que la gente tira a la basura, lo que no le sirve, en cambio para ella es dinero, poco, pero sirve para algo, me dice con su rostro amable, ajado por la lucha diaria, con una sonrisa de conformidad.
Converso un momento, me cuenta que vive en una de las orillas del río Tarqui (entre los Tres Puentes y la UDA). Lo que logra reunir entre botellas de plástico, cartones, latas de bebidas, vende en el depósito de material reciclable. Con lo poco que pagan, alcanza apenas para sobrevivir, pero qué se puede hacer, así es la vida, señor. ¿Y usted como se llama? Me llamo Jaime. Le prometo que voy a reunir cosas para colocar en su "camioncito" . Un abrazo, y cada cual a sus actividades: ella a seguir recogiendo "basura", yo, a seguir pintado el cerramiento de hierro forjado de mi vivienda, aprovechando que hay sol y que no asoman las lluvias, que en estos tiempos están ingratas.
El Observador
No hay comentarios:
Publicar un comentario