martes, 12 de marzo de 2024

 María Fernanda Cabal: Negociar con las bandas es la peor debilidad del Estado, lo hizo Rafael Correa y bandidos terminaron hasta de diputados

La senadora colombiana respaldó la declaración de conflicto armado interno en Ecuador, que emitió el presidente Daniel Noboa el pasado 9 de enero.
Por:
Lizeth Escobar
11 de marzo, 2024 - 12h00
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La senadora colombiana María Fernanda Cabal (Centro Democrático) asegura que Ecuador estaría viviendo una situación similar a la que vivió Colombia en el 2021 con el paro nacional, especialmente en el sur occidente del país. Asegura que el narcotráfico sigue siendo fuerte en su país y que es necesario que Ecuador intensifique el control de sus fronteras con ayuda de Estados Unidos si este se ofrece.
En una entrevista con EL UNIVERSO, la política de 60 años con interés en correr por la presidencia del vecino país en el 2026, dice que el presidente Daniel Noboa, a quien dio su respaldo en enero cuando decretó el conflicto armado, no debe negociar con los grupos terroristas y que sus esfuerzos deben concentrarse en cerrar los corredores que existen en el país y asfixiar la capacidad criminal que tienen estos grupos.
Cuando el presidente Daniel Noboa declaró el conflicto armado interno en Ecuador, el pasado 9 de enero, usted le envió una carta de respaldo.
Así es. Cuando eso sucedió en Ecuador, inmediatamente nosotros revivimos los hechos de un paro nacional en Colombia (2021), que fue una mezcla de anarquía con violencia social, pero que al final estaba siendo financiado por el narcotráfico.
Para usted esta declaración de grupos terroristas fue más indicado en ese momento de parte del presidente ecuatoriano, ¿qué acciones se deben mantener y no renovar estados de excepción cada vez y cuando y que no hayan resultados?
Bueno, lo primero es fortalecer la fuerza pública, no solo en su capacidad de reacción, sino en la protección judicial, porque lo primero que hacen estos grupos que alimentan una cantidad de activistas y de ONG y que encuentran también voz internacional, como si no fuera suficiente que mataran policías y civiles inocentes. Hay que protegerlos judicialmente y equiparlos con lo mejor. Paralelamente, ustedes tienen el mismo mapa de Ecuador de siempre y en ese mismo mapa hay unos corredores por donde entra la droga y armas. Todos estos corredores existen hace muchos años y se activan de acuerdo a la debilidad del Estado o al nivel de corrupción que ejercen sobre mandatarios locales o de la misma fuerza pública. También ustedes tienen que proteger sus fronteras, Colombia y Perú, pero especialmente la de Colombia.
¿Por qué la de Colombia debe ser la más vigilada?
Es la que ha estado más activa sacando coca y está el narcotráfico, que creció con el acuerdo de La Habana con Juan Manuel Santos, que no volvió a erradicar nada y que después, tristemente Iván Duque tampoco. Creyeron que era suficiente no fumigar, también por la narrativa de la izquierda, que terminó calando una falsedad de que el glifosato daba cáncer cuando es mentira y se ha usado desde hace más de 60 años en todo tipo de cultivos, pero resulta que en la mata de coca ahí sí. Esa frontera porosa tienen que militarizarla, resguardarla, pedirle a los Estados Unidos que si quieren ayudar, lo hagan con tecnología de información.
¿Además de este control a las fronteras, qué otras acciones son necesarias?
Comenzar a proteger las fronteras es lo primero, segundo y ya han avanzado en eso, es tener identificados cuáles son los grupos que se desdoblan desde Colombia hasta acá y con un agravante, que es que la última oleada de migración venezolana que es un repoblamiento artificial, una estrategia de Nicolás Maduro, donde sacan a los peores criminales que terminan formando los núcleos del tren de Aragua, desde Chile, Perú, Ecuador, Colombia, llegaron hasta Panamá y hasta Estados Unidos. Tienen Tren de Aragua, narcotráfico colombiano, que encuentra aquí socios de negocios y tienen el cártel de Sinaloa. Al final de cuentas narcotráfico, tienen una Colombia llena de coca, ahora peor con Gustavo Petro que le promete a los campesinos cocaleros que les va a comprar la coca y después deja tiradas todas las promesas.... Todos se han enfocado en que hay que hacer incautaciones, yo creo que hay que llegar a todas la fuente, desde el inicio, laboratorio de coca, corredores y si ustedes cierran los corredores, asfixian la capacidad criminal de poder llegar a subvertir el orden país.
Además de estas acciones que comenta, ¿cree que se debe llegar a pactar o tener acercamientos con estos grupos terroristas, de pronto con los 22 que identificó el presidente Daniel Noboa?
No. La negociación es la peor debilidad del Estado. El Estado es grande, poderoso, pero no tiene capacidad de proteger a todos sus ciudadanos y por eso yo soy defensora del porte ilegal de armas que en Colombia lo suprimió Santos... y lo continuó el presidente Duque de forma absurda. No es que sean armas para todo el mundo si no con condiciones para poder portar... Negociar hace que ellos aprovechen esa oportunidad para que relajen la acción del Gobierno y sigan multiplicando sus capacidades reactivas, eso lo hizo Rafael Correa, dejó 3.000 bandidos narcos y los premió, terminaron hasta de diputados, recuerdo a Ronny Aleaga y eso lo que hace es desmoralizar a la Fuerza Pública. Por eso, cero negociación, ustedes como Estado tienen que someter, reprimir, pero tiene que ir de la mano con jueces que cumplan su deber, no que terminen siendo cooptados y dejando libres a estos bandidos. Tienen que trabajar de la mano con Estados Unidos si se van a comprometer en esta lucha, porque al final de cuentas nosotros ponemos los muertos y los norteamericanos siguen siendo los grandes consumidores.
Casos como Metástasis y Purga han develado que jueces y funcionarios del sistema de justicia habrían sido cooptados por el crimen organizado, ¿ qué hacer en este caso?
Esos casos tienen que ser ejemplificadores, pero no es la constante. Así como hay jueces malos, hay jueces que arriesgan su vida, hay que fortalecer la protección a los jueces porque también necesitan sentir respaldo, porque de otra manera no van a tomar decisiones. Incluso muchas veces, como pasa en Colombia en la época de Pablo Escobar y vuelve a suceder ahora, hay miles de grupos de narcotraficantes en pueblos como Tuluá, una ciudad mediana en el Valle del Cauca, donde los dueños de prácticamente la alcaldía eran un grupo de criminales que tienen aterrorizada a la ciudad, hubo que remover toda la policía y traer fiscales desde Bogotá. El acalde ha sido valiente, los cabecillas ya cayeron y están en las cárceles, pero ahí hay otro problema, que en las cárceles sigue habiendo corrupción y siguen manejando el negocio. Entonces son muchos desafíos en toda esta cadena criminal que un gobierno tiene y tiene que tener la voluntad de poder cortar y hasta pensar en hacer cárceles, en alianzas público privadas. que garanticen que los bandidos van a estar encerrados.
¿Lo que vive Ecuador en estos momentos se puede comparar con lo que vivió Colombia décadas atrás?
Tenemos realidades idénticas. Ustedes están recibiendo todo el laboratorio de guerra que significó el Paro Nacional en Colombia, especialmente en el suroccidente, Cali, el Valle del Cauca. Allí fue donde toda esta guerra urbana, porque ya lo que se vivía en las zonas rurales con la guerrilla se trasladó a milicias urbanas entrenadas por ELN, por las FARC, financiadas donde hay unas redes de microtráfico muy grandes. Todo lo que vivimos, en lo que yo llamé una toma guerrillera financiada por el narcotráfico, se trasladó al Ecuador porque esta era una autopista libre para el tráfico de drogas y lo que ustedes están viviendo es exactamente lo que vivimos nosotros, con una ventaja que allá tenemos a Petro y ustedes tienen a Noboa.
Militares ecuatorianos en operativos para neutralizar a grupos vinculados con el narcotráfico y crimen organizado. Foto: Archivo.
¿Y compararlo con los años de Pablo Escobar es válido o ya sería algo muy lejano?
Siempre el narcotráfico va a desafiar al Estado, siempre el narcotráfico va corromper, pero cada vez que usted le cede al narcotráfico, pierde capacidad de control. El presidente Álvaro Uribe llegó al poder en el 2000 con 160.000 hectáreas de coca y las reduce a 40.000, el problema no se va a acabar porque la delincuencia va a existir siempre, es como decir voy a acabar con la prostitución, voy a acabar con los consumidores, lo que tiene que hacer es reducirlo a su mínima expresión.... a Pablo Escobar se le derrotó, pero quedaron muchas cabecitas porque el negocio sigue siendo rentable.
Usted ha mencionado que es necesario un esfuerzo transnacional para enfrentar al crimen que también ya transnacional y la Comunidad Andina, cuando ocurrió lo de Ecuador, acordó acciones coordinadas en el tema de seguridad y fronterizo.
El esfuerzo hay que comenzarlo y no esperar a que lo haga el vecino. Yo no mayor futuro en un esfuerzo con Gustavo Petro, porque él querrá mantener esa frontera abierta. Ese es un ejercicio que tendrán que hacer ustedes aquí para evitar que les inunden y les sigan contaminando el país. Estoy segura que podrían lograr un acuerdo con Perú, ellos tienen mucha experiencia. Colombia y Perú tuvieron que desarrollar ejércitos y policías contra el terrorismo que pueden servirle al Ecuador como asesores dentro de la lucha contra la criminalidad, porque hoy son muchos dispersos, no son en grupos gigantes cada uno como podrían ser las FARC antes de Uribe, pero esos grupos dispersos, por un lado hacen más difícil porque multiplican la actividad policial y de la Fiscalía, pero también de otra forma no tienen legitimidad como en algún momento la tuvieron, por cuenta de la narrativa de izquierda, los grupos guerrilleros. Ya no se puede tolerar más criminalidad.
¿Cómo manejar este temor que puede a surgir a un gobernante por tener que enfrentar a los organismos de Derechos Humanos?
Siempre vas a tener estos personajes que son más proclives a la izquierda, que yo los llamo defensores de izquierdos humanos. Ellos miran por un solo ojo, no ven el policía asesinado, la familia desplazada. Ellos terminan como dice Nayib Bukele, protegiendo a los criminales. Ahí hay que desarrollar, desde la Cancillería, todo un equipo que enfrente las demandas y que controvierta la información. Colombia se demoró demasiado y terminamos generando sentencias completamente injustas contra compañeros. La información la tiene de primera mano, el policía, el militar, quien trabaja en la Fiscalía o en la Defensoría del Pueblo, donde suceda un hecho, ustedes tienen que recoger todas las pruebas como si fuera a haber y así no lo haya, un juicio. Uribe tuvo 4 millones de informantes en todo el país y la gente llamaba, había una línea y se recogía información, alguna era pagada, se le pagó a los propios guerrilleros que terminaban contando dónde estaban los cabecillas. Todo eso sirve porque siempre hay un traidor en las filas de ellos y el Estado tiene la capacidad para hacerlo. (I)

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