lunes, 25 de marzo de 2024

 VECINOS DISTANTES

POR JAIME CEDILLO F.
Las relaciones tormentosas entre el presidente Daniel Noboa, y la vicepresidenta, Verónica Abad, datan de la campaña electoral. ¿Pero qué pasó? Las malas lenguas afirmaron que la vice perdió la confianza de su binomio por cuanto ella habría hecho mal uso de fondos de la campaña para su beneficio personal, y que, además, doña Vero, habría hablado mal del padre de Danielilto; aparte de las desatinadas declaraciones que hizo públicas sobre temas delicados como salud, educación y dolarización.
Personas cercanas al ahora mandatario, le informaron de los malos pasos de la Vero, y de una Noboa la apartó de su campaña, mientras más lejos mejor, si te visto no me acuerdo. Cada uno por su lado, pero que a la Vero le cerraron la llave, le cerraron, que la dejaron sola, triste y abandonada, la dejaron.
Ya la Vero estaba destinada al olvido. Se vino el triunfo inesperado del chico Alvarito, y los vecinos distantes, siguieron más distantes, las relaciones estaban en una congeladora. A la Vero no le pararon bola en los festejos. Durante el acto de posesión, los mandatarios casi ni se miraron, fue evidente ante los ojos de los invitados a la ceremonia, la prensa nacional e internacional, se encargó de difundir al mundo que el presi y la vice no caminan más juntos. La suerte de la vice estaba echada.
Luego de la ceremonia de investidura, el flamante presidente, ofreció un banquete a sus comensales en Palacio, mientras la Vero humildemente almorzaba en uno de los mercados de la "Carita de Dios", junto con la chusma. Así se vivieron los festejos por el triunfo inesperado.
Pero las cuentas todavía no estaban saldadas. Si la Vero pensó que en la vicepresidencia se daría la gran vida, cumpliendo el encargo inicial que le hiciera Danielito "El Travieso", obras sociales, visitas y recorridos, más pronto que tarde se topó con la sorpresa, de un plumazo fue desterrada a Israel como "embajadora de la paz", sin funciones y sin guardia de seguridad. Se puso el traje de camuflaje y marchó a ver el horror de la masacre a los ciudadanos palestinos. Allá, es simplemente un mudo testigo de la tragedia. Y, cuando quiso darse unos lujitos, dando declaraciones a los medios nacionales, le cayó la prohibición presidencial de hablar con la prensa.
Pero como la desgracia no llega sola, la semana pasada la policía junto con la Fiscalía montó un operativo, al que llamó "NENE", y se llevaron de los "pelos" al hijo de la Vero, acusado de tráfico de influencias. Le sacaron de su oficina de abogado y otras vainas más, ubicadas en el centro histórico de Cuenca, concretamente en la calle Gran Colombia, y de una lo trasladaron a Quito para tomarle las declaraciones, formularle cargos, leerle sus derechos, y todas esas leguleyadas jurídicas y antijurídicas, y para completar la crónica de esta muerte polìtico-familiar anunciada, lo condujeron hasta la cárcel La Roca en Guayaquil, donde están los más peligrosos delincuentes, los más buscados, los jefes de las mafias, y los que extorsionan aprovechándose de los cargos públicos, para exigir dinero por puestos en la vicepresidencia.
Y, cómo las mafias políticas se están lamiendo por agarrar la vicepresidencia, ya están hablando de un juicio político a la Vero, tal como quieren hacer con la Fiscal General del Estado, y listo, misión cumplida: Vero se irá a su casa, con más pena que gloria, y seguramente le devolverán a su travieso hijo, recluido en la masmorra. Circula un video en donde la vice sin funciones y desterrada involuntaria, rechaza la detención de su hijo, y se va en contra del presidente Noboa.
Hasta aquí, este capítulo de la triste historia de relaciones borrascosas entre Danielito y la Vero. Quién salió perdiendo, pues la Vero, y de largo. Amén.
El Observador

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