El observador

Inexplicablemente Explicable

Las actitudes de ciertos políticos suelen ser inexplicables. Me resulta curioso escuchar a dirigentes opositores decir: Correa debe rectificar. La rectificación de un Pdte. Cuando incurre en yerros es saludable. Pedir rectificaciones a un dictador de siete suelas, que ha violado la Constitución con temeridad. Es ingenuidad manifiesta. Torpeza elocuente o cínica complicidad.

Correa ha planteado debatir. El debate a estas alturas de la revolución es una tomadura de pelo. Veamos acaso los cuentahabientes de los fondos previsionales no esgrimieron razones más que validas para justificar que los dineros de sus fondos eran particulares: ¿De qué sirvieron las razones? De nada: Ahora son de la dictadura: ¿Acaso no tuvieron razón los Yasunidos cuando expusieron hechos a favor de la naturaleza? ¿Sirvió aquello de algo? ¡No! A la tiranía le valió un bledo. Por ello grandes cuchillas empotradas en palas mecánicas cercenan los bosques amazónicos al tiempo que su savia chorrea por los entresijos de la selva y, los no contactados se hallan en riesgo de perecer.

¿Los argumentos que las personas dieron para evitar que Correa le metiese la mano a la justicia sirvieron? ¡No! La Justicia es ramera del presidente: ¿Las alegaciones tendientes a establecer que el primo del Dictador no era economista y que por tal no tenía el perfil para ser Gerente del Banco Central valieron? Tan no le valieron al dictador que hasta homenaje con siete velas y mil invitados organizó para solaz de su agnado quien por añadidura prodigó dineros públicos a Duzac y compañia: ¿Valieron las consideraciones opuestas por amplios sectores de la sociedad para evitar la expedición de la Ley Mordaza?! Al dictador no le valieron ni un comino! Ahora opinar es un crimen contra la mejestad del poder !Joder!

¿Valieron los puntos de vista de los militares y policías para manifestar su inconformidad con el proyecto de la Ley Orgánica del Sector Público antes del 30 de septiembre? Tan poco le importó al autócrata que montado en furia armó la de San Quintín. La lista es tan extensa que el procesador de mi compú echaría humo para completarla.

La desidia del dictador ante el pensamiento ajeno es su característica. A él solo le importa radicalizar el socialismo del S. XXI. Es decir avanzar hacia el comunismo del S: XXI. Por ello es vital para los altos fines de la Patria. Recordar a quienes dicen representarnos que el clamor en las avenidas y plazas del país no es: Correa rectifica sino: Fuera Correa Fuera.

Dr. Pablo Guerrero Martínez
18 de junio 2015.
Praga desde el exilio.