HASTA CUÁNDO TANTA INDIFERENCIA
Han pasado 18 meses del gobierno del presidente Noboa, y los habitantes del Azuay, del Austro Ecuatoriano, seguimos esperando las obras viales, al menos una mano de gato, un bacheo, porque la reconstrucción de las carreteras interprovinciales como la Cuenca-Girón-Pasaje, o la Cuenca-Molleturo-Naranjal, es una quimera.
Vivimos de promesas incumplidas, de compromisos que se lleva el viento, de visitas de la burocracia dorada, viene, constata la triste realidad, firman un papel (porque el papel aguanto todo), comen, beben, y se van. Yo te ofrezco busca quién te cumpla.
Cuando el ingeniero Marcelo Cabrera, abandonó la curul que se ganó en elecciones, para asumir la cartera de Obras Públicas en el gobierno de Guillermo Lasso, anunció en Paute, ante el mismísimo presidente de la república, el plan vial para el Austro. Fue un show bien montado, con bombos y platillos. Ese plan vial duró lo que dura un día. Fue un vil engaño, nos comió el cuento, muchos aplaudieron, pero a la vuelta de la esquina se dieron cuenta que fue un cuento, el mismo cuento que nos cuentan en cada gobierno, sea de izquierda, centro o derecha, igual da, no pasa nada.
El presidente Noboa recibió un importante respaldo en las urnas de los ciudadanos del Austro, confiados en su seriedad, en un nuevo estilo de hacer política, sin engaños, atendiendo a todas las provincias sin distinciones, de acuerdo a las necesidades prioritarias, más urgentes como la vialidad que está abandonada, destrozada. El Austro, es la última rueda del coche de los gobiernos de turno. Hasta cuándo Padre Almeida. Esto tiene que terminar.
Par muestra un botón. La foto corresponde al deplorable estado de la vía Girón-Pasaje.
El Observador
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