El observador

¿Qué Hora tiene?

¿Qué hora tiene? Pregunté el otro día a un señor que leía atribulado el periódico La Hora. El señor me quedó viendo perplejo y dijo: No le puedo dar la hora pues La Hora ya no podrá ser La Hora. Ahora la hora está obligada a publicar lo que el gobierno considera que debe estar en la Hora. El caballero que tenía la Edición del diario La Hora en sus manos además añadió:

La última resolución de la SECOM alusiva al Diario la hora por la cual se multa al rotativo. Por el delito administrativo de no haber amplificado en sus páginas la consabida perorata del alcalde lojano, con categoría de rendición de cuentas. Es muestra purísima del carácter arbitrario del régimen. Éste a través de su “Ministerio de la Verdad” pretende que un medio privado e independiente como La Hora forme parte de la retahíla de agencias de propaganda del Estado cuya especialidad es hacerlas de burropíes de los políticos alineados al socialismo del S XXI.

Las rendiciones de cuentas de las autoridades es una obligación para ellos pero no es deber de los ciudadanos leerlas en las ediciones que publican los periódicos de su libre elección. Al no ser un deber de los ciudadanos estudiar las rendiciones de cuentas de las autoridades. Menos aun es un imperativo para los medios cubrir tales actos. Sentenció el ciudadano. Luego el señor a quien había preguntado sobre la hora  prorrumpió:

El pluralismo consiste en poder elegir lo que se lee o lo que se deja de leer. No la obligación que nos impone el gobierno de leer lo que obliga a los periódicos publiquen.

Una vez más insistí al señor que me diera la hora pues minutos antes un ladrón me había arranchado el reloj a plena luz del día y debía ir a una reunión sin embargo el sujeto de forma airada comento:

La tal resolución de los secomianos pretende imponer desde el poder los contenidos de los medios de comunicación, aquello es uniformizar el pensamiento so pretexto del interés público. Por cierto tal interés está compuesto por la suma de diversos intereses particulares. Haciendo con ello imposible a la autoridad estatal atribuirse para sí el dominio y administración del interés púbico, es físicamente imposible.

Mañana la SECOM con el precedente que ha dejado sentado bien podría decir que un partido de la selección de futbol del Ecuador es de interés público y, obligar a todos los medios a trasmitir dicho encuentro. Condenando a quienes no somos fanáticos al balompié a ver como veinte y dos individuos corren detrás de una pelota u constreñir a todas las estaciones de televisión y radio a difundir las habilidades cantarinas y bailantes del dictador a titulo de interés público.

Las cosas que me decía el lector de la Hora me parecían interesantes pero mi mayor interés consistía en saber en qué hora nos hallábamos. Por lo que, a fuer de ser reiterativo. Volví a preguntarle: ¿Señor disculpe qué hora es? El cincuentón espetó: Hora de revelarse.

Pablo Guerrero Martínez
19 de mayo-2015
Praga desde el exilio