El observador

 

Queridos amigos y amigas: A Hitler no le pararon los pies hasta que ya era demasiado tarde. Hoy, las fuerzas de ultraderecha vuelven a estar en auge. Los líderes de la ultraderecha están atizando las brasas del odio y se encuentran peligrosamente cerca de ganar en gran parte del mundo, poniendo en riesgo todo aquello por lo que luchamos. Primero, demonizaron a los refugiados, las personas LGTBIQ+ y los derechos de las mujeres. Ahora Trump y sus imitadores han volcado su ira contra las protecciones medioambientales: mientras nos precipitamos hacia el caos climático, se dedican a torpedear medidas cruciales. Pretenden abocarnos a un mundo de combustibles fósiles y naturaleza estéril, donde toda persona que no se ajuste a su imagen, su forma de amar o de rezar, es un problema. Los próximos meses son fundamentales. Este año, medio mundo está llamado a las urnas y Avaaz ha planeado movilizar a la ciudadanía para ayudar a derrotar a la extrema derecha. Dejaremos en evidencia a los lobos con piel de cordero y reuniremos a millones de personas para expresar nuestro rechazo frontal al odio y la destrucción del planeta. Ya lo conseguimos en Brasil y en España, pero ahora hace falta generar movilizaciones en muchos países, para lo que tendremos que contratar expertos en estrategia política, lanzar campañas de gran alcance y colaborar con organizaciones de base. Ya estamos preparados para empezar en Europa y, para eso, necesitamos tu apoyo. Todo el trabajo de Avaaz está íntegramente financiado por personas como tú. A continuación te contamos más detalles, pero si ya quieres impulsar una clamorosa rebelión contra el veneno de la extrema derecha, dona ya lo que puedas:

Hace unos meses, se descubrió un plan secreto de deportaciones a gran escala apoyado por algunos miembros del partido ultraderechista alemán, una reminiscencia del proyecto de Hitler para evacuar a millones de judíos a Madagascar. En Europa y otras partes del mundo ya se están viendo saludos nazis, alabanzas a Putin y fuertes recortes a los derechos de las mujeres. Hoy, mientras el colapso climático afecta a millones de personas, los políticos de ultraderecha tiran por la borda las leyes que velan por la gente y el planeta. Sin duda, las elecciones de este año moldearán el mundo que heredarán nuestros hijos e hijas, pero nuestro movimiento puede dar alas a la resistencia. Si reunimos dinero suficiente, podríamos: Contratar equipos de investigación de primer nivel para sacar a la luz los peligrosos planes de la ultraderecha contra mujeres, migrantes y el medio ambiente. Organizar acciones mediáticas multitudinarias que llamen la atención de la sociedad para generar conciencia sobre los peligros de la ultraderecha en países como Alemania, Francia y España. Fichar expertos en estrategia política y comunicación que logren movilizar a la población en los principales procesos electorales. Colaborar con influencers y organizaciones de base para conseguir más masa crítica que nunca. Impulsar nuestras campañas a largo plazo para defender la democracia, los derechos humanos y el medio ambiente. En Brasil, ayudamos a que se diera un fuerte rechazo hacia Bolsonaro, el carnicero de la Amazonía, y en las últimas elecciones españolas, nuestras acciones preocuparon tanto a la extrema derecha que nos demandaron, aunque no lograron detenernos. Todo esto pasó porque decidimos plantarles cara y luchar con la convicción de que vale la pena defender el futuro de nuestros hijos e hijas y de que un mundo mejor es posible. Ahora toca hacerlo de nuevo: