El observador

 DANIEL: DEVUÉLVENOS LA LUZ DE LA VIDA

POR JAIME CEDILLO F.

No daré nombres pero enviaré señales. A `propósito de los apagones interminables, sí, interminables, porque el ministro encargado de la energía, dice que no sabe cuándo mismo terminarán, y que ni siquiera hay una pequeña luz al final del túnel.

Tanto hablamos los ecuatorianos de luz, que nos estamos olvidando de los truanes "robolucionarios" que andan preparando el terreno para la toma del Consejo de la Judicatura. Pilas, mijines, que mientras estamos clamando al cielo para que llueva y se acabe la oscuridad, que venga la luz de la esperanza, para poder ver mejor lo que traman en la desgastada asamblea.

Mientras observamos incrédulos al Pabel Muñoz, alcalde de Quito, pedir limosna para cancelar al Tribunal Contencioso Electoral, la multa que le clavó por meterse donde no debía, o sea, en la campaña electoral para vitorear a su "coidearia" la Luisa.

Daniel mueve sus fichas en el gabinete con miras al nuevo proceso electoral que está a las puertas. Es que Daniel, con o sin apagones, con o sin lluvias, con o sin sabotajes, con o sin estados de excepción, con o sin Izurieta en la desinformación, con o sin mayorías en la asamblea, será candidato para las reelección presidencial; pero antes, tiene que mover la "reina" más incómoda en el tablero, deshacerse de la desterrada vicepresidenta Abad, abandonada en una cueva en Israel, sin protección, a pan y agua, mientras su hijo espera con ansias que su señora madre, pacte con Daniel, una salida honrosa de la vice, cargo que tantos dolores de cabeza le ha provocado por meterse en donde nunca debió hacerlo.

Está tan de moda la luz, tan requerida y ansiada, esperada y añorada, que los taitas en la costa, en esos pueblitos macondianos de Manabí, llegan hasta el Registro Civil apresurados, antes de que llegue la luz y se acabe la joda, para bautizar a sus recién nacidos con ese nombre tan famoso, tan popular, que pasará a la historia, que en un pequeño país de Sudamérica, un muchachito caprichoso al que le llamaban Daniel "El Travieso", nos dejó, por semanas, sin la Luz de la Esperanza.

Y, empezaron las inscripciones: A la fila, me van indicando cuál es el nombre que han decidido para sus vástagos:

Nosotros le llamaremos la Luz del Alba Coco Cuadrado

Nosotros Luz Mila Cajape.

Por favor, inscríbale como Media Luz Circuncisión.

A nuestra bella negrita que se llame Rayo de Luz Dolores Barriga.

Como la nuestra es la primera, póngale Bendita Luz Cajape

La nuestra que se llame Luz Divina Rojo Pintado.

Y, ustedes cómo le pondrán a este audaz y vivaracho chiquillo: Se llamará Daniel Devuélvenos la Luz de la Vida Quinidio.

Aquí se acaba este cuento, antes de que se vaya esta Chispa de Luz. Amén.