martes, 18 de septiembre de 2018

Correa 'bendijo' el cobro de 'diezmos' en el Estado
Según dijo Rafael Correa las denuncias contra su ex profesor y amigo, Francisco Arellano (acusado de cobrar porcentajes salariales a los empleados de la Superintendencia de Compañías para financiar gastos de Acuerdo PAIS), se dan porque él empezó a aplicar los mandatos constituyentes 02 y 04, con los cuales se ordenó la reducción de los denominados sueldos dorados.
17 de septiembre del 2018
POR: Mariana Neira
Periodista de investigación, dirigió la redacción de la revista Vistazo en Quito.
‘Yo les puedo garantizar que el superinten-dente es un hombre honesto; no me vengan con que es corrupto, dema-siados años lo conozco como para creer en esos cuentos... cambien de táctica’, dijo Correa.
Tan pronto Rafael Correa subió al poder se decidió la eliminación de la tercerización laboral que fue sustituida por los ‘diezmos’ cobrados por altos funcionarios del poder Ejecutivo, entre ellos un exprofesor suyo que, en lugar de ser sancionado por esta práctica inmoral de explotación a los trabajadores del Estado, fue ‘bendecida’ y disculpada, como se puede ver en esta ayudamemoria sobre un caso que hemos olvidado y da un indicio de que era una mala práctica generalizada.
28 de marzo 2008. La prensa informaba que continuaban las protestas públicas de los empleados y trabajadores de la Superintendencia de Compañías (SC) que exigían la destitución de Francisco Arellano Raffo, titular de la entidad, pues el funcionario habría incurrido en 20 casos de corrupción, según han denunciado los miembros de la Asociación de Empleados de esa dependencia.
Cada día se incrementan las acusaciones en contra de Arellano, pues, según Santiago  Bravo, líder de los trabajadores, la gente que labora en la institución ya le perdió el miedo y el respeto al superintendente que bajo amenazas habría pedido silencio a los “contribuyentes voluntarios”. Ellos presentaron copias de depósito para comprobar que la cuenta a la cual habrían sido transferidos los fondos recaudados por los diezmos en la Superintendencia, pertenece a Elizabeth Verdesoto, a quien miembros de Alianza País dijeron desconocer.
Un empleado denunció: "Me hicieron firmar un listado de apoyo económico, indicándome que todas las personas debían colaborar con una cantidad. En mi caso de 80  dólares, para el movimiento Alianza PAIS, desde enero hasta octubre inclusive".
Francisco Arellano manifestó que los diezmos son absolutamente voluntarios y en ninguno de los casos se produjo presión o amenazas por parte de las autoridades de la SC, pues aseguró que están bajo los parámetros que establece la Ley.
Pero los trabajadores de la institución cuestionaron asuntos más graves que los diezmos, como la contratación del estudio jurídico guayaquileño Gutemberg-Vera, por la cantidad de $990 mil, cuando dentro de la Superintendencia había un equipo de abogados de calidad que ya ganó algunos casos a favor de la institución.
Y había secretarias trabajando en el despacho del superintendente que ganarían casi como un subdirector, cuando deberían ganar solo $ 2 500.
28 de marzo 2008. El presidente Rafael Correa aseguró conocer hace muchos años al funcionario, quien fue su profesor en el colegio San José La Salle y por ello “no podría dudar jamás de su honradez y rectitud”.
Según el mandatario, las denuncias contra Arellano (acusado de cobrar porcentajes salariales a los empleados de la Superintendencia de Compañías para financiar gastos de Acuerdo PAIS), se dan porque él empezó a aplicar los mandatos constituyentes 02 y 04, con los cuales se ordenó la reducción de los denominados sueldos dorados.

“Yo les puedo garantizar que el superintendente es un hombre honesto; no me vengan con que es corrupto, demasiados años lo conozco como para creer en esos cuentos... cambien de táctica”, enfatizó. Tras ello, anunció que de todas formas el Gobierno dialogará con los empleados de la institución para conocer sus quejas.
30 de mayo 2008. En medio de una agitada protesta de los empleados y trabajadores, y resguardado por las fuerzas del orden, el Superintendente de Compañías, Francisco Arellano, ingresó antes de este mediodía a su despacho y alrededor de las 14:15 puso su renuncia irrevocable diciendo:
“No quiero ocasionarle problemas a mi gobierno en el cual yo creo, y al cual lo he defendido. Existe en la Asamblea Constituyente… un afán de destituirme. Les dije que les voy a ahorrar esa molestia de conseguir la mayoría necesaria para que me destituya la Asamblea Constituyente… Hoy mismo el presidente de la Constituyente, Alberto Acosta, va a tener mi renuncia. Así actúa Francisco Arellano Rafo, con hidalguía, con dignidad y con honor”.
Frente a las acusaciones de los empleados de la Superintendencia, Arellano dijo que si hubiera cometido un solo acto ilícito en su administración, “lo procedente, lo normal, lo efectivo, hubiese sido ir ante los jueces competentes, ante la justicia ordinaria”, para denunciarlo. Sin embargo, no lo hicieron, sino que se dedicaron a “hacer bulla, coerción física y el resultado es, pues, que hasta ahora no han podido ellos determinar un solo acto en mi administración que esté reñido por la ley”.

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