miércoles, 12 de septiembre de 2018
LA CRIMINAL CHEVRON
Amplio es el expediente de delitos cometidos por la transnacional petrolera Texaco-
Chevron. Sus crímenes ambientales y de violación de los derechos humanos son
consecuencia del saqueo de las riquezas de los países pobres, esa es la base de su gran
magnitud financiera.
En el Ecuador, luego de 26 años de actividades de exploración y explotación del crudo, este
monopolio se apropió de la mayoría del petróleo, a cambio de menguadas ganancias para el
país, masiva contaminación ambiental, altos índices cancerígenos, desplazamientos de
pueblos originarios (cofanes, huaoranis, secoyas, sionas), etnocidio de los tetes, etc.
Ninguno de estos delitos fue reparado, al contrario, desde años atrás la empresa despliega
una serie de malabares jurídicos y presiones políticas, para evitar el pago de una sentencia
de USD. 9.500 millones dispuesta por la justicia ecuatoriana.
Entre los tramposos artilugios esgrimidos por la multinacional, está el reciente dictamen del
Tribunal de Arbitraje Internacional de La Haya que favorece con una reparación económica,
que debe pagar el Estado, a favor de la petrolera por incumplir las protecciones establecidas
en el Tratado Bilateral de Inversiones y por violar su derecho a la defensa.
No sorprende la rapacidad del monopolio, ni el fallo del Tribunal de la Haya que pretende
obligar pagos multimillonarios por indemnizaciones a favor de los criminales de Chevron. Lo
terrible es el carácter entreguista de la burguesía ecuatoriana.
Es que fueron los gobiernos de la larga noche neoliberal, Durán Ballén y Mahuad, quienes
firmaron acuerdos para liberar de responsabilidades a la petrolera. Fue el Procurador
General de la Nación de la anterior década, Diego García, quien dirigió una ineficiente
defensa de los intereses nacionales. Fue el correísmo, que a pesar de contratar abogados
internacionales, el que perdió juicios interpuestos por la OXY, Perenco, Burlington y la
misma Chevron. Es Lenin Moreno, quien asume el fallo emitido del arbitraje internacional al
anunciar que hará uso del recurso de repetición para que los correístas paguen el prejuicio al
país.
Es evidente, las diferencias son de forma entre los gobiernos de la partidocracia y los de
Alianza País. Unos y otros representan los intereses del imperialismo y los monopolios, ya
que impulsaron políticas para garantizar las inversiones y para someter las controversias a la
jurisdicción de árbitros internacionales.
El Ecuador no debe acatar el fallo a favor de Chevron, pues ningún tratado o convenio
internacional, como el suscrito para conformar el Tribunal de Arbitraje Internacional de La
Haya, está por encima del primado de la Constitución de la República.
El pueblo debe organizarse, movilizarse, exigir y luchar por el respeto a la Soberanía
Nacional.
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