martes, 11 de septiembre de 2018

POR: Jaime Chuchuca S.

 Publicado en la Revista El Observador, junio de 2018, edición 105

El rumbo correísta
En las primeras décadas de la invasión a América, España se vio inundada por decenas de miles de toneladas de oro y plata. Con el matrimonio de los reyes católicos, Fernando II de Aragón e Isabel I de Castilla, se superó en parte la división interna de España. Las nuevas rutas comerciales y el saqueo de los recursos americanos permitieron a Europa salir del oscurantismo e iluminarse con el brillo de los minerales preciosos. Empezó el auge del mundo cristiano occidental y el retroceso del mundo árabe musulmán.

Sin embargo, a pesar de las miles de toneladas de minerales que recibía España -en un siglo España recibió alrededor de 18 mil toneladas de plata-, el reino unificado se encontraba en crisis permanente. Sólo un 5 e los minerales se quedaba en España, mientras el resto continuaba su tránsito hacia los bolsillos de la burguesía industrial de Inglaterra, Francia, Holanda, Italia y Hamburgo. Las toneladas de plata eran intercambiadas por armas, cereales y textiles. En España, quienes se dedicaban a actividades industriales perdían sus títulos de nobleza. El derramamiento de sangre americana se trocaba en riqueza europea. En pleno auge económica, la población española disminuyó de 10 a 5 millones de habitantes en el siglo XVIII. 

Después de más de cinco siglos, la dirección extractivista de Latinoamérica continúa alimentando las arcas de las potencias mundiales y del capitalismo transnacional.

En pleno siglo XXI, Ecuador vivió su potosí petrolero. El barril de petróleo llegó a niveles insospechados, se incrementó a más de 100 dólares cuando Estados Unidos, entre los años 2012 y 2014, restringió la venta de petróleo a Irán. El gobierno de Correa, no conforme con la recepción de recursos producto del petróleo, enredó al país en una deuda impagable. La deuda externa ecuatoriana superó el límite constitucional del 40 el PIB, sin embargo, el gobierno utilizó todo su poder para maquillar los datos y a través de una reforma exceder el límite constitucional. El gobierno de Moreno, a la fecha, no ha cambiado el rumbo hacia el abismo de la deuda y tampoco ha programado alternativas reales al extractivismo.

Con el asesinato de los tres periodistas ecuatorianos en la frontera norte se abrió un gran debate en el país sobre la intromisión de los carteles de la droga dentro del Ecuador. Frecuentemente, los bancos ecuatorianos son usados para el lavado del dinero proveniente del narcotráfico, como lo revela la obra El Otro Fidel, pero en el país existe otro Cartel, aquel que se llevó cientos de millones de dólares del oro negro, me refiero al Cartel de la Contratación Pública, nacional e internacional.

Funcionarios del Estado y varias empresas asociadas al gobierno correísta se beneficiaron de millones de dólares originados en el petróleo ecuatoriano. Varios de los megaproyectos correístas se encuentran paralizados y otros están en la ruina. Al igual que sucedió con la bonanza española, las arcas fiscales del Estado ecuatoriano no guardaron ni el 5 e los recursos provenientes de la explotación petrolera, y estoy seguro que lo mismo sucederá con la nueva extracción minera. A la vuelta de un año tales empresas continúan trabajando con el gobierno de Lenin Moreno.

El gobierno de Moreno ha mantenido hasta estos días la “nobleza” creada en la época del correísmo. Muchos cubiertos con títulos nobiliarios, honores, preseas y laureles se lograron enquistar en lugares privilegiados del Estado, donde gozan libremente, hasta hoy, de los beneficios del poder. Moreno ha sido excesivamente timorato a la hora de cambiar su séquito y las malas amistades heredadas sin beneficio de inventario.

Las coordenadas construidas históricamente por más de cinco siglos dentro el sistema mundo capitalista no han sido alteradas en Latinoamérica y menos en Ecuador como había predicho el otrora dueño de Carondelet. El neoliberalismo y los acuerdos económicos con las transnacionales siguen vigentes. La burguesía nacional se continúa enriqueciendo sin pagar casi impuestos y, en estos días, el acercamiento de Moreno con los grupos empresariales tal parece que impulsará esta misma ruta. Las pullas y los dimes y diretes diarios de la actual administración del Estado con algunos funcionarios de la anterior, no son más que la superficie y no la raíz de los problemas sociales. A un año, el rumbo continúa siendo el de la década correísta, pero con la mesa vacía.

No hay comentarios:

Publicar un comentario