lunes, 25 de mayo de 2015

LA DEMOCRACIA ES RESPETO Por Patricio Haro Ayerve

patricioharo-150x150La democracia es el régimen político ideal para el gobierno de las naciones del orbe desde que los antiguos griegos la concibieron en Atenas cinco siglos antes del nacimiento de Cristo. Reunidos en el Ágora, los ciudadanos atenienses que querían administraban la ciudad estado directamente, tomaban decisiones que favorecían a todos y fiscalizaban la acción de las autoridades. Allí nació la tarea de legislar y fiscalizar que en democracia corresponde a la función legislativa.
Desde esa época acá, la democracia ha evolucionado significativamente y desde la democracia directa hasta la democracia liberal sus estudiosos la han llenado de adjetivos, pero jamás han cambiado el principio fundamental sobre la que se sustenta: el respeto. El respeto a la voluntad popular, el respeto al derecho que tienen los ciudadanos a ser consultados, el respeto al ejercicio de los derechos políticos y las libertades civiles, incluida la libertad de prensa, la libertad de asociación y la liberad de criticar al Gobierno sin represalias, dan a la democracia las condiciones mínimas para ser considerada tal.
Cuando se rompen los esquemas del respeto y el autoritarismo caracteriza a un gobierno nacido en las urnas, se generan lo que el politólogo estadounidense Scott Mainwring ha calificado como regímenes semidemocráticos en los que se encuentran varios tipos de autoritarismos con fachada de democracias; más aún, cuando no se respeta siquiera a los ciudadanos sean ellos hombres, mujeres o niños y no se tiene un mínimo de respeto sobre el uso y el cuidado de los bienes del estado, este autoritarismo deriva en una tiranía totalitaria. América Latina es un bastión de este tipo de regímenes con la ideología del nacional socialismo del siglo XXI.
Si se considera la acepción de los términos, la tiranía es el ejercicio extremo de la autoridad sin considerar límite alguno y sin control de ninguna clase en el que el tirano impone su voluntad sobre quienes considera sus subordinados; mientras que, el totalitarismo, a más de ser dirigido por un partido único o al existir otros partidos los desconoce y actúa como si fuese único sin respetar el pensamiento y la acción política de los otros, el tirano ejerce el control total de las funciones del Estado cuyos miembros en lugar de actuar con independencia republicana subliman su personalidad y acatan su voluntad con impudicia.
La historia está llena de acciones de tiranos totalitarios que violando los derechos y las libertades de sus gobernados cometieron crímenes de lesa humanidad, lo que es otra característica de este tipo de gobernantes. El holocausto y los gulags son ejemplos atroces de dos tiranías totalitarias; pero las barbaries cometidas por el tirano de Uganda, Idi Amín Dada, que detenía su caravana para aprehender, sin el debido proceso, a quien osaba mirarle mal y ordenar su muerte aterrorizaron a la humanidad.
Las tiranías totalitarias no son eternas porque el pueblo que las soporta pierde el miedo y se libra de su yugo más temprano que tarde.

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