En un esfuerzo por oponerse a los esfuerzos del Municipio de
Belén para embellecer una sección del Muro del Apartheid, donde el Papa
Francisco tenia programado pasar, los activistas locales del Campamento de
Refugiados de Aida se reunieron para pintar consignas tanto contra la ocupación
israelí como para dar la bienvenida a Su Santidad, en la víspera de su llegada,
el 24 de mayo de 2014.
"¿Por qué tenemos que hacer que sea hermoso? No lo es
", dijo, Mohammed Abu Srour de 23 años, uno de los activistas
involucrados.El grupo maniobró con éxito más allá de un par de personal de
seguridad de la Autoridad Palestina para llegar al Muro y realizar grafitis en
una recién pintada puerta militar, en una sección del Muro de Apartheid y en la
torre de francotirador cerca de la Tumba de Raquel. Soldados israelíes abrieron
la puerta después de varios minutos, momento en que los activistas se retiraron
antes de que los soldados se fueran y cerraran la puerta. Un activista comenzó
un nuevo rayado, "Bienvenido Santo Padre", pero fue perseguido por la
calle por varios soldados israelíes que salieron en el momento en que la puerta
se volvió a abrir.
Los funcionarios de la Autoridad Palestina luego se
dirigieron hacia los soldados israelíes que se encontraban en la puerta,
hablaron con ellos durante unos minutos. Cuando se les preguntó por qué estaban
presentes, respondieron que se encontraban allí sólo para asegurar la visita de
un líder ortodoxo ese día, que eventualmente tendría que pasar en una caravana
de seis coches por la puerta alrededor de 13:10. Poco después, los soldados
armados de la Autoridad Palestina bloquearon la acera para que nadie pudiera
acercarse a la puerta. Los activistas se fueron a sus casas, y sus consignas en
rojo y negro sobresalían contra el uniforme lienzo de color gris pizarra.
Esa tarde, le llegó la noticia a Abu Srour de que su trabajo
había sido pintado de nuevo.
A la mañana siguiente, el Papa llegó en helicóptero,
aterrizando cerca de Campo de Refugiados Dheisheh en Belén y los hijos del
Campamento de Aida se juntaron.
Marcharon hacia la sección del Muro repintado y esperaron que llegara
"Baba". Siguiendo con el programa del Centro Juvenil Keshafa de Aida,
comenzaron los jóvenes a tocar un tambor, se hizo eco a través del caliente
aire. Los dirigentes locales de los centros Al Rowwad y Lagee repartieron
carteles entre los niños con consignas en favor de los derechos de los
prisioneros, de sus sueños y de la libertad, lo habitual.
Unos minutos antes de que el Papa Francisco llegara,
renacieron las latas de aerosol a la superficie y los activistas del día
anterior volvieron a pintar sobre el Muro y la recién pintada puerta. Mohammed
subió a los hombros de su amigo y por el frenesí, el personal de seguridad no
lograron percatarse de la acción. "Pintaron toda la pared plata, no se
podía ver nada de lo que hicimos ayer, así que decidimos volver a escribir para
el Papa. Queremos que se preste atención a nuestros problemas como palestinos normales
", explicó Abu Srour.
Y luego, un blanco inmaculado camión acristalado pick-up, se
acercó.
"Yo no esperaba que el Papa se bajara y comenzara a leer
las frases y a conocer a los niños y personas que se encontraban allí. Nos
sorprendió ", dijo Abu Srour.
Pisó la alfombra roja como es costumbre en sus viajes y bajó
hacia el corto camino entre Jerusalén y Hebrón, donde él caminó deliberadamente
hacia la puerta, como si hubiera sido planeado con anterioridad (según su
equipo de seguridad no estaba planificado). Hay que tener un poco más de
experiencia con Su Santidad para saber si su rostro es siempre tan sombrío.
Pero estaba sombrío. No ignoraba a las dos niñas a su derecha, pero su enfoque
solemne estaba en la puerta, en el Muro. Inicialmente, parecía expresar asombro
cuando él extendió la mano para tocar un poco de la obra de Abu Srour,
"Papa, Belén se parece al Ghetto de Varsovia."
Se quedó durante varios minutos mientras los guardias
mantenían la distancia entre él y los fotógrafos en su mayoría con teléfonos
celulares compitiendo por una foto. Un soldado israelí podría verse observando
la situación desde la cima de la torre de francotirador.
Su cabeza inclinada, el Sumo Pontífice tocó con la frente el
monolito antes de retirarse lentamente a su coche y continuar su ruta hacia la
Iglesia de la Natividad. Se trata de una innegable imagen de solidaridad con
los palestinos que han sufrido por el Muro de Apartheid y sus efectos desde
hace una década.
Más tarde realizó la misa a miles de lugareños y turistas
internacionales repletando la Plaza del Pesebre, junto con Mahmoud Abbas y su
entorno, aunque ellos se retiraron temprano. El enorme escenario representaba
al Pontífice saludando a María y José y el niño Jesús, envuelto en una
inconfundible keffiye palestina. Los pasillos y los tejados se unieron con la
prensa, pero fue su oración en el Muro de Apartheid de 8 metros de altura que
ocupó los titulares de la BBC.
Esa tarde, continuó su camino hacia el Campamento de
Refugiados de Dheisheh para una ceremonia y se reunió con la mayoría niños del
campamento incluyendo participantes de los campamentos vecinos de Azza y Aida.
A medida que su caravana entró en el campamento, los niños locales clamaban
contra una barrera de metal para que la viera y portaban carteles que decían en
Inglés, "Cada año, Israel arresta a más de 500 niños." Después de la
ceremonia, fue llevado en un helicóptero, elevándose lentamente por encima de
los techos en donde las familias y niños habían llevado sillas para saludarlo.
El Papa apoya al presidente Mahmoud Abbas, pero Abu Srour
dice que la postura de la Autoridad Palestina en la promoción de una solución
de dos estados no se ocupa de sus circunstancias o la esperanza como un
refugiado.
"Mi pueblo original, es en Beit Nattif. Está fuera de
Cisjordania. Ellos la ocuparon en 1948 y por el cual voy a perder mi derecho
como refugiado. Representaré mi caso mejor que nadie. Porque siento que Yo vivo
en esa situación todos los días ".
Sin embargo, nadie pareció decepcionado por la inesperada
demostración de "Baba".
"Nosotros solamente pensamos que iba a pasar delante de
nosotros y decirnos hola o algo e ir a la iglesia de la Natividad, pero él vino
y se paró frente al Muro y oró allí ... era una buena cosa para nosotros, como
palestinos. Él nos está apoyando y nos respeta y respeta nuestro sufrimiento
", dijo Abu Srour.
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