Por: Jaime Cedillo Feijóo
Que nos roben todo, menos la esperanza de ir
a las urnas para que sea el pueblo el que decida, democráticamente, sin
amenazas, sobre la reelección indefinida del que sabemos… ¿de cuál pesss?, de
cuál más va ser pesss, del más coherente de los coherentes, del que se rasga la
vestiduras mañana, tarde y noche, diciendo que no quiere pero que se muere de
ganas de decir que sí, siempre y cuando los borregos que siempre están en
primera fila en las sabatinas, le pidan por aclamación. Que ni le molesten los
de mente ratonil, porque sino abdica a la presidencia y se corona de rey, sin
contemplaciones. Así de un plumazo.
Dice la vecina: aunque a usted sicario de tinta, le disguste
tanto, pero nuestro amado mashi, es bien coherente, nunca cambia de criterio
así le rueguen los nuevos pelucones. Cuándo ha dicho pessss, que quiere y que
no quiere, que piensa y que luego existe, que le gustaría pero que mejor se irá
a vivir en Bélgica, a disfrutar de los “ahorritos”, gracias a las sentencias
que han salido a su favor y en contra de los incoherentes. Cuando ha dicho que
es un absurdo la reelección indefinida, que la democracia implica alternancia
(2007), nunca, es un invento de esa prensa mediocre, odiadora. A qué hora ha
dicho pesss que estará tan solo cuatro años, que este es su último período
(2013), jamás, es puro cuento de esa prensa mercantilista, farsantes,
sinvergüenzas, cobardes, hablan cualquier estupidez. Yo si le apoyo para que
cumpla lo que prometió. ¿Y qué prometió pessss?, ¡300 años en el poder pesss!,
eso si es coherencia. Ahora, ustedes, sí ustedes, de esa prensa dizque
independiente, andan con el puro cuento que también ha dicho que la alternancia
es un discurso burgués que nadie se cree, que es un mito, tonterías de la
oligarquía. Eso es un invento, una barbaridad. Ojalá el supercan les mande a
los quintos infiernos a toditos juntitos, para que nuestro bien amado no se
baje del trono por los siglos de los siglos amén.
Que nos roben todo, menos la esperanza del
colectivo Yasunidos, que se haga justicia con las firmas que recogieron para
que el soberano decida en las urnas si se extrae o no el petróleo del Yasuní.
Que nos roben todo, menos la esperanza que
tienen Jiménez, Villavicencio y Figueroa, para que algún día se reinaugure la
justicia en el país, y vuelvan a ser libres como los árboles, los ríos y los
animales, que por ahora, los protegen al interior de la selva.
Que nos roben todo, menos la esperanza que
tiene Mery Zamora, para que el Estado le reparen a ella y a su familia el daño que les causaron.
Que nos roben todo, menos la esperanza de que
llegue el día, no muy lejano, para que el Pedro “el grande”, primo del
dignísimo, sea extraditado y pague por las estafas que cometió con el visto
bueno del coherente.
Que nos roben todo, menos la esperanza que tiene
el pueblo de ver al gran hermano devolviendo el dinero de las obras públicas
que no aparecen por ninguna parte, claro, sin conocimiento del ñaño.
Que nos roben todo, menos la esperanza de
seguir disfrutando hasta las eternas memorias de las sabatinas, donde se hace
gala de tolerancia y amor al prójimo.
Que nos roben todo, menos la esperanza de
seguir viendo en las horas de mayor sintonía, las lindas cadenas en contra de
todo aquel mortal que se atreva a opinar mal de las manos limpias, mentes
lúcidas y corazones ardientes de los “revolucionarios”.
Que nos roben todo, menos la esperanza de
poder gritar a los cuatro vientos: lástima de tener medios de comunicación
oficiales vendidos a la “revolución”.
Que nos roben todo, menos la esperanza de
decirles en la cara, retomando las palabras de la escritora y periodista Elena
Poniatowska (Premio Cervantes), que el oficio del periodismo no es para
cínicos.
Conste que esta es un opinión, pessss.
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