SOBRE VIOLENCIA Y BASES MILITARES ¡EL GOBIERNO MIENTE!
Diego C. Delgado Jara
1. COLOMBIA Y PERÚ POSEEN 8 Y 10 BASES MILITARES Y EL AUGE DE LA DROGA SE HA MULTIPLICADO 1.1. COLOMBIA es un ejemplo irrefutable de la mentira sistemática sobre la supuesta eficacia y conveniencia de las bases militares extranjeras para controlar el narcotráfico y la violencia social en nuestro país. Colombia dispone ahora de ocho bases aéreas de los EE UU, pero hasta el año 2020 (22 años desde el inicio del Plan Colombia) disponía de siete bases militares con aviones de muy alta tecnología. Las ocho bases militares de EE UU, según los debates de su Congreso y varios textos consultados, son las siguientes: 1. Aplay. 2. Palanquero. 3. Toleimada. 4. Lorandia. 5. Cartagena (mar Caribe). 6. Malamba. 7. Bahía Málaga (en el Océano Pacífico). Se ha agregado luego una nueva base militar aeronaval, en la Isla de La Gorgona, a 28 kilómetros de las costas colombianas. 1.2. Los resultados del Plan Colombia y la incidencia de bases militares extrajeras son aleccionadoras en extremo. Este país disponía de 84 mil hectáreas con cultivo de coca en el año 1998, cuando se inició el Plan Colombia. En el 2018, veinte años después, pasaron a determinar, con mediciones satelitales, que esa área se había extendido a 242 mil hectáreas. Esto es 2,88 veces más. En julio del 2024, según estimaciones de entidades relacionadas con las Naciones Unidas, con información satelital, el área se había extendido a 370 mil hectáreas. A pesar de las ocho bases militares de Estados Unidos, primero con siete y luego con ocho, Colombia ha incrementado su área de cultivo en 4,4 veces más. Las cifras son demoledoras de las mentiras oficiales que utiliza el gobierno de Daniel Noboa en Ecuador. ¡Datos certeros matan relatos e inventos interesados! Las bases militares extranjeras usan el pretexto de la lucha antidrogas para infiltrarse en nuestros países.
2. LA EXPERIENCIA DEL PERÚ 2.1. PERÚ ha consentido la presencia de diez bases militares de Estados Unidos en su territorio nacional por la permisibilidad de gobiernos vendidos. Según información del historiador y antropólogo peruano Guido Chati, las bases militares son las siguientes: 1. Palmapamba. 2. Mazamari. 3. Pichari. 4. Puerto de Callao. 5. Ancón. 6. Pucalpa. 7. Iquitos. 8. Teniente Clavero (Putumayo). 9. Santa Clotilde. 10. El Estrecho (Putumayo). Todo ello se autorizó con el pretexto de luchar contra la droga, pero las cifras demuestran que este motivo ha sido un refinado pretexto para ingresar a este país con la voluntad de quedarse. 2.2. La producción de estupefacientes y las áreas de cultivo en Perú se han disparado. Según la “Oficina de la ONU contra la Droga y el Delito”, la actual producción de cocaína de los países andinos es la siguiente: Colombia el 65%, Perú el 27% (ha triplicado el área de cultivos) y Bolivia tiene el 8%. Las bases militares extrajeras, a la luz de las evidencias, son enclaves inservibles para el país anfitrión por decisiones de gobiernos de alma colonialista. Los bases militares de EE UU sirven para influenciar en la política interna y obtener toda la información de los recursos naturales del Perú en todos los campos.
3. EL CASO DE AFGANISTÁN AFGANISTÁN: Un solo dato basta para desengañar a cualquier político que abandere el discurso de la guerra contra el narco y la equiparación del crimen organizado con el terrorismo como coartada para poner a su país en manos de Washington. Diario La Jornada, de México, publicó el siguiente dato en su editorial del 15 de diciembre del 2024: “Con la ocupación estadunidense de Afganistán, la producción de opio aumentó de alrededor de 180 toneladas en 2001 a más de 3 mil toneladas en 2002, y a más de 8 mil en 2007. Un crecimiento de 3 mil 900 por ciento bajo la mirada de quienes exigen al resto del mundo controlar el narcotráfico.” No olvidemos que EE UU posee alrededor de 800 bases militares en el mundo entero.
4. ¿ECUADOR, BASE MILITAR DE UN PAÍS EN CONFLICTO BÉLICO PERMANENTE? 4.1. El Art. 5 de la actual Constitución establece: “El Ecuador es un territorio de paz. No se permitirá el establecimiento de bases militares extranjeras ni de instalaciones extranjeras con propósitos militares. Se prohíbe CEDER bases militares nacionales a fuerzas armadas o de seguridad extranjeras.” Existen aspectos muy importantes en este artículo. El primero, que precautela la neutralidad del Ecuador, que no debe ser parte alineada y peor de una potencia en pugna militar o geopolítica (que siempre ha propiciado las guerras), como ahora pretende Noboa arrastrar a nuestro país a los pies de EE UU, que junto a la OTAN está en conflictividad evidente y peligrosa con la República Popular China y la Federación Rusa. 4.2. Ecuador debe mantener las mejores relaciones diplomáticas y comerciales con todos los países del mundo y ser “un territorio de paz” en forma permanente. No debe ser carne de cañón para nadie. Alinearse, como pretende Noboa y sus asesores fascistas en las penumbras, es muy riesgoso en un mundo donde las armas modernas pueden destruir cualquier objetivo militar a miles de kilómetros. Los conflictos bélicos no tienen límites. Si alguien no piensa en la vida y en la integridad permanente y completa de toda la población ecuatoriana no merece dirigir el país porque no representa los intereses nacionales y populares. 4.3. ¡Resulta un mandatario peligroso e impredecible en extremo, al servicio de intereses extranjeros! La cooperación posible, comprensible y razonable, no requiere la ubicación de bases militares en nuestro territorio. ¿Por qué no se recuperan los puertos marítimos concesionados, así como las 200 millas de Mar Territorial y se encarga su custodia a la Marina Nacional? ¡Nadie impide que se realicen interdicciones en aguas internacionales! ¡Sobre las palabras se imponen las evidencias! ¡No se atreven a formular propuestas soberanas, independientes, basadas en las instituciones patrióticas de nuestro país! ¡Buscan un padrinazgo innecesario! Si alguien desea colaborar, que lo haga, pero sin ocupar nuestro territorio soberano. ¡En esas condiciones toda ayuda puede resultar bienvenida, pero sin menoscabar jamás nuestra integridad y soberanía! ¡Los ecuatorianos no poseemos almas minusválidas! 4.4. Eliminar esta norma específica, el Art. 5 de la Constitución, entraña dejar sin límites jurídicos ni control político posible, y en manos de un gobierno irresponsable, aventurero y desconocedor de las consecuencias de sus actos; manipulable al máximo, y que no precautela el destino del país y la suerte de esta y de las futuras generaciones. Actuemos con prudencia y no corramos con riesgos innecesarios. Mantengamos nuestra calidad de “territorio de paz”. No puede una sola persona tomar decisiones muy peligrosas y que comprometen la vida de toda la nación, como hizo Zelensky con Ucrania. 4.5. Es inocultable que Daniel Noboa y EE UU desean en forma frenética un Ecuador subordinado como dependencia de Washington. Incluso ya llegó con anticipación la Secretaria de Seguridad Nacional de EE UU, invitada por el ciudadano norteamericano en el poder, para que escoja los sitios del Ecuador donde preferirían asentar sus bases militares, ¡antes que el pueblo se pronuncie, pero seguro de los resultados previsibles que desea proclamar y que esta seguro que así será! ¡No les interesa un comino la opinión y voluntad del pueblo ecuatoriano! ¡Quizá para eso controla un CNE de bolsillo! (41-21) 4.6. ¡Son obvios indicios de un peligroso fraude en marcha y de la seguridad sobre los resultados electorales listos a pregonar! Una base militar extranjera, además de atentar a la soberanía plena del país, puede resultar de tiempo indefinido. ¿Qué lapso autorizaría Noboa a que permanezcan en el país sus connacionales al recibir un cheque firmado en blanco? ¿Un siglo? Si soldados extranjeros cometen un crimen, ¿serán juzgados con las leyes nacionales o tendrán protección diplomática como siempre solicitan y les conceden?
5. GUANTÁNAMO: EXPERIENCIA A CONSIDERAR Recordemos que EE UU llegó a Cuba en 1898, en conflicto con España cuando la Isla caribeña estaba prácticamente liberada de la metrópoli ibérica. Provocaron una guerra para apoderarse de Cuba, Puerto Rico, Filipinas y las islas Guam. Estamos en el 2025, 127 años después, y todavía EE UU no abandona su enclave en Cuba, Ni la revolución cubana pudo desalojarla con 65 años de firmes exigencias y constantes movilizaciones de millones de personas. ¿Alguien cree sensato comprometer la independencia y el derecho a vivir en un país sin bases extranjeras las próximas generaciones de compatriotas? Actuemos con sensatez y extrema prudencia, liberemos de todo riesgo innecesario a los ecuatorianos presentes y del porvenir. Pedir la presencia de tropas militares extranjeras para que se instalen dentro de nuestro Ecuador bendito, por gestión desleal de nuestras propias autoridades, es una decisión suicida, irresponsable, inconsecuente y hasta de traición a los intereses nacionales.
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