A dos años de gobierno, el diosecillo está desnudo
Por: Juan Pablo Serrano
El país se cansó, habló claro y terminante, dijo ¡basta! La expresión fue masiva, todas las provincias, salvo Tungurahua, en muy pocos cantones se rompe la constante de rechazo a las preguntas formuladas por el gobierno. Ha concluido un periodo largo de dos años, se agotó una forma del ejercicio del poder, que no se reconoce en la gestión de gobierno, sino en la campaña electoral perpetua que pretende ocultar la carencia de proyecto de gobierno y la ninguna gestión al frente del ejecutivo.
Daniel Noboa fue elegido para gobernar, resolver problemas, gestar una mejor sociedad distinta al manejo mañoso y autoritario; se le otorgó la condición presidencial para que guíe al país, han sido múltiples y constantes los errores, tanto de él cuanto de su equipo de trabajo, se pasó por alto su falta de total preparación en el manejo de lo público, la carencia de un proyecto claro y estrategias de instrumentalización. Recurrentemente ha sido perdonado una y otra vez, porque el país ha buscado creer en él. Esto llevó a que se forjen falsas realidades, que procuran ocultar sus gigantescas limitaciones, se desarrollaron dos estrategias: la campaña perpetua y la guerra contra los narcos.
Las razones del NO
Noboa polarizó la sociedad, ha dado continuidad a prácticas de polarización social que iniciaron hace casi 20 años, ha creado enemigos por doquier; la sociedad se encuentra extenuada ante aquello, la población votó en contra del conflicto.
En relación a su estrategia de campaña perpetua, hemos acudido por sexta ocasión a las urnas desde que irrumpió a la palestra presidencial hace 27 meses. Asistimos a una contienda electoral cada 4.5 meses, sumamos la tercera en el presente año, hay un hartazgo en la sociedad ante la campaña perenne. Su vocería, la de sus ministros, asambleístas, seguidores, periodistas contratados, e influencer tiktokeros, no han hecho sino poner en evidencia sus límites intelectuales y de elemental conocimiento; podríamos decir que han actuado como un pelotón de auto demolición. El colofón es la pérdida de la confianza en la palabra presidencial, la gente ya no le cree, porque ha mentido. La población sufragó contra la mentira, la falta de claridad, la incertidumbre.
El presidente la ha tenido fácil, ha sido un mandatario popular, ha contado con mayoría parlamentaria prácticamente sin oposición o con contradictores mediocres y de pocas luces, con el país apoyándolo y crédulo de sus relatos interpretativos de la realidad, de los conflictos con enemigos reales o ficticios; el tiempo ha sido mas que suficiente para deducir si debe respaldárselo o no, son dos años de gobierno. El presidente Clemente Yerovi Indaburu, en siete meses realizó cambios sustanciales, mostró resultados. Hoy no alcanza con el relato, que las responsabilidades del manejo de lo público, hay que endilgarlas al fenecido gobierno de Lasso, o a Correa y sus infiltrados. La gente votó NO ante la ausencia de resultados en la gestión pública.
El presidente no escucha, esto es muy grave si la gestión de su gobierno deja mucho que desear. La propia composición de su gabinete responde a su visión y esta se encuentra blindada a cambios, rodeado como está de sus amigos y conocidos cercanos, todos de Samborondón, jóvenes sin la más remota experiencia de gestión pública, todos respondiendo a la misma lógica relacional, salvo excepciones de personas de Guayaquil y en menor medida de otras localidades del país. Un gabinete en su mayor parte bisoño, sin canas, sin experiencia alguna, sin ninguna representación de la diversidad nacional, empleados o contratistas de Corporación Noboa o fieles militantes de su movimiento político, rodeado de aduladores; así ha hecho gabinete en este tiempo.
Impertérrito a cualquier demanda o tensión externa, no supo que la tragedia de los cuatro niños de las Malvinas era con su gobierno, tampoco que haberle caído a patadas a un comunero moribundo y a su acompañante por parte de militares tenía implicaciones jurídicas y políticas, para su Ministro de Defensa. Mucho menos supuso que la más grave crisis energética vivida en la historia del país en el 2024 era con su gobierno, menos lo eran las responsabilidades penales, administrativas y políticas, ligadas a la gran estafa en los casos PROGEN y ATM, ni la gigantesca tensión social desatada en Cuenca a propósito del proyecto Quimsacocha, iniciada por su ministra de Energía, Minas y Ambiente. No consideró siquiera que era con su gobierno la grave crisis del sector salud, la muerte de decenas de neonatos, el colapso de los hospitales; tampoco la destrucción del sistema vial del sur del país y la Amazonía. Le ha sido totalmente irrelevante subir tres puntos al IVA a todos los ecuatorianos y que la corporación de su familia sea beneficiaria en el perdón de deudas con el Estado; de tan poca importancia ha sido el tema, que ha nombrado a la Gerente de Tributación de Corporación Noboa como directora del Servicio de Rentas Internas, SRI. Sin el menor rubor, el presidente ha vivido sumergido en una burbuja, en donde absolutamente todo le resbala, cada acto fue una gota que se fue sumando, la ciudadanía votó en rechazo a una pésima gestión, en términos coloquiales le dio un ubicatex.
Ante la falta de proyecto, plan de gobierno y de gestión, políticas publicas y acciones de gobierno; ante la carencia de experiencia en lo público, se adoptó el reemplazo de la realidad por el relato, la política llevada a la esfera de la comunicación digital, la creación de narrativas. Se comunica las acciones o las obras que el gobierno ejecuta, al no existir absolutamente nada que pueda ser valorado en trascendencia surgió la reinauguración de obras menores (pintura en coliseos, reinauguración de baterías sanitarias, inauguración de gabinetes de computadoras pagados por padres de familia); o apelar a experiencias obtenidas en la Fundación de la familia presidencial Cruzada Nueva Humanidad, que reparte bienes a diestra y siniestra y realiza acciones de caridad. El elemento central de gestión de gobierno ha sido la entrega masiva de bonos, dádivas clientelares como ningún presidente ha realizado en la historia. Analistas económicos estiman entre 1000 y 2000 millones de dólares regalados a la población en campañas. La población votó en rechazo a acciones demagógicas recurrentes.
No ha habido semana en donde no se lance en estrategia comunicacional de agresión y estigmatización a los contrarios, supremacía, arrogancia y tensión a la sociedad: opositores vs. Gobierno, narcos vs. gobierno, indígenas terroristas vs. gobierno, poco de pendejos vs. gobierno, mafiosos vs. gobierno, atrasa pueblos vs. Gobierno, delincuentes vs. Gobierno, poco de conchudos cuencanos vs. el nuevo Ecuador… La población votó en contra porque no soporta la arrogancia y rechaza la estigmatización. En lenguaje coloquial le puso un tate quieto al presidente.
En relación al segundo eje del gobierno, la guerra contra el narcotráfico, los indicadores no pueden ser peores, pero el relato se opone a la realidad. El gobierno comunica la intervención del bloque de seguridad, la captura de delincuentes, la intervención en diversas zonas, pero la violencia se ha instalado y no hay ninguna estrategia efectiva para controlarla. Los informes de Human Rights Watch, y el Observatorio Ecuatoriano de Crimen Organizado son claros y contundentes: vivimos el año más violento de la historia. Las acciones del gobierno no han traído en consecuencia una sociedad mejor. A eso se suma el pésimo manejo del conflicto por la subida del diésel, en la provincia de Imbabura, en donde se privilegió la opción armada, militar y violenta por sobre la política. Sintomática es la pérdida en todas las ciudades en donde la violencia ha sido exacerbada.
Noboa a logrado hacer algo sólo emulado por el correísmo, gestar un sólido bloque contrario integrado por un amplio espectro político: desde conservadores demócratas, liberales republicanos, social demócratas, izquierdistas, socialistas, correístas, anarquistas, comunistas, ecologistas y ambientalistas. Socialmente ha logrado unir en su contra a todos, desde sectores empresariales bananeros, empresarios de clínicas de salud, hasta desempleados, pasando por jubilados, indígenas, sindicalistas, profesores, estudiantes, y ciudadanos del común. Geográficamente a unido en su contra a todo el país, salvo la provincia de Tungurahua, en donde el NO también posee valores altos. Ante su enorme poder, logró desatar en su contra una creatividad inmensa de la ciudadanía, sobre todo de los jóvenes cuya manifestación primera fue el Quinto Rio de Cuenca, y hoy encontró su expresión, en la manifestación nacional por el NO.
¿Estamos ante el punto de inflexión del gobierno?
Desde 1979 el Ecuador ha tenido 15 gobiernos, todos con una curva ascendente y descendente. El punto de inflexión ha sido el descontento de la población, la falta de cumplimiento de las expectativas y la valoración del gobierno; León Febres Cordero, Sixto Durán Ballén y Guillermo Lasso, convocaron a consultas populares y referéndums, las perdieron en los periodos de caída sostenida de su aceptación, el NO significó el punto de quiebre.
Los gobiernos que llamaron a consulta popular y referéndum y la perdieron fueron sometidos a evaluación de su gestión; dicho evento marcó un punto de inflexión en su acción, se dio una caída dramática de aceptación presidencial y el consabido incremento de tensiones sociales. Noboa ganó la presidencia con una aceptación del 56%, en el último evento electoral: ha obtenido promedios favorables de alrededor del 40%. Esto nos lleva a inferir que hay una sostenida caída en su aceptación, situación mucho más compleja si todavía debe permanecer en el cargo por 42 meses, con la violencia desatada sobre todo en la costa, un conflicto armado interno que está llevando a situaciones de desgaste a las fuerzas de seguridad, sin visos de salida; con una situación fiscal insostenible, la situación económica para más de la mitad de los ciudadanos en deterioro, la erosión sostenida del Estado y sus instituciones, una estructura jurídica y legal compleja y engorrosa, un conflicto indígena que se encuentra en estado de latencia, y varios fenómenos naturales entre los que se debe destacar la erosión regresiva del rio Coca que amenaza el sistema nacional de oleoductos y la mayor central hidroeléctrica del país.
El diocesillo desnudo, escucha o se hunde
Lo sucedido el 16 de noviembre es grave para al Gobierno, porque masivamente la población de Ecuador rechazó una visión militarista y violenta; se expresó en contrario al establecimiento de bases militares, pregunta cuya vocería en su favor la ejerció todo el frente gubernamental más militares en servicio pasivo y la pregunta fue rechazada contundentemente. La implicación es mayor cuando la principal acción ha sido la lucha contra el crimen organizado; al Gobierno, a las fuerzas armadas y policía les corresponde analizar con frialdad y profundidad lo sucedido y su implicancia.
El NO rompió la constante histórica, por primera vez en tiempos recientes, ante una crisis la salida por la vía constituyente era la apropiada; sin embargo, la gran mayoría del país percibió que le otorgaba un poder enorme al presidente, cuando este ha mostrado acciones deleznables. La población del Ecuador no es suicida y optó por la mesura.
Si exploramos su pasado encontraremos constantes, y sus respuestas al futuro se condensan en: su carencia de pensamiento reflexivo, pensamiento horizontal y una inteligencia emocional que gestiona prudentemente los conflictos. Su nula predisposición al diálogo. Su irrespeto por las instituciones y las normas. Lo expresó ante la vicepresidenta Abad: “como enemigo soy muy malo». Una niñez y juventud opulentas, en donde lo tuvo absolutamente todo sin límite alguno, ni una aureola de conflicto en su vida, tenacidad hasta la tozudez en medio de los problemas, aislamiento y furia ante las dificultades, refractario a escuchar, reticente a cambiar, sus deseos siempre han sido cumplidos, frio y sin emociones en medio de conflictos, casi nadie posee capacidad persuasiva sobre él.
El hecho de acudir a votar en un Porsche, modelo 911 S Turbo cabriolet, en medio de una población rodeada de carencias de todo tipo, dan cuenta que está totalmente desconectado de su entorno (a tal punto que pierde en su zona más próxima ). Se suma el hecho de no comparecer a dar la cara luego de su derrota y simplemente enviar un tuit en X, lo cual dice mucho de él; a lo que se suma que, en lugar de permanecer en el país en el momento más crítico de su gobierno, haya viajado a los EEUU.
Después de haber tensado la cuerda y haberse roto en su contra, le quedan muy pocos caminos al gobierno:
1.- Aprende de sus errores, se reinventa, construye acuerdos, convoca a un gobierno de convergencia contra los violentos, hace una buena administración.
2.- Adopta continuar por el camino transitado, negar lo sucedido y radicalizarse hacia el autoritarismo despótico, incrementando la tensión social y con ella el anti noboismo.
3.- En caso de extremarse los conflictos, finalmente las tensiones sociales le pueden, pierde mayoría en el parlamento, apela al artículo 148 de la Constitución, llama a muerte cruzada, y dilucida si se lanza a una nueva elección en medio de las seccionales municipales, con el país preso de la radicalización de los conflictos y la polarización u opta porque el país poco le significa, abandona el poder y se va ha vivir en Miami.
Sobre la base de su pasado y de los movimientos realizados en estos días, el presidente está decantándose por el segundo escenario, si se analiza la ejecución presupuestaria como una herramienta clave de gestión pública para evaluar el desempeño de funcionarios. Los nombramientos o enroques de ministros en su gabinete dan cuenta de que no tiene la mas peregrina idea de lo que sucede en el país, y del pronunciamiento masivo de los ciudadanos.
Responsable de solventar con urgencia una respuesta a la crisis de energía del 2024, la ministra Inés Manzano, cabeza de recursos naturales, muestra que ha alcanzado a ejecutar tan solo el 17 % del presupuesto al 30 de septiembre, en un ministerio que es uno de los corazones económicos del país y, el presidente, ante esto la respalda. El señor José Julio Neira acumula 11 cargos en áreas de extrema sensibilidad en el Estado, cuando un funcionario eficiente puede cumplir competentemente con uno solo, y el presidente reafirma sus propósitos. Ante un evento tan fuerte como el vivido, era menester fortalecer el frente político, nombrar un ministro de la política que dialogue, tienda puentes, gestione los conflictos, construya consensos, entonces propuso a un radiodifusor que en su programa El show de la papaya, al día siguiente al pronunciamiento masivo del país, señaló: “hay que felicitar a quienes son parte de todo el esquema del crimen organizado, hoy por hoy en el país, a quienes hicieron que esto sea posible, hay que felicitarles, hay que recomendarles que se hagan cargo de su triunfo, están de buenas, hay que felicitar a ellos por que se salieron con la suya”. Radiodifusor que no llegó a posesionarse.
Una inmensa mayoría le ha dicho al presidente Noboa: basta, dedíquese a gobernar, vuélvase eficiente en la gestión pública, deje de confrontar, no queremos mas campañas electorales, llame a un gran acuerdo nacional contra los violentos, el enemigo no es la ciudadanía.
Al gobierno le queda muchos meses por delante hasta que concluya el mandato, 42 meses, es demasiado tiempo para desatar la guerra interna. El pronunciamiento del NO ha sido categórico, debe escuchar y reflexionar, es una invitación a aprender de sus errores y a edificar la esperanza plasmada en el voto. En caso de no ser esa la opción, el país se caotizará en grado sumo. El presidente nunca debe olvidar su extrema vulnerabilidad, él surgió de un accidente, de la convocatoria a muerte cruzada, el presidente Lasso concluyó con cifras cercanas al 10% de aceptación, con una total inacción desde lo público. Noboa posee una popularidad en caída, carece por completo de estructura orgánica y base social de respaldo, y enfrenta una serie de dificultades en la sociedad. Sería un suicidio político atizarlas.
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