lunes, 24 de noviembre de 2025

 Zamora amenaza a la Contraloría

"La política no tiene relación con la moral, la política es el arte de engañar".
Por Jaime Cedillo
Frente a las amenazas del atolondrado alcalde de la ciudad Patrimonial, de la Cuenca que canta y encanta, Cristian Zamora, de incrementar la tasa por concepto de recolección de basura, en caso de que el gobierno nacional no le permita continuar cobrando dicha tasa en las planillas de la empresa eléctrica, lo que en su debido momento anunció el gobierno; con la complicidad de un concejo cantonal que ha sido servil a sus caprichos, con excepción de unos pocos que no agacharon la cabeza frente a las agresiones, verbales que en más de una ocasión, recayeron en los concejales Xavier Bermúdez (hoy gobernador), Diana González y María Augusta Peñafiel.
Por lo general han sido las mujeres las víctimas del agresor, las que han caído en sus garras, cuando se han atrevido a reclamar o cuestionar decisiones que han ido en contra de los intereses de la colectividad. El fiscalizador es ahora fiscalizado, lo que no le agrada, por eso lanza "sapos y culebras", Antes, cuando ejercía las funciones de concejal se las daba de denunciólogo, hasta que la tortilla dio la vuelta.
En lo que va de su paupérrima administración, Zamora ha realizado varios incrementos por diferentes conceptos, como el alza por consumo de agua, en dos ocasiones, predio urbano, obras de beneficio general, patentes, y lo más despreciable ha sido el abuso a las personas de la tercera edad, irrespetando la Ley del Adulto Mayor, que en el artículo 41 dice: "con ingresos mensuales estimados en un máximo de 5 remuneraciones básicas unificadas o que tuviere un patrimonio que no exceda de 500 remuneraciones básicas unificadas, estará exonerada del pago de impuestos fiscales y municipales.
Ni siquiera la Contraloría General del Estado, ha sido capaz de castigar al infractor, peor el Concejo Cantonal, que ha mirado a otra parte, cada vez que los adultos mayores reclaman sus derechos, más bien actúan en calidad de cómplices y encubridores,.
El Quinto Río tiene que estar alerta para poner freno a la amenaza de este "personaje" que se ha dedicado a hacer de las suyas, como si la administración municipal fuera su hacienda y los ciudadanos sus peones, que puede mofarse, las veces que le venga en gana, olvidándose que la paciencia tiene un límite; límite que ya rebasó.
Algo más, con el misma verborrea, amenaza, ahora, a los funcionarios de la Contraloría General del Estado por auditar los contratos truchos, direccionados, chimbos, leoninos, y manda a funcionarios y directores a leer bien, para que sus caprichos sean cumplidos a rajatabla. "Clarito les digo, para que luego no me vengan a decir que no les he dicho". No faltaba más, esta es la gota que ha derramado el vaso. Nunca antes en la historia de la culta ciudad de Cuenca, ha sucedido que un alcalde amenace públicamente a una institución pública nacional. Y qué hará si la Contraloría no le hace caso y sigue sacando los cueros podridos al sol. El tiempo lo dirá.
"En psicología, la verborrea es un excesivo e incesante flujo de palabras, a menudo acelerado y difícil de interrumpir, que puede indicar una necesidad de reducir la ansiedad o ser un síntoma de trastornos psiquiátricos como manía, hipomanía, depresión o otros cuadros psicóticos".
El Observador


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