El observador

 

MANDATARIO MANDÓN

René Cardoso Segarra

Sí, allí le tenemos desde un trono de oropel rodeado de sumisos mayordomos, lacayos y servidumbre. Ha perdido todo el principio moral y ético que debería -obligadamente- poseer una máxima autoridad: ser un demócrata respetuoso de la Constitución y de sus mandantes, un auténtico estadista. No, en su lugar tenemos a una persona llena de arrogancia, vanidad fatua, caprichosas e improvisadas órdenes recogidas en decretos impositivos y hasta mal redactados. Más que mandatario, mandón. Rodeado de metralletas, guardaespaldas, militares y policías listos para el asalto y agresión a quienes se atreven a reclamar sus derechos.

Se olvidó que gobernar un país pluricultural, no es igual a lo que él y su familia están siempre acostumbrados: a imponer sus berrinches en sus haciendas y multi empresas; a ordenar cumplir ciegamente sus imposiciones. Pobre de aquel que no obedezca. A sus órdenes tiene a un ejército de abogados, contadores y aduladores cuya misión es favorecer a su amo.

Ministros, viceministros, asesores, asambleístas oportunistas, militares, policías, gobernadores, son la nueva servidumbre de la gran república banana. Todos dispuestos a adivinar el pensamiento del amo-señor, a complacer sus mezquinas ambiciones. A rodearle de halagos, aplausos, alfombras rojas que tratan de cubrir las miserias de un país que agoniza.

Bonos, feriados, conciertos reguetoneros -con complicidad de los militares- regalos de muñecos plásticos con la imagen de su persona, sorteos, cabalgatas en las playas, despilfarro de recursos públicos en sus interminables viajes internacionales, conforman la orgía circense desesperada para convencer al electorado votar a favor de reforzar aún más su totalitarismo con una nueva Constitución, confeccionada con las tizas, tijeras y cinta métrica que se ajusten a las medidas del señor-amo, mandante o mandón; que le hagan sentir cómodo, holgado para diseñar a sus anchas los linderos y leyes de su gran hacienda, nuestra Patria agredida.

Espero que Cuenca le diga NO a quien -cuando estuvo de candidato- no respetó la Constitución; quien se perdonó una deuda millonaria; quien ordenó una represión sangrienta contra los pueblos indígenas; quien tuvo el cinismo, junto a su ministra de energía y minas, de pretender engañar, una vez más a los cuencanos, en un concierto sin ninguna responsabilidad y planes de contingencia, mientras en Quimsacocha la minera DPM declaraba zona privada a un lugar sagrado que no le pertenece.